jueves, 11 de abril de 2019

LA SOLARIEGA DE CÓRDOBA


Dos casas que aún quedan de La Solariega en la
Puerta de Plasencia con Avenida de Barcelona 


LA SOLARIEGA DE CÓRDOBA 


En 1920 Córdoba capital tiene una población de 73.000 habitantes, y el porcentaje de varones y hembras está prácticamente a misma par. La ocupación de los cordobeses era fundamentalmente de jornaleros del campo, y luego otros ocupaban una serie de oficios gremiales que solían ir de padres a hijos. Desgraciadamente el analfabetismo de saber leer y escribir afectaba al 60 % de los hombres y al 80 % de las mujeres. A los parados se le denominaba "cesantes".

Era el país el que en general funciona mal de cara al empleo, pues entre otras cosas la revolución industrial ya patente en Europa, aquí no había  llegado aún, en parte por la carencia de medios adecuados de producción y una fluida comercialización de los propios productos del campo, que por otra parte era la base económica del país. Aparte de no contar con unos canales de financiación ágiles y estables.

El gobierno de la nación estaba hasta el cuello por la "deuda pública" única forma de hacer frente a los gastos que demandaba cualquier administración. Una política fiscal mal proyectada, hacía que los gobernantes tuvieran que sacar dineros de donde fuera menos de los impuestos.

Esta situación en general produjo dos clases sociales diferenciadas, los que vivían bien  amparados principalmente en sus rentas y el pequeño comercio, y las clases de jornaleros y trabajadores del campo, que no tenían nada seguro.

Era en la época de que en los arrabales marginales aparecían una ingente cantidad de familias viviendo en chabolas, e incluso en periodos de verano se disputaban hasta los mismos puentes por los que entraban los arroyos a la ciudad,  como única posibilidad de vivienda.

Con el triunfo de la revolución bolchevique de 1917, las teorías de Marx tomaban cuerpo en las distintas capitales europeas, en mayor medida lógicamente, en aquellos países en los que abundaban las dificultades y el paro. Así se pasó de la actitud  de "la resignación y la esperanza cristiana" ante la suerte en la vida, a la disputa social y agresividad permanente. Aparecen con ello grupos de piquetes revolucionarios y anarquistas, como mano estirada de un pensamiento socialista o comunista inspirados por Carlos Marx...

Por todo ello, los partidos políticos alargan su mano hasta el mundo sindical,  como una forma de influenciar y controlar a los trabajadores. Una parte social de la Iglesia Católica también se involucra en potenciar sindicatos católicos, que en un principio siempre serán de carácter y coincidencia agraria, porque prácticamente al carácter de una negativa industrialización, el medio agrario (pequeños propietarios), era lo único que había.  

Con la publicación de la Ley de casas baratas aprobada por el gobierno, e insertada en la segunda página de la Gaceta de Madrid nº 435 de fecha 11 de diciembre de 1921, este se puede considerar como "el detonante" para que desde muchas partes se intentara con distintas instituciones resolver de alguna forma el problema de la vivienda, un problema fundamental y crónico que venía arrastrando el país y Córdoba en particular.

FUNDACIÓN DE "LA  SOLARIEGA CORDOBESA"

Por aquellos tiempos todo el mundo quería resolver los problemas tangibles de los obreros como era la calidad de la propia vivienda, por lo que nadie se quería quedar atrás en sus iniciativas. Ya en 1855 se había creado la sociedad de obreros cordobeses "LA CARIDAD" que se pudo considerar la tercera en antigüedad de España, pero fracasó. Por eso hay que destacar en 1922 la fundación por el obispo de Córdoba de "LA SOLARIEGA DE CÓRDOBA" que entre la fecha de fundación y 1927 había construido 99 viviendas y un Colegio.. Esta cooperativa católica de carácter más benéfico que obrero propiamente dicho, sirvió en cierto modo de estimulo para que los socialistas crearan su cooperativa "Pablo Iglesias", con lo que pretendían frenar la influencia que estaban adquiriendo  los sindicatos católicos.

En la fundación de esta "Cooperativa La Solariega" fue decisiva por tanto la idea del Obispo don Adolfo Pérez Muñoz con su aportación de casi el 70% del capital inicial, y la colaboración fundamental del canónigo José Manuel Gallegos Rocafull, su auténtico delfín en tantas colaboraciones. Luego también hay que destacar a don José López Serrano, don Manuel Varo Repiso, don Luis Junquito, don Luis Claros y don Nicolás de Benito. Todos aportaron su trabajo y colaboración y muchas veces se quedaron casi solos. Este proyecto de construir 99 casas y un Colegio, necesitó de muchas palabras de apoyo de don Adolfo Pérez Muñoz, que los animaba continuamente ante las adversidades que continuamente les surgían.

Como hemos dicho el Decreto de la Ley de casas baratas publicado en la Gaceta de Madrid nº 435 de fecha 11 de diciembre de 1921, fue como "el pistoletazo" de salida para la creación de las cooperativas de viviendas. Fundamentalmente el Estado se comprometía a pagar el 50% de los gastos que importaran las obras.

Las Escrituras de constitución de la Cooperativa La Solariega de Córdoba, aparecen en documento otorgado en Córdoba en 6 de marzo de 1922, ante el notario que fue de ella don Cristóbal Jiménez Gilabert, con el número ciento treinta y tres de su protocolo general.

En cuanto al nombre de la "Solariega" es posible que se le ocurriera al Obispo don Adolfo Pérez Muñoz, porque en su lugar de origen Cantabria, y en la zona de  Proaño, muy cerca de Soto de Campoo, lugar de su nacimiento, existe una famosa "Casa Solariega" que está anexa al Castillo Medieval de Proaño.



Casas en la explanada de San Cayetano


1º GRUPO SAN CAYETANO

Ya don José Manuel Gallegos Rocafull que fue quien inauguró el primer grupo de casas construido en la explanada de San Cayetano, margen izquierda y que por la calle Solariega, daban la vuelta hacía la calle Alonso El Sabio. Y en su inauguración  según el "DIARIO CÓRDOBA" de fecha de febrero de 1923, llegó a comentar: "En todo este trabajo, ha habido páginas en blanco de gente que se ofreció y luego no apareció".

Y en el mismo "DIARIO CÓRDOBA" nos relata como fue aquella solemne inauguración, en la que la representación del Obispo la ocupó don José Manuel Gallegos Rocafull, el canónigo Lectoral de la Catedral de Córdoba, estrecho colaborador del obispo. Al acto asistieron todas las autoridades de Córdoba y Provincia y con ese motivo se organizó una comida para los más necesitados en donde se llegaron a entregar más de 1.000 comidas, todas ellas según la prensa sufragadas por don Adolfo Pérez Muñoz.  .

En estas primeras casas el Ayuntamiento de Córdoba sería el que donó el terreno y la administración del Estado según la Ley de casas baratas aportó el 50% del importe de las obras. Este primer grupo lo formaron 20  casas cuatro de ellas de dos plantas, y el resto de una sola. Todas con su pequeño jardín con exorno floral de un árbol (naranjo o limonero) y arriates para flores como celindas, rosales y el clásico don pedro

Uno de los últimos inquilinos de estas casas en plena explanada de San Cayetano, fue Antonio Rodríguez Acosta, el primer director que tuvo la sucursal del Monte de Piedad en la principal calle del Barrio Cañero, que entonces se llamaba José Antonio Girón. Con el tiempo este alto empleado de Cajasur que nació en la calle Roelas, fue el primer director de la Obra Social y Cultural de Cajasur.

BARRIADA DE "GARCÍA DIEGO"

Hay que significar que mucha gente popular llegó a creer que las casas que ya estaban edificadas desde el 1914-16, en la calle Juan de Torres, en el Muro de la Misericordia y en la Avenida Obispo Pérez Muñoz, pertenecían a la Solariega, pero no, estas 47 casas se le llamó "Barrio de García Diego" porque fueron construidas alrededor de 1914, por este empresario que aprovechó los terrenos de la antigua "Fundición La Portilla", y algunas casas anexas más. Fue en el tiempo que se abrió precisamente la calle Juan de Torres que comunicaba el Muro de la Misericordia con la Avenida de las Ollerías..  

Quiero recordar que en estas casas llegó a vivir el simpático "Gordo Más", que no era otro que el popular zapatero, que tenía una tienda de calzado en la calle Dormitorio, ( A espaldas del Convento de San Agustín), y su nombre era Francisco Más, pero era un hombre bajito de cuerpo y un poco gordito, por lo que todo el mundo le conocía por la zona de San Agustín como la zapatería de "El Gordo Más". Este hombre vivía precisamente en una de esas casas del citado "Barrio García Diego" que daba a la Avenida del Obispo Pérez Muñoz, y que caía casi enfrente del cine de verano San Cayetano. Y es que allá por los años de 1955 participó en la Tómbola Benéfica que instaló el cura de San Lorenzo en el rincón del Arroyo de  San Lorenzo en donde hoy está el Restaurante "La Cuchara de San Lorenzo", y la suerte quiso que le tocara una tarta que para el último día de la Tómbola, había donado el dueño de la Confitería de San Rafael, José Delgado, que como tantas personas colaboraron en dicha Tómbola. Recuerdo que sería yo el muchacho encargado de llevarle dicha tarta a su casa. Yo fui todo el rato detrás de él, y recuerdo que iba tocado de un sombrero y fumándose un puro, posiblemente éste último mayor que él como se suele decir. Al final tarta llegamos a su casa, se quedó con la esplendida tarta y me dio una peseta..

También vivía en esas casas que daban a la Avenida del Obispo Pérez Muñoz, Mauricio Basurte, al que conocí de maestro en Cenemesa y luego Westinghouse. Este Mauricio era cuñado del célebre tabernero Antonio Gamboa de San Lorenzo y además estaba emparentado con los Rincón Manosalvas familia de la calle Zarco.   



Casas Campo Madre de Dios

SEGUNDO GRUPO DE CASAS
(Detrás Cuartel Policial Nacional)

Estas veinticuatro casas que aparecen en la foto de la revista "TIERRA", órgano de la Federación de los Sindicatos-Católicos Agrarios de Córdoba, son de las mismas .características de las ya construidas en la explanada de San Cayetano. Fueron inauguradas el día 11 de marzo de 1923 a las cuatro de la tarde, según nos relata el "DIARIO CÓRDOBA".

Estas fueron prácticamente las primeras casas que desaparecieron con la urbanización de toda aquella zona cercana a la Cuesta de la Pólvora. Las últimas casas se podían contemplar en una calle paralela y posterior a lo que es el Cuartel de la Policía Nacional., 


Con la construcción en 1956 lo que fueron las instalaciones de "Lonjas y Mercados Municipales, además de cambiar la bonita fuente y llevarla junto a la acera del antiguo "Bar Casa Miguelito", que entre otras cosas destacó por estar especializado por aquellos años de 1950, en pescado frito del Río Guadalquivir. Todo el entorno de la casas baratas fue alterado y muchas de ellas vendidas para dar lugar a nuevos edificios de construcción más elevada, con lo que suponía de aprovechamiento del terreno. Aquí fue posiblemente en donde primero desaparecieron esas casitas.



Calle Álvaro Paulo (Jardín del Alpargate) 

3º GRUPO DE CASAS "MARRUBIAL"

El Marrubial era la zona límite del barrio de San Lorenzo con lo que se podía entender como "El Campo", en donde estaban instalados los padres trinitarios, estaba el Cuartel de Sagunto, la Plaza de Jardín del Alpargate. Lo que hoy es la Avenida de Barcelona, era espacio ocupado por la "Huerta Tras la Puerta". Pues bien, entre la "Huerta Tras la Puerta" y la Puerta de Plasencia, se habilitó un terreno que pertenecía a la propia Huerta, y allí se construyó este grupo de casas baratas, con el que se inauguró la llamada Calle Álvaro Paulo.

Había dos filas de casas que daban la fachada a la citada calle Álvaro Paulo, y luego posteriormente también se construyó otra fila de casas en la margen derecha de la Puerta de Plasencia, en la acera frontera al Cuartel de Sagunto. Al final de esta fila de casas se construyó una escuela para niñas con dependencia para la maestra y capacidad para 50 niñas. Colegio que estuvo funcionando hasta mediados los años 1970.

Se puede decir que las maestras que todos conocimos allí fueron doña Antonia Moreno y doña Matilde Requena. Llamaba la atención los dos espléndidas moredas que había a la puerta del Colegio. La mayoría de las muchachas del Jardín del Alpargate, calle María Auxiliadora y aledaños fueron alumnas de este Colegio, al que se le llamó popularmente como "El Colegio de doña Antonia".

En esta calle Álvaro Paulo, vivieron los hermanos "De la Rubia", los "Manosalvas", los "Villalba", los "Arévalo", los "Soto", los "Aranda", los "García Pérez", los "García". los "Luque", los "Lucena" etc.

Al final de esta calle y a la derecha, hubo una Bodeguita que pillaba dos casas unidas. Tenía dos naranjos y una lima, y por ello a la Bodeguita se le puso el nombre simpático de "Los Arbolitos" que fue santo y seña de esta calle, sobre todo en las fechas de la Navidad. El dueño de esta Bodeguita era un "Pulgarín" importante empleado de las Bodegas Cruz Conde, y se cuenta que un familiar suyo, fue el primer "cantaor" que después de ejecutar todos los "palos" ganó un concurso de cante jondo celebrado en la Plaza de Toros de los Tejares, y el veredicto de triunfador se lo adjudicó el público, que lo expresó por el tiempo que duró su aplauso.