jueves, 10 de agosto de 2017

LAS TABERNAS DE CORDOBA





EL BAR COLON 

Ahora que el Ayuntamiento ha editado un librito en el que habla de las "Tabernas de Manolete", nosotros queremos citar "El Bar Colón"

El BAR COLON desaparecido en 1967, se puede considerar uno de los Bares que siempre consideró Manolete como algo suyo, ya que tuvo una gran amistad con su dueño Luis Moreno Posada. Este Bar estaba bien decorado y era acogedor; tenía un amplio mostrador situado en la parte derecha del local. En el centro disponía de un salón bastante amplio, con cómodos veladores en torno a unas ordenadas mesas. Al fondo los servicios, y en el lado izquierdo disponía de tres estancias o cuartos reservados con puertas independientes. La primera según se entraba a la izquierda estaba dedicada al torero "Manolete", y de sus paredes colgaban multitud de cuadros con motivos taurinos. Como  camareros  había dos empleados, Antonio, que tenía gafas  y Rafaelin, sobrino del dueño, que era más bajito. Algunas veces también trabajó de camarero “El patillas”, Navarro de nombre y que era también peluquero de la  Universidad Laboral..

En este Bar Colón, y a finales del mes de abril del 1943, tendría lugar una reunión entre él  empresario taurino Eduardo Pagés, que se vino para Córdoba, nada más terminar la Feria Taurina de Sevilla. Aquí en el reservado conforme se entra a la izquierda, y se encontró con José Flores Camará, apoderado de Manolete y el gran Califa del toreo. El empresario sevillano quería contar con el diestro cordobés para la Feria de 1944, pues los espectadores en esta pasada Feria de 1943, así lo habían demandado.

Según parece, se reunieron en este bar por exigencia de Manolete, huyendo de los periodistas que les esperaban en la puerta del Hotel Regina, lugar habitual donde se hospedaba el empresario sevillano cada vez que venía a Córdoba. Paco Cerezo, que se consideraba amigo personal del torero se molestó mucho porque la reunión no se celebrara en su Bar, que estaba en la esquina de la Calle Torres Cabrera, en donde está hoy el supermercado DIA..

El Bar Colon, era un bar puntero en Córdoba para aquellos tiempos, pues incluso ponía terraza de verano, con veladores de madera en color rojo, incluso con sus toldos de protección.

Era de los pocos bares que ponían “tapas” en Córdoba, ya que no era costumbre por aquí lo de “comer con el vino”. Destacaban los calamares, el bacalao frito, las mollejas, los muslos de conejo, la ensaladilla, los callos y la carne al jerez. En cuanto a los callos, tenía una disputa permanente con la Taberna de Paco Cerezo, ya que la mujer de éste los ponía con una calidad insuperable.

A partir del año 1956, se convierte en el Bar de referencia para los alumnos, los profesores y los empleados de la Universidad Laboral de Córdoba. También de aquí partían los autobuses de la nueva Empresa Cervezas el Águila que se instaló en plena Cuesta de Rabanales; por cierto el jefe de coche de los empleados del Águila fue durante algún tiempo el poeta y ex-alumno de la Universidad Laboral, Carlos Rivera que trabajó en esta empresa como administrativo..

Este Bar, como tantas cosas, desapareció en 1967, adquirido por la inmobiliaria Noriega que levantó en su lugar un elegante edificio de pisos y situó incluso sus oficinas.


CASA PERFECTO SEOANE (Esquina con Cruz Verde)

A principios del siglo XX hubo una llegada masiva de gallegos a nuestra ciudad, procedentes de los municipios de PAZOS DE BORBEN, MONDARIZ, Y PUENTEAREAS, todos ellos pertenecientes a la provincia de PONTEVEDRA.  

Entre estos "Gallegos" hay que destacar a MANUEL ALEN SOTELINO (1893-1979) y JOSE PAZOS BAULLOSA (1887-1974). que fueron los primeros que llegaron a Córdoba. Más llegaría PERFECTO SEOANE CARBALLO (1905-1978), que vino reclamado para trabajar de mozo en la Taberna..

Estos gallegos fueron abriendo tabernas en los barrios más emblemáticos de Córdoba. Eran tabernas que vendían vinos, vinagres y aceitunas, como aparecían en los rótulos en las puertas de estos establecimientos..

La más antigua de todas parece ser que fue la de la Calle Alfonso XII, esquina a Calle Cruz Verde, fundada a principios del 1900, cuyos propietarios eran los socios MANUEL ALEN SOTELINO Y JOSE PAZOS BAULLOSA, este establecimiento estaba abierto en un edificio que databa del año 1793. Y que sería testigo de cómo aquél 7 de junio de 1808, y desde un balcón de la esquina de enfrente (haciendo esquina con Borja Pavón), disparaba su mosquete  PEDRO MORENO, contra el general francés Dupont que se disponía a entrar por la Calle Alfonso XII, una vez derribada a cañonazos la Entrada de Puerta Nueva.

En el año 1922, y como era costumbre habitual entre los "gallegos" estos dos socios se trajeron  desde GALICIA a PERFECTO SEOANE CARBALLO (1905-1978), para que trabajara de mozo en la Taberna. Entre otras cosas la hacía al calor de su padre MANUEL SEOANE SOTO (1875-1935), que ya estaba trabajando en esta ciudad, colocado en la antigua MENGEMOR (hoy ENDESA) como farolero, persona que encendía y apagaba los faroles de las calles

PERFECTO SEOANE CARBALLO, después de trabajar algo más de 18 años como mozo, se quedaría con la parte de la Taberna que le correspondía a JOSE PAZOS BAULLOSA, porque éste sintió "morriña" y se marchó a su Galicia natal. Entonces la sociedad de esta Taberna se consolidó aún más al casarse los dos socios, PERFECTO SEOANE Y MANUEL ALEN, con dos  hermanas gallegas, llamadas ERUNDINA GONZALEZ SOBRINO (1902-1990), Y CLAUDINA GONZALEZ SOBRINO.(1905-1989). 

En el año 1952, la sociedad de esta Taberna se deshizo, y sería PERFECTO SEOANE CARBALLO, el que se quedó solo como único propietario, renombrando la Taberna con el nombre de   "BAR PERFECTO SEOANE".

Esta Taberna ha sido famosa por la crianza de sus propios vinos, que primeramente eran transportados desde el lagar en pellejos, que se iban vaciando en los barriles de la Bodega, que tenía en su interior y a la entrada en el portal; después a través de barriles grandes, traídos desde la Estación en carros con mulos y, por último en camión cisterna. Esta Taberna se caracterizó porque empezó a vender el vino en unos Botellines de (2 medios), y que luego se servían los clientes en sus copas o vaso si lo preferían. También destacó esta simpática Taberna por su "bacalao-rebozado". La Taberna estuvo atendida por PERFECTO SEOANE, CARBALLO, hasta su muerte en 1978, Luego le seguirían sus hijos IGNACIO SEOANE GONZALEZ Y MANUEL SEOANE GONZALES, has finales de los años 1990.

La Taberna se abría a las cuatro de la mañana, y era frecuentada por muchos trabajadores, que solían tomar el café, el coñac, el anís, y los sol y sombra en las mañanas. Los domingos eran los cazadores y excursionistas los clientes más habituales en la madrugada. De vez en cuando aparecía por aquí Don Ricardo Molina Tenor, que acompañado de sus amigos y a veces de sus libros, eran clientes del vino. En esta Taberna su clientela fue tan variada que podemos decir que fue desde un alcalde como JULIO ANGUITA, hasta los marmolistas García Rueda, pasando por las pieles de Manuel de la Torre.

A la muerte de MANUEL SEOANE SOTO (El farolero), hecho que ocurrió en el año 1935, le quedaría a su esposa una pensión de viudedad de UNA PESETA DIARIA, y que suhijo PERFECTO, se la mandaba a su madre DOLORES CARBALLO MARTIN (1884-1954), hasta el año 1954, en que esta murió.


LA TABERNA "HUEVOS FRITOS"

En San Lorenzo a principios del siglo XX lo que no faltaban eran Tabernas, ya que en la misma Plaza estaba la Taberna de Armenta, que se puede decir que era la "emblemática" del Barrio, incluso tenía una especie de sucursal en la acera de enfrente que era regentada por la familia de Arjona, que luego emparentó con los Bojollo, familiares del sacristán..

En estas Tabernas como en la mayoría de las que había en Córdoba, lo suyo era el vino puro y duro, y entonces en la Esquina con Arroyo de San Lorenzo y Santa María de Gracia, surge una Taberna, que pudiéramos decir que en aquellos tiempos 1930, era la quinta Taberna próximas a la Plaza de San Lorenzo, pero que como algo de distinción fue una de las primeras que contó con una cafetera exprés, por lo que el café era muy acreditado.

1º.-LA TABERNA DE LUQUE

El primer Tabernero fue un tal Francisco Luque Portero (1890-1971), casado y con varios hijos, y que vino de la Calle Alfonso XII. Luchó lo que pudo por esta Taberna y la aguantó hasta que en el año 1940, llegó desde La Calle Ronquillo Briceño, el matrimonio formado por Ángel Calea Gracia /1900-1985), y  Josefa Escobar Cívico (1903-1991), que entraron en esta Taberna con la voluntad de remozarla y darle una buena orientación.

2º.-LA TABERNA "HUEVOS FRITOS"

Antes de citar nada, agradezco a María Bojollo Arjona, (1922), y Ángel Ogallas Gavilán (1928), que me pusieron en la pista de las personas que me facilitaron la oportuna información y entre ellos quiero destacar a un familiar de don José Torres Molina, para averiguar el porqué de este simpático nombre de "HUEVOS FRITOS"·

Fue del Salón Confitería la Perla de donde consiguieron una máquina usada y antigua del tipo "PAVONI" de tres chorros, y de momento se cundió de que vendían buen café. Ellos procuraron también que se vendieran copas de coñac y anís, además del vino, que era el auténtico negocio de aquellos en todas las Tabernas.

 Pero el amigo Ángel Calea Gracia, era un hombre muy temeroso de las enfermedades sobre todo mirando a los cinco hijos pequeños que tenía. De tal forma, que un día, aprovechando que el médico don Manuel Pastor Gómez (1901-1995), que  era prácticamente su vecino, tomaba el café como todos los días, le preguntó: -"Don Manuel que tendría que hacer yo para proteger a mis hijos del resfriado y la gripe que tanto nos abunda",  y el médico le contestó: "Dale mucha fruta, sobre todo naranjas para que aporten muchas vitamina C, y también le puedes dar un "HUEVO FRITO", que aporta SELENIO y es muy bueno para la producción de glóbulos blancos que potencian la defensa contra los virus".

El Tabernero le faltó tiempo para comentarle lo del "HUEVO" a su mujer, y esta ni corto, ni perezoso, empezó a darle a sus hijos "UN HUEVO FRITO" en día alternos, antes de marcharse al Colegio o la Miga, como se decía antes. Los tabernera por suerte no carecía de huevos, pues su suegro, Victorio, el barbero, de la Calle Tafures, tenía buena relación y parentesco con personas que se dedicaban al transporte del aceite en aquellos "pellejos" por lo que el aceite de oliva, no le faltaba nunca en su casa. Y como solía ocurrir en aquellas fechas de carestía y estraperlo, habían llegado a una especie de acuerdo tácito, con María Martínez Ortega (1907- 1995) una simpática gaditana, vecina de Arroyo de San Lorenzo, y que al tener una pequeña granja, le cambiaba UN LITRO DE ACEITE, por 3 DOCENAS DE HUEVOS, que era la equivalencia que se había establecido en aquellos tiempos por la "LEY DEL ESTRAPERLO".

Era tiempo de Cuaresma y en uno de aquellos Quinarios que celebraba la Hermandad del Calvario, habían invitado al canónigo don José Torres Molina (1902-2001), para que predicara en el sermón, y bien que lo hizo. El último día sobre todo, el cura se lució, pues en su sermón citó a San Rafael, a San Lorenzo, a la Fuensanta y hasta a María Auxiliadora, fue un sermón que le gustó a la Hermandad, y por boca de Manuel Pérez Casas (1913-1963), el canónigo oyó la expresión: "Padre, con ese sermón, hoy ha cortado usted orejas y rabo".

Terminó el Quinario y al día siguiente por la mañana, viernes, era el Besa-pies del Cristo, y el canónigo quedó tan contento del sermón del día anterior, que a la mañana siguiente se ofreció para decir la Misa de Hermandad en la Capilla del Cristo antes de que lo expusieran al Besa-Pies. Terminada la Misa, en la Iglesia se quedaron los hermanos colocando al Cristo en medio del altar mayor para su veneración, para lo cual se cerró incluso la Puerta de la Iglesia, y mientras José Mª Parejo, como Hermano Mayor, y varios directivos más, acompañaron a don José Torres Molina, a tomar Café, en la Taberna  de "La Esquina" como se le decía en aquellos tiempos. Estando en el mostrador pidiendo los cafés,  don José Torres Molina, tuvo necesidad de ir al WC, que estaba hacia la izquierda en el patio. Al pasar en dirección al patio, se cruzó con una habitación que existía entre el mostrador y el patio, y allí observó como tres críos daban cuenta de tres "HUEVOS FRITOS", que tenían sobre la mesa. Al volver del patio y llegar de nuevo al mostrador, lo primero que dijo fue: "He visto a tres chicos comiéndose unos estupendos "HUEVOS FRITOS", y la verdad es que me ha dado gana de uno. ¿Quiere usted que se lo ponga, le dijo el Tabernero, y el cura contestó: "Claro que si, y que esté como los de los chicos". Y el Tabernero por corrección hizo extensible el ofrecimiento de "UN HUEVO FRITO", a los cuatro o cinco clientes que allí había, y le faltó tiempo a su mujer para prepararlos. La cuenta la pagaría Manuel Pérez Casas (1910-1963), este simpático vecino de San Agustín que hacía las veces de tesorero de la Hermandad, y fue uno de los fundadores de la Peña de "LOS BIRUNDI".

No hace falta decir que en aquellos años, el canónigo don José Torres Molina, volvería a predicar el Quinario de la Hermandad del Calvario, e incluso la Novena de María Auxiliadora, y siempre que le insinuaban lo de tomar cualquier cosa, café o lo que fuera, siempre decía: "SI, A LA TABERNA DE LOS HUEVOS FRITOS", y ya se sabe que lo que dicen los curas queda para siempre en la memoria.

3º.-LA TABERNA EL "GALLEGO"

A pesar de los Huevos, cinco hijos eran mucha carga y Ángel Calea, dejó la Taberna y se la traspasó a un gallego Rafael Iglesias, que ya venía de "rebote" de una Taberna que tuvo en la Calle Encarnación Agustina, esquina con la Calle Santa Inés. Con su llegada quiso cambiar algunas cosas y en los asuntos del Café pudo aprovechar de que en su puerta se situara UNA JERINGUERA, Concepción González Ruiz, (1910-2005), lo que hacía más apetecible el tomarse un café. También intentó atraer clientes con la "golosina" del juego del Bingo (Lotería), que Evaristo Espino Sánchez (1914-1976), cantaba jueves, viernes y sábados. Pero ni aún así creyó él que la Taberna le era rentable y al final de 1950, traspasó la Taberna y se marchó a Venezuela.

4º.-CASA LUIS BRAVO

Al principio de los años 1960, llegan a San Lorenzo un matrimonio formado por dos excelentes personas; de un lado Luis Bravo Jurado (1915-2001), y de otro su esposa, Carmen Araujo Hidalgo (1921-2007), ambos con mucha solera y venían de la Puerta de Almodóvar. Empezó su andadura con muy buenas maneras y estilo y se trajo para sí nuevos clientes, entre ellos la propia "PEÑA DE LOS MINGUITOS" que había roto con su domicilio anterior. La Taberna adquirió otro tono más acogedor y la cocina daba buen olor por sus tapas, que ya se empezaban a consumir. La guinda la puso este matrimonio, al admitir a un joven Manuel Muñoz López, más popularmente conocido como el "GATO CHICO", que aunque era de la saga de los "gatos" fue un encanto como persona y como trabajador en el Bar, además mereció toda la confianza de este matrimonio, que al no tener hijos, dio la impresión de que siempre le trataron como si de un hijo se tratara. En el año 1974, este hombre con apenas 60 años, decidió dejar la Taberna y volver a su añorado Barrio de la Puerta de Almodóvar y hasta se preocuparon de dejar colocado al "Gato chico", que terminaría trabajando en la Diputación..

5º.-CASA "PEPE"

En el año 1974, Pepe Jiménez Torres (1917), conocido sumamente en San Lorenzo, por su profesionalidad,  sentido del tacto y la discreción para estar detrás de un mostrador. Llegaba a esta Taberna después de haber estado en Casa Manolo el de las Quinielas, desde el año 1954. Antes ya anduvo por San Agustín y la Beatilla, lo que le daba un gran bagaje de profesionalidad. En toda esta operación de Taberna, su mujer aportó sus excelentes condiciones de cocinera, y estamos en condiciones de decir que aún se recuerdan aquellos callos. Pepe ejerció una labor "lógica" de tirón de clientes y su Taberna, con aprovechamiento del Patio y Terraza de Veladores, se puso a la cabeza de las Tabernas de la zona. A la "PEÑA DE LOS MINGUITOS", se unió la "PEÑA EL OCTAVO", y algunos grupos más de amigos. Incluso un año llegaron a montar una Cruz de Mayo en el Patio, hecha con cáscaras de avellanas. La Taberna estaba en su mejor apogeo nunca conocido, pero la "piqueta" y el "valor inmobiliario", en 1987, obligó a Pepe Jiménez Torres a buscar otra Taberna, esta vez enfrente del Colegio Salesiano, en donde cumplidos los 70 años, se jubiló

6ª.-TABERNA "TU MOMENTO"

El inmueble al que pertenecía la Taberna, en sus distintos nombres, fue derruido y obrado al poco tiempo. Lo que era la Taberna, pertenecía a un inmueble de dimensiones muy grandes, y que incluso fue una importante Casa de Vecinos, en donde vivió toda una saga de buenos EMPEDRADORES, como fueron los López Ordoñez, los López Almedina, y los López Almoguera, gente muy significativa del Barrio.

En esta casa también tenía el Heladero que desde Alicante venía todos los años para hacer la temporada de verano. Y también en este inmueble tuvo su carnicería "Pepe la Fila", cuyo nombre era José Bejarano y era cuñado del "Niño Dios", banderillero, y que primo hermano de Manuel Rodríguez "Manolete".

La obra de la Casa se realizó y dejaron un local en la misma esquina para instalar de nuevo un Bar, suerte de negocio que probaron distintos taberneros con regular suerte. Hasta que finalmente llegaron las actuales hermanas que regentan desde el 2007, o cosa así el Bar "TU MOMENTO", un establecimiento muy armonizado, moderno y con buen servicio. Tiene muy buena cocina y la organización es admirable. Los de "TU MOMENTO", viene porque fue la primera Taberna que en San Lorenzo, instituyó el aperitivo con cualquier tipo de bebida. Además el Bar tiene una buena terraza.


TABERNA "LOS GALLEGOS" En la Calle Montero nº 31.

En la década de los años 1960, MANUEL ALEN SOTELINO (1893-1978), que había llegado a Córdoba desde la Provincia de Pontevedra, fundó varias Tabernas, y en el año 1960,  en la Calle Montero nº 31, fundó la Taberna "MANUEL ALEN". Este gallego, tuvo cuatro hijos, José, Manuel, Marcelino y Perfecto, con su esposa ERUNDINA GONZALEZ SOBRINO.(1902-1990)

Al frente de esta Taberna estuvieron sus hijos MARCELINO ALEN GONZALEZ (1930) Y PERFECTO ALEN GONZALEZ (1934). En esta taberna desde primera hora entraban gente sencilla y trabajadora de la zona. Uno de los que solía entrar era José García Repullo, hermano de aquél "Tinte" que fuera jugador del Córdoba y del Atlético de Madrid. Este hombre, era cobrador de Sevillana de Electricidad, y comentaban algunos "medio en broma y medio en serio" que cuando jugaba al dominó y perdía con enfado y de mala manera, solía incluso como dar a entender que le iba a cortar la luz a los que le habían "ahorcado el seis doble". Luego como es natural no pasaba nada. Y de eso el simpático Rafael Carrillo Hidalgo (1909-2000), de la Calle de los Frailes que era el encargado de cortar la luz sabía bastante. También Leonardo Rodríguez García (1931-2007), aquél político puro, que migró desde colaborador de Radio Atalaya de Cabra, la emisora de José Solís, a ser colaborador del Mundo Obrero de Santiago Carrillo; por haber sido vecino próximo a esta Taberna, la eligió más de una vez  para a echar algún que otro "mitin" en sus aspiraciones políticas y electorales, que siempre fueron una constante en su vida. Más de una vez llegó a traer a esta Taberna a compañeros concejales de aquél Ayuntamiento de Julio Anguita (1983-1986), del que formó parte. En esta Taberna, siempre fue considerado como una gran persona.

Era esta una Taberna de Barrio, en donde se bebía bastante vino, vino, que traían ellos de la Bodega que los "GALLEGOS", tenían en la Calle Borja Pavón, haciendo esquina con la Calle Alfonso XII. Tenemos que decir que desde un balcón de esta casa fue desde donde PEDRO MORENO, Juez de Paz de Córdoba, el 7 de junio de 1808, disparó su arma contra el general francés DUPONT, que entraba con sus tropas por la Calle de Alfonso XII. Aquello supuso que los franceses atacaran a sangre y fuego a la población cordobesa, durante 10 días seguidos.

Evidentemente no era Taberna de Tapas, pues no tenía ni cocina, pero si vendía incluso mucho vino para la Calle, y era las propias mujeres las que con el "jarrillo" a veces de lata, iban al "Gallego" a por vino para el guisado. También el vino tinto con gaseosa en verano tenía mucha venta. Pero no cabe duda que la base de la Taberna era el vino.

Volviendo con la Taberna diremos que unos de los clientes más asiduos y fieles que tenía pudo ser Francisco Jiménez "El Guapo" que después de discusiones sin sentido del fútbol, fue a parar a esta Taberna, cuando él había sido toda la vida cliente de Casa Millán, junto a sus amigos, Trenas, Salcedo, Padillo y Vera.

Como él, se sentaban diariamente en una mesa, unos cuatro, que de distintos lugares del barrio, seguían siendo fieles al Atlético de Bilbao. Ellos eran amigos por lo que tenían muchas cosas en común; en primer lugar la escasez económica por su corta paga o la "ayuda"; en segundo lugar un miedo bastante grande a lo que eran las enfermedades y los contagios. Por eso un día el "Guapo" al salir de jugar sus habituales partidas a las porras, (no jugaban a otra cosa); me llegaría a confesar: "Mis amigos y yo, nos vamos a nuestra casa, y después de almorzar al mediodía, nos acostamos hasta la mañana del día siguiente". Eso es una forma de ahorrar dineros, no pasar frío y evitar enfermedades.

Además esta Taberna era frecuentada por los singulares "CHICHARITO". "EL CAPARRIN" y el no menos gracioso "EL MECEDORA", que durante mucho tiempo, con su gracia y simpatía elevaron el Carnaval de la Calle Montero a lo más alto. Eran muy buena gente y la fidelidad a su barrio la llevaron siempre a gala.

La Casa que estaba al lado también era del "Gallego" y allí vivieron dos personajes irrepetibles, por ser buenas personas y gente muy agradable, se trataba de los "HERMANOS COROCOS", que por tener unas cabezas repletas de abundante pelo, le habían puesto este apodo. Fue en el Oratorio de los Salesianos, donde don José María Izquierdo Pérez, les tomó cierta simpatía, por su afán de colaborar y,  un día que vino a cuento, nos presentó la cabeza de uno de ellos, repleta con aquella espesa madeja de pelo, diciéndonos: "Que todo era producto de que se lavaban la cabeza, con jabón Lagarto y después se la enjuagaban en agua con vinagre".

Los "COROCOS" como no pudo ser de otra forma, en unión de algunos, como los Rafael Bueno, Rafael Salazar, De la Coba Ruano, Antonio Sánchez, Pedro Larrea, Francisco Rueda, Paco García, Francisco Chamorro, Manolo Peña, Andrés González, Emilio Soler, Paco Roldán, Manolo Jaén, Paco León, José Urbano, Antonio Sanz, y otros de las mismas Costanillas y de la

Calle Rivas y Palmas, formaron aquél grupo de "traviesos legionarios" que desfilaban de forma maravillosa por las calles, a los toques de la trompeta del singular Luis Ranchal Ramírez, que era uno de los mayores del grupo. Y es que por aquellos años de 1955-56, todo el mundo quería imitar a  aquellos Legionarios, que con el Cabo Gastador, JHONY y su Cabra al frente, hacían las delicias de los chavales cuando venían a Córdoba por Semana Santa.

La Casa adjunta a la Taberna del "Gallego", era también una Casa de bastantes vecinos, que empezaron a irse, unos a Cañero, otros al Campo de la Verdad y al Polígono de la Fuensanta, por lo que poco a poco, el gallego MANUEL ALEN, se fue quedando con la Casa vacía. A la familia de los "COCOROS", por ejemplo, les dio alojamiento en otra Casa de la Calle Marroquíes, muy cerca de la que fue la Casa de los Tafur de larga historia en Córdoba.

El gallego al quedarse la Casa vacía, y mientras le salía un comprador llenó las habitaciones con pequeños talleres de plateros, que daba la impresión de que se "escondían" de todo lo que sonara a impuestos. Allí estuvieron el "López" , el "Ramírez", el "Osuna", el "Rodríguez" y unos cuantos más. Eran pequeños talleres con uno o varios trabajadores, que trabajaban unos para los "Navarro" otros para los "Aguilar" y la mayoría para Rafael Gómez, "El SANDOKAN".

Al final de los años, 1980, y con Hacienda detrás de los plateros, un día llegó a la "Taberna El Gallego", el citado cobrador José García Repullo, acompañado de un jubilado de Hacienda, con el que guardaba amistad desde sus tiempos en la Escuela Obrera del Arroyo de San Lorenzo. El amigo Repullo, quizás para "gastar alguna broma", dijo: "Aquí vengo con un Inspector de Hacienda", aquella palabra de "Inspector de Hacienda" se propagó como una maldición por el patio, por los bajantes, por las tuberías, en donde estaba todos aquellos pequeños talleres, y produjo poco menos que un "terremoto" pues todos los plateros se apresuraron abandonar sus talleres, y la mayoría se dejaron hasta los transistores puestos.

Al principio de los años 1980, y con la caída brutal en el consumo del vino, y la aparición del "Cuba-Libre", esta Taberna dejó de ser lo que era, por lo que uno de los hermanos, PERFECTO ALEN GONZALEZ, se marchó a su Galicia natal. Más tarde y al final de los 1980, y cuando se finiquitó la venta de la Casa, también se marchó MARCELINO ALEN GONZALEZ, a su Galicia natal. Córdoba, ya no era negocio para los "gallegos" que no era otro que la venta del vino. Quizás ellos se dieran cuenta de esta circunstancia, antes incluso que la Bodega de la Sociedad de Plateros. No sabemos nada de la suerte que pudieran correr en Galicia, si sabemos en cambio que los padres y los hermanos José y Manuel, quedaron para siempre enterrados en Córdoba.


LA TABERNA DE "LOS PERROS" Santa María de Gracia

En esta Córdoba que tantas cosas desaparecen, una vez más la piqueta ha echado abajo en dos días (2016), La "Taberna de los Perros". Una Taberna, en la que desde la Palmera que había en el patio, hasta el último cuarto, tienen bastantes historias vividas y para recordar. Un hijo de Joaquín el dueño de la Taberna trabajó en la tabacalera de los familia Pedro López, y en cada cuarto había un poster de aquellos del tabaco, por eso se identificaban los cuartos como; El cuarto del "BISONTE", el cuarto del "GANADOR", el cuarto del "GOYA", el cuarto de "CELTAS", el cuarto de "CAMEL", etc. etc.  Por lo que todo tenía ambiente de juego, de apuestas, y de todo lo que se antojara. 

La excepción era el cuarto del "ANTICARIOL" la pasta que comercializaba Los Laboratorios MEDICAL, en la Calle la Feria, y que su representante, un tal Serrano Domínguez, era cliente asiduo de esta Taberna al que le gustaba "El menudillo de pollo" que ponía la madre de Pepe. Por lo demás esta Taberna, desde que desaparecieron los "Perros" allá por el 1954-55, pasó a ser un pequeño "CASINO DE JUEGO". A la caída de la tarde y antes del sorteo se pasaban todos los días, tres o cuatro vendedores de la ONCE, que llevaban las terminaciones que le gustaban a algunos de los jugadores. El primero que compraba cupones, era Pepe, al que le gustaba el 41, el 27 y el 16, éste solía comprar todos los días alrededor de las 2.000 pesetas de cupones.

En esta Taberna el vino y la cerveza, eran testigos solamente, de lo que consumían los que se dedicaban a jugar, que siempre solía ser CAFE, y después algún "CACHARRO", como le denominaban ellos. Llamaba la atención de esta gente que estaban tan pendientes del juego, que ya pudiera pasar lo que pasara por la calle, que ellos no levantaban la cabeza de la partida o el parchís.

Aunque la Taberna era de apariencia antigua y muy sencilla, por aquellos "cuartos" solía acoplarse una gente que en su mayoría no era del Barrio, gente que para empezar fumaba los tabacos "extranjeros" más rebuscados del contrabando, y casi siempre tenían unas carteras muy repletas. Para ellos la palabra "LECHUGA" era sinónimo de las mil pesetas. En cuanto a los juegos, allí se jugaba a todo, desde el "parchís" juego en el que había grandes artistas, pasando por todos los juegos que las "fichas del dominó" podían "inventar". Pero lo curioso es que hasta la mayoría de los espectadores solían jugar apostando por cualquiera de las parejas en juego. Cualquier cosa era motivo de apuesta. Por aquellos tiempos la circulación era escasa, pero aún así, se llegó a apostar, por el tipo de vehículo que tocaba pasar por delante de la puerta, ya fuera moto, furgoneta, coche o camión. Igual era objeto de apuesta como empezaba el nombre del primer cliente que entrara en la Taberna. Por lo demás allí se daban "timbas" de mucho calado. En una de ellas y debido a lo que se perdió un personaje muy habitual al que apodaban "EL MAERO" se dice que sufrió un ataque a consecuencia de ello. Se puede decir que por este "CASINO" llegó a pasar todo aquél que le gustó el juego. 

Yo conocí a fondo esta Taberna cuando la regentada José Laguna Martínez, que fue la última persona que llevó este negocio, hasta que en el año 2004, cerró su actividad. La Taberna "Casa Joaquín" fue inaugurada en los años veinte del pasado siglo, por el padre de la familia, Joaquín Laguna Castro, carpintero de profesión hasta esas fechas y que  cogió el relevo de los descendientes del bodeguero Rafael Triguillos, para hacerse cargo de la Taberna. El nombre de "LOS PERROS" le fue adjudicado porque siempre que ibas allí a por aceitunas, una cerveza o un refresco ORANGE, los primeros que salían a recibirte eran dos perros peluches y chatos, que ni ladraban ni nada, y que poco les faltaba para desearte los buenos días.

En aquellos tiempos principios de los años 1950, era Joaquín el padre el que atendía la Taberna, que con su mostrador de madera, dejaba un espacio a la izquierda para la entrada a los "cuartos" y la vivienda del tabernero. Era una Taberna en donde se facilitaban muy buenas tapas, de zorzales, pajaritos, conejo, menudillo de pollo, setas adobadas, y caracoles gordos. Era una Taberna más del Barrio, y era concurrida por aficionados al campo y a los peroles. Ya su hijo Pepe. cuando la "heredó" en 1954, la transformó en todos los sentidos, y para empezar hasta los "perros" desaparecieron.

Pepe siempre  estaba en un  rincón. cerca de la máquina del café, dándole la espaldas al único barril de vino que le quedaba. Llamaba la atención de forma especial el trapo que tenía para limpiar los vasos, que habría veces que de haberse caído al suelo, se hubiera quedado de pie. En la varias vitrinas que había para copas de anís o coñac, después de usarlas, cada una volvía a su sitio sin discusión pues quedaban sus huellas señaladas en el polvo de la repisa.

EL CUARTO DE LOS MUSICOS

Otros que tenían derecho a "cuarto" eran los músicos, que solían reunirse en el cuarto del "CELTAS", y es que en esta Taberna, eran muchos los músicos de la Banda de Lepanto, que aquí solían reunirse. En parte porque a los militares le gustaba el "juego" y también porque aquí era a donde venían a contratarlos para tocar en bodas y otros eventos. Fueron muchas las bodas en casa de vecinos, terrazas y bares que ellos amenizaron. También en el Cine Infantas de verano de la Huerta de la Reina, solían actuar en los bailes que allí se daban.

LA NUEVA CASA

En cuanto a la antigua Casa de la Taberna "Los Perros" fue adquirida por el director del PRYCA LA SIERRA, que se ha hecho una casa espléndida. La familia tardó mucho en vender el solar, pues desde el 2004, ya estaba en venta. Los últimos años de esta Taberna, el tal Pepe, con sus rarezas, vivía sólo en la Taberna, y solía tener la cama en medio del Bar, en donde estaba la Televisión. Un día amaneció muerto.

Una de las razones en el porqué tardó en venderse la casa, quizás fuera la crisis, pero también la desconfianza de los que vendía. Ya le pasó a Pepe, una experiencia de que vendió la casa de los Martínez en la Calle el Cristo, y estaba muy contento con la venta, porque dijo que se la habían vendido a unos chavales de Cádiz, jóvenes que la iban a construir. Su disgusto le vino, cuando se enteró de que "estos chavales", a la semana o cosa así,  volvieron a poner un cartel en el solar de "SE VENDE"  y le ganaron 40 millones de pesetas de una mano a otra.