jueves, 24 de junio de 2010

Memorias del Fútbol de Córdoba

EL MUNDO DEL FUTBOL

El fútbol es uno de los deportes más populares y practicados del mundo, tanto a nivel amateur como a nivel de profesión. Pero la historia del fútbol, lejos de estar ligada siempre a la grandeza de un deporte popular, ha estado sujeta a los avatares de la historia de la humanidad y adaptándose a cada cultura hasta llegar a convertirse en lo que hoy conocemos por fútbol.

EL FUTBOL COMO SIMBOLO DE DISTINCION

En la zona británica también se le conoce como 'soccer', que es una abreviación del término 'Association' que se refiere a la mencionada Football Association inglesa. El uso de un término u otro dependía del status de la clase social en la que se practicaba; así las clases altas jugaban al 'soccer' en las escuelas privadas mientras que las clases trabajadoras jugaban al 'football' en las escuelas públicas.


EL FUTBOL SE EXTIENDE POR EUROPA

El fútbol se hizo muy popular en las Islas Británicas y se extendió gracias a los trabajadores ingleses que marchaban al extranjero con las grandes sociedades financieras y empresas mineras. También se exportó el nombre del deporte, llamándose 'fußball' en Alemania, 'voetbal' en Holanda, 'fotbal' en Escandinavia, 'futebol' en Portugal o 'fútbol' en España, por ejemplo. Pronto surgieron nuevos equipos por toda Europa, como Le Havre Athletic Club en Francia (1.872) o el Génova en Italia (1.893).

En España donde primero se comenzó a jugar al fútbol fue en la zona de las Minas de Riotinto (Huelva). Así nació el primer equipo español, el "Huelva Recreation Club" en 1.889, formado exclusivamente por jugadores extranjeros; posteriormente se fundaron el Palamós, el Águilas, el Athletic de Bilbao y el F. C. Barcelona. En 1.902 se disputó la primera competición oficial, la Copa del Rey Alfonso XIII, en la que el Vizcaya le ganó al Barcelona en la final por 2-1.

Ya en el siglo XX, el 21 de mayo de 1.904 se funda la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) y por primera vez se establecen reglas mundiales.


COMPETICIONES MÁS IMPORTANTES

En cuanto a las competiciones a nivel mundial, el torneo más importante es la Copa del Mundo, en lo que a selecciones nacionales se refiere. En cuanto a clubes, se puede seguir considerando como torneo más importante la Copa Intercontinental, que enfrenta al campeón de Europa y al campeón de Sudamérica. Sin embargo, la creación del Campeonato del Mundo de Clubes de la FIFA, el Mundialito, haría que se pudiera considerar como el más importante, puesto que participan los mejores equipos de cada federación continental.


EL FUTBOL EN CORDOBA

La ciudad de Córdoba puede ser muy famosa en la historia, de España y a nivel mundial, pero evidentemente por su relación con el fútbol oficial, no pasa de un plano más que discreto, puesto que sus equipos en competiciones oficiales no son de los más sonados en el concierto nacional. Eso no quita para que en Córdoba capital y desde casi principios de siglo los equipos de barrio, empresas y agrupaciones, compitieran con todo el ardor y afición del mundo. De aquellos equipos podemos citar entre otros al equipo de la Electro Mecánicas, El Colombia de la Huerta la Reina, El Realejo, El Alcázar, El San Lorenzo, Los Onces Rojos, El Colón y El Fortuna entre otros. Todos estos equipos compuestos de jugadores aficionados que alternaban el fútbol con el trabajo, dieron pie en años posteriores a equipos de categorías profesionales, como el Rácing, el San Álvaro y posteriormente el Córdoba. (1954)


Personas , Jugadores y Anécdotas

Los futbolistas profesionales que ha dado Córdoba son de todos bien conocidos, bien por las crónicas de los periódicos, las revistas o cualquier estadística. Pero yo quiero mencionar aquí a algunos de los personajes o jugadores que dieran vida a aquel fútbol incipiente sobre todo después de la guerra y que no aparecen por ningún sitio, citando incluso algunas anécdotas.

LAS TERTULIAS DE FÚTBOL

Manolo Cerezo: “El bizco Cerezo”

Personaje entrañable para los que tuvimos la suerte de convivir con él por aquellos tiempos en el barrio de San Lorenzo. El desde su “puesto-carrillo de tabaco” que tenía ubicado entre las tabernas de Casa Manolo y Casa Miguel Cosano, (luego Gamboa), en donde él todas las tardes “ponía” su mencionado quiosco hasta altas horas de la noche. A parte de cuatro “caramelos” y unas cuantas “sultanas”, lo que este hombre vendía era tabaco, en la forma de cigarro a cigarro, bien fuera de bisonte, ideales, hebra, y diana.

Este trabajo era un complemento para él que era de profesión albañil. Todos los días desde su calle la Rosalas, venía con su “mercancía” más que dispuesto a vender, si a “abrir” su “casinillo tertulia de fútbol”, que era en lo que se convertía todos los días su puesto. Por esa tertulia pasaban muchos aficionados y algunos de ellos muy entendidos del balompié. Allí se hablaba de la liga, de la copa, del Córdoba y de todo lo que oliera a fútbol. Este simpático personaje siempre se ufanaba de ser un gran atlético, y protagonizó momentos de alegría y llantos.

LA ANÉCDOTA

Era una persona muy confiada y por el fútbol y por los amigos se prestaba a veces a misiones o encargos que más de una vez le complicaron la vida. De la noche a la mañana cambió el “carrillo” y pasó a regentar un “tabernucho” en el que sólo había “aceitunas partidas” y vino. En realidad aquel establecimiento era una “tapadera” para que los Dávila, Vicente Soler, Curreles, El chico Fortuna, Amaro, Martínez y otros más, todos consumados “burlangas” pudieran jugar tranquilamente al juego que quisieran que por aquellos tiempos prohibido. Además y para más complicación un asiduo cliente ferroviario de la calle de la Peña, le había dejado “en deposito” unas mercancías al parecer “desviadas de su camino normal” y cuando éste individuo fue detenido por esta costumbre, metieron también al bueno de Manolo “El bizco” en el Talego. Afortunadamente todo el asunto se aclaró y sólo estuvo unos pocos días.


Rafael García Repullo “El Tinte” (1923-2000)

Rafael García Repullo, el “Tinte”, jugó en el equipo del San Lorenzo, Electro Mecánicas, Córdoba y Atlético de Madrid, posteriormente se hizo entrenador de fútbol, y terminó entrenando unas cuantas temporadas a su Atlético.

El “Tinte”, había nacido en la calle Zarco, posteriormente se mudó su familia a la calle Ocaña, muy cerca de la “Beatilla” y posteriormente se trasladaron a la calle Badanas, a espaldas de las Bodegas Campos. De allí se marchó para Madrid en donde jugó en el Atlético de Madrid, con un fichaje que fue sonado para la época. A pesar de su estancia en Madrid, el venía todos los veranos a su barrio en donde se encontraba con sus amigos de toda la vida, fundamentalmente con Vicente Soler el Confitero, con el que echaba animadas y simpáticas tertulias, en donde recordaban y hablaban de sus tiempos. Aprovechando una de estas estancias en Córdoba, se casó con Juanita, su novia de toda la vida. Dicha boda se celebró a las ocho de la mañana en la Iglesia del Juramento (San Rafael), y lógicamente los casó D. Antonio García Laguna “El cura guapo”, con el que le unía gran amistad, sobre todo por su tía la “Repulla” (Josefíta Repullo), la “alcaldesa” de San Rafael.

El siempre que podía pasaba las vacaciones en Córdoba. San Lorenzo y su amigo Vicente Soler, eran sus referentes. Y daba gusto oírles comentar aquellas anécdotas de cuando jugaba en el San Lorenzo y Vicente era el delegado del equipo que lo acompañaba a los viajes.

LA ANÉCDOTA

Recordando aquellos tiempos contaban cuando se tuvieron que desplazar a jugar al Puerta de Santa María con el San Lorenzo, y por encontrarse el pueblo en fiestas, no había posibilidad de hospedaje al estilo sencillo de lo que era un equipo de barrio y se vio obligado Vicente a “alojarlos” en una casa de “prostitutas”. El “Guito” y “El Tinte” se mondaban de risa y se jactaban de que al siguiente día empataron a dos el partido.

Cuando las cosas le empezaron a ir mal por Madrid, alguien con cierta influencia lo colocó de ordenanza en lo que antes se llamaba el Instituto Nacional de Previsión (Caja Nacional), y enseguida se planteo su traslado definitivo a Córdoba. Aquí estuvo trabajando los últimos años hasta su jubilación. Era impresionante ver la figura del “Tinte”, con su corpachón tan enorme y vestido de azul (de ordenanza), bajar todos los días por el Viaducto del Pretorio, en dirección a su casa en la confluencia de Santa Rosa con Valdeolleros. (Pisos de Carbonell).

Rafael el “Tinte”, de nuevo en Córdoba, tenía amigos por todas partes y empezó a formar parte de varias tertulias. Por esa razón contactó con Antonio el “Pintado” dueño de la taberna Góngora y gran amigo de la saga de los “Flores”, personajes ilustres de la Peña Puerta Nueva; allí disfrutó además de las tertulias en la citada taberna, de los peroles que echaban semanalmente en la finca “El Negrete”en donde además de los citados Flores, se alternaba con Antonio Hungría “El fontanero”, El “PicaorPelaopos, Paco Herrera “El sordo” y otros muchos amigos más. También los jueves era fiel a su cita en la Sociedad de Plateros de San Lorenzo, en donde tertuliaba con un grupo de fundadores de la famosa “Peña los 14 Pollitos”, como eran “El Fati”, Pedro Moreno, (La Perica) José Mena, Ricardo el “Latas” y D. José Alcalá, que hacía como siempre las veces de secretario..

Igualmente todos los días era fiel a la tertulia que se formaba en la taberna Góngora, esquina a la calle Fitero, en torno a las 12 de la mañana. Allí charlaba con Antonio Blanco, “El de Roses”, Baldomero “El droguero”, Ricardo “El latas” y Manuel Alfaro “El calderero”. Todos estos amigos se sorprendieron enormemente cuando la mujer que tenía de asistenta se lo encontró muerto el 11 de Enero del 2000, sentado en su sillón y con las luces encendidas y la televisión puesta. Su entierro se celebró en la Iglesia del Juramento (San Rafael), por su sabido expreso deseo.


José Villalonga Morente (El chato) (1919-1973)

Posiblemente el mejor entrenador del fútbol español. Fue profesor de la Escuela de entrenadores y un gran seleccionador.

Pepe Villalonga, nació en Córdoba el 4 de Diciembre de 1919. Y lo hizo en la calle de Ambrosio de Morales, nº 12. La casa está actualmente tal como su familia la habitaba, y se halla situada en la misma calle del Reloj y enfrente de la que fue Casa Central del Monte de Piedad y Caja de Ahorros del Sr. Medina, embrión de lo que luego fue la problemática Caja Sur.

Era hijo de D. Joaquín Villalonga y Munar, notario de profesión, y de . María del Carmen Morente Regidor. Tanto su padre como su madre eran de Palma de Mallorca y de Segovia respectivamente, por lo que se intuye que la profesión del padre fue determinante para que toda su juventud se desarrollara en Córdoba. Gran aficionado al fútbol jugó en Córdoba en el equipo aficionado del antiguo Hospicio, al que se le denominaba “Los Once Rojos”; siempre le gustó los temas de la Educación Física en donde en temas de fútbol fue un consumado maestro.

Con 18 años se marchó a Madrid, para lo cual tuvo que emanciparse de su madre (viuda), según certificado del Juez, fechado el 16 de Abril de 1939.

Soldado voluntario en la Guerra Civil a los 16 años de edad, a los 18 era alférez provisional. Al acabar la contienda civil española ingresó en la Academia Militar y en 1947, con el grado de teniente, fue nombrado profesor de Educación Física en la Escuela Central de Toledo. Consiguió el título nacional de entrenador de fútbol en el año 1949, curso celebrado en Burgos, en la Ciudad Deportiva Dos de Mayo, bajo la dirección de José Luis Lasplazas y por primera vez organizado por la Real Federación Española de Fútbol.


En 1952 se incorporó al Real Madrid como preparador físico y, en Diciembre de 1954, sustituyó al dimitido Enrique Fernández como entrenador del primer equipo. Durante los dos años y medio que estuvo al frente del Madrid consiguió dos Ligas, y el mismo número de Copas de Europa y Latinas. Al finalizar su contrato no lo renovó, según le dijeron por aquel entonces, por las discrepancias que tuvo con Santiago Bernabéu.

Comenzado el Campeonato de Liga 1962-63 fue nombrado seleccionador nacional por la junta directiva de la Federación Española que presidía Benito Pico. En aquellos momentos, Villalonga era comandante de infantería con destino como ayudante del general José Felipe Gálvez. Por todos los equipos que pasó, así como en su etapa de seleccionador nacional, José Villalonga puso de manifiesto sus rigurosos métodos de trabajo y su disciplina militar.

En el año 1964, consiguió la Copa de Europa de Naciones, en la famosa final del estadio Santiago Bernabeu, en la que venció a la Selección Rusa (2-1), con el famoso gol de Marcelino.

En rueda de prensa multitudinaria de todo el equipo, hizo ofrecimiento del triunfo al Jefe del Estado y a la afición española por el apoyo que les prestaron en todo momento.

A pesar de que hubo muchas quejas de que alternara el puesto de entrenador del Atlético con el de Seleccionador Nacional, consiguió también triunfos con el equipo rojiblanco, al que hizo campeón dos veces de la Copa del Generalísimo y de la Copa Intercontinental. Murió prematuramente con las manos en la masa como suele decirse en el 1973. Tenía 54 años de edad.


EL FUTBOL MODESTO

Paralelamente a estos acontecimientos surgieron en Córdoba, una cantera de equipos modestos en todas las categorías, que llenaron toda la geografía de los barrios de la Ciudad. El Estadio América, El campo de la Electro Mecánicas, El Estadio de Lepanto, El Estadio San Eulogio, y de manera muy especial los campos de fútbol de los Salesianos fueron los escenarios donde tenían lugar todos los fines de semana multitud de partidos llamados del fútbol modesto, y en donde buena parte de la juventud de Córdoba, demostraba su gran afición y disfrutaba con este deporte.

Es tan intensa la cantidad de grandes y buenos jugadores que han pasado por estos campos del fútbol modesto cordobés, que no queremos hacer distingos, pero si queremos citar a dos personas entrañables a las que le debe mucho el fútbol modesto cordobés.


D. José María Izquierdo Pérez (Salesiano)

Este Salesiano de sencillez y aspecto pueblerino era un gran matemático, y más de una vez se pudo apreciar su lucidez y clarividencia en los planteamientos y resolución de problemas de la ciencia de Pitágoras.. Pero a este gran hombre la Divina Providencia lo había enviado por otros caminos con su sacerdocio. Tras su ordenación sacerdotal y un breve periodo en Triana, recaló en Córdoba (1953), y empezó una actividad maravillosa en el “En El Patio” con su Oratorio festivo Salesiano. Llegaban los veranos y llenaba el Colegio de cientos y cientos de jóvenes ávidos de jugar al fútbol en multitud de partidos y equipos. Fue el Salesiano que atrajo a la mayoría de la juventud de Córdoba, con el atractivo del fútbol. Chicos y grandes participaban en esos campeonatos que primorosamente elaboraban sus colaboradores. Se daban esta multitud de partidos, sin árbitros oficiales de la Federación, ya que sólo contaba con la colaboración, de los “Figueroa”, “El Tarta”, “El cachas Negras”, “El Carioco” “El Lucas” y un sin fin más de colaboradores, que además de desinteresados jamás plantearon ningún problema de orden. D. José María, tenía una aceptación y respeto total de todo el mundo y su sola presencia era más que suficiente para que todo funcionara perfectamente. El fútbol cordobés le debe a este sencillo salesiano un homenaje permanente.

LA ANÉCDOTA

Una tarde de verano y cuando todos los veladores de la terraza de San Lorenzo estaban llenos de gente, apareció por la calle Maria Auxiliadora, Rafael García Gil, “El Cachas Negras”, vestido de fraile y echando bendiciones por doquier. Aquello resultó entre cómico y grotesco, ver a aquel personaje tan singular en el barrio, con aquella ropa de Hermano Fosor (Guadíx). En una mesa estaban sentados “El Figueroa”, “El Carioco”, “El Tarta” y “El Mariquita azucar”, que la tomaron con el intrépido fraile y le empezaron a tirar el gorro de mesa en mesa, terminando en el pilón de la fuente próxima. Al final el “improvisado” fraile dejó de echar bendiciones y se marchó para su casa en la cercana calle Roelas. A los pocos días fue expulsado de esa meritoria orden.


Don José Reus Piña (Refundador del San Lorenzo)

Pepe Reus, como así se le conocía en el fútbol fue un hombre que desde que nació en las Costanillas, en donde fue vecino de Amaro y del Quirro, ambos jugadores del histórico San Álvaro. Fue un hombre que estuvo ligado en cuerpo y alma a su San Lorenzo, al que le cupo el honor de refundar

Pepe Reus, era un hombre sencillo y todo el capital de su vida, lo puso siempre al servicio de su equipo del alma. Se preocupó de estadísticas, historia, y toda la cronología de su equipo, teniendo una completo archivo histórico del mismo.

Era un hombre que amaba la deportividad y la corrección de sus jugadores, por los que era respetado por todos los estamentos del fútbol, especialmente por la Federación Cordobesa. E incluso formó parte de ella en su seno ejecutivo.

Todos los jugadores que pasaron por sus equipos le tuvieron un gran respeto, aprecio y cariño. Desgraciadamente murió también muy joven. Entre sus más importantes colaboradores citaremos por su popularidad a Luís López Caballero, “La Vieja” que fue durante mucho tiempo el sufrido entrenador del equipo, y como no al famoso “Coco el Pescaero”, que andaba siempre colaborando con él. Como detalle simpático de éste último personaje podemos decir que José Jiménez “Pepe el tabernero”, contaba que el simpático “Coco”, batió un día todos los record que él recordaba de su taberna Casa Manolo, pues celebrando un día un triunfo del San Lorenzo (Ascendió a la Regional Preferente), se tomó nada más y nada menos que 32 medios de “Fino Príncipe”, en una sola jornada.”, además sin que se le cayera el palillo de dientes que siempre llevaba en la oreja. De testigos estaban el amigo Polo, Paco el “Barbero”, Juan Romero y el amigo Carrillo.

A José Reus Piña, el fútbol modesto cordobés le debe un aplauso permanente por su entrega y tesón.

LA ANÉCDOTA

Luís López Caballero, “La Vieja”, fue un personaje unido al San Lorenzo de casi toda la vida. Joyero de profesión, en sus años de profesión fue un gran profesional que le trabajaba a los mejores clientes de Córdoba. Yo le visité varias veces en su casa del Cerro de la Golondrina, en donde tenía el taller. A esa casa los nenes del barrio la llamábamos “La Casa de la Viejas”, porque nunca llegó a terminarse. Quizás de ahí le viniera el apodo de la “Vieja”.


José Santiago Murillo "El Pavo"

De entrada hay que significar que José Santiago Murillo (El pavo), es una excelente persona, simpática y dicharachera. Nacido en Posadas al final de los años cuarenta, se afincó en Córdoba, en donde empezó a jugar en los equipos de la ciudad. A mediados de los años sesenta ingresó en La Cenemesa, y empezó a jugar en el equipo de empresas y lógicamente destacó como un fino delantero centro. Fue en el Estadio San Eulogio, en donde después de un partido amistoso con el en contra del San Lorenzo, Pepe Reus, se interesó por varios jugadores del Cenemesa, entre ellos uno al que apodaban “El Ufarte” y al mismo “Pavo”. Alfonso Muñoz y Pepín Luna, mentores del equipo de la Cenemesa, facilitaron encantados dicha cesión.

Este futbolista dio buenas tardes al equipo del San Lorenzo y subió su nombre en el fútbol provincial, fichando por varios equipos de tercera división. Sinceramente este jugador no llegó a un triunfo total, porque no fue capaz de sacrificarse por lo que más le gustaba que era el fútbol.

LA ANÉCDOTA

A José Santiago Murillo, se le apareció la “Virgen” como suele decirse cuando subió el Rey Juan Carlos al Poder. Pues la amnistía que se derivó de todo aquello evitó que fuera expulsado de la empresa por “RAZONES OBJETIVAS SEGÚN EL VIGENTE ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES”. Efectivamente, aquel histórico Comité de Empresa formado por los Manuel Rubia Molero, Lucas León Simón, Juan Jiménez Costilla, Emilio Fernández Cruz, Manuel Alcalá Ocaña, Antonio Muñoz Otero, etc. etc. registrarían en sus actas del Comité la comunicación de la Empresa de que había incoado un expediente de expulsión a José Santiago Murillo (El Pavo), por faltas reiteradas al trabajo (dos años y medio), bajo el parte médico de “Lumbalgia”. La empresa presentó todos los documentos oficiales en los que la propia Federación Andaluza de Fútbol, a consultas del abogado de la fábrica D. Pedro Salinas González, decía los siguiente: “Este jugador ha sido sometido a principios de temporada a todos los reconocimientos preceptivos de rigor y en todos ellos su estado es aceptable para la practica del fútbol”. Y sigue: “Además este jugador durante ese periodo de tiempo ha sido alineado en todos los puestos del equipo menos en el de portero”. Estas dos informaciones en documentos oficiales de la Federación. Es curioso que estuviera dado de baja por “Lumbalgia” que le impedía trabajar en su mesa de despacho, y estuviera “apto” para jugar al fútbol en tercera División con el Palma del Río, y el Martos domingo tras domingo.

Decimos que se le apareció “La Virgen”, porque a raíz de aquello se afilió a la UGT, y dado su carácter agradable y simpático hizo carrera. Primero fue Concejal del Primer Ayuntamiento Democrático de Córdoba; luego aunque el PSOE por boca de Francisco Mármol, lo apartó de los temas electorales, pero hizo de “Asesor simpático” de José Salinas en la Diputación, y después de bastantes años de colaboración en distintos cargos politicos, parece ser que anda en cargos de representación en el fútbol cordobés.


domingo, 6 de junio de 2010

Libertades Sindicales

Aquel "Jurado de Empresa"

Cenemesa 1960-1974


En la década de los sesenta y principios de los setenta el movimiento sindical que existía eran los llamados Sindicatos Verticales, que fueron concebidos por el régimen franquista, para que de forma oficial los intereses de los trabajadores y empresarios, estuvieran en permanente contacto. Estos sindicatos fueron históricamente denostados y ridiculizados por los que se decían demócratas. Hoy que ya existen sindicatos demócratas, perfectamente subvencionados por el gobierno de turno, es curioso poder comprobar como el edificio emblemático de los antiguos sindicatos franquistas, sigue en la actualidad ocupado por El Sindicato Comisiones Obreras y los propios empresarios.

A los compañeros que formaron parte de aquellos sindicatos verticales, no se les puede hacer culpables de que en España no se produjeran huelgas, ya que estaban prohibidas por Ley, pero aún así, hubo Jurados de Empresa, que acometieron protestas y paros significativos. A estos compañeros no se le puede negar de su entrega y su honradez en la defensa de los intereses de los trabajadores. La mayoría de los trabajadores que formaban este colectivo llamado Jurado de Empresa, accedían al mismo después de ganar unas elecciones en las que los trabajadores votaban libremente a quienes querían.

En la década de los sesenta los compañeros más significativos del Jurado de Empresa, de Cenemesa fueron:

Blas Pérez Poyato, Rafael Conejo Córdoba, Francisco López García, Francisco Galindo Ruso, Rafael Díaz Muñoz, Manuel Fernández Marivela, Emilio Fernández Cruz, Rafalin Caballero Sánchez, Antonio Domínguez, Benito Castilla. Fernando García, Juan Labrador, Consuelo Simón, etc. etc. Estos compañeros no tenían el compromiso de sentirse “orientados” desde fuera por ningún partido. Pero eso no quita para que en todo momento lucharan por defender los intereses de sus compañeros.

Además de estas personas había otras que no estaban en escena, y que también tuvieron su importancia y actuaron muchas veces como “asesores”. Este podría ser el caso de Pedro Reina Ramírez y Bartolomé Cabello, ambos pertenecientes a Producción de Transformadores, y que representaban a un grupo que se conocían la fábrica como nadie. Este grupo de compañeros eran por lo general de las personas más influyentes y mejor informadas de fábrica.

Entre los cuatro o cinco Convenios que se firmaron en esta década, podemos citar las mejoras que venían reflejadas en aquellos cuadernillos y que se nos entregaba a todos los componentes de la plantilla. En estos ejemplares venían detallados incluso los artículos de nuestro Régimen Interior. Eran tan completos y bien estructurados estos boletines, que incluso la Delegación de Trabajo, adoptó los criterios de sus enunciados para “redactar” los Convenios Interprovinciales del Sector del Metal.

A modo de recordatorio, podemos citar una relación de las mejoras más importantes conseguidas por el Jurado de Empresa en aquellas épocas, y que beneficiaban a todos los trabajadores. Estos acuerdos aparecían firmados por la Empresa y todos los miembros del Jurado.

-Consiguieron eliminar la obligación de recuperar las fiestas recuperables

Efectivamente en fábrica a principios de los sesenta existían una serie de fiestas que tenían carácter de recuperables, y su recuperación se llevaba a cabo ampliando la jornada de los días normales..

-Se acortó la jornada laboral de forma que el sábado pasó a ser no laborable.

Se consiguió acordar con la empresa una jornada anual que permitía trabajar solamente de lunes a viernes.

-Revalorización de las horas extras

Se actualizó la fórmula de valoración del precio de las horas extras actualizando en criterio de acuerdo total con la reglamentación.

-Implantaron un Sistema de Incentivos Crea, que podía suponer un 60% + de sueldo

Se procedió a implantar un sistema de incentivos para las tareas de taller, con el asesoramiento de la empresa CREA. Se implantó de forma gradual, afectando incluso al personal indirecto.

-Lograron que se reconocieran de forma general los complementos de Tóxicos, Penosos y Peligrosos, en los trabajos que lo requerían. Cada complemento suponía un 10% del sueldo base.

De acuerdo con el Comité de Seguridad e Higiene, se estudiaron todos los puestos de trabajo que pudieran estar afectados de estos inconvenientes. El estudio fue de mutuo acuerdo empresa y Comité de Seguridad.

-Se instauró el Premio de Vinculación a los 25 años

A todo trabajador que cumplía 25 años de permanencia, se le daba de premio equivalente al 15% de su nómina anual.

-Igualmente se consiguió el Premio de Vinculación a los 40 años

Igualmente se estableció un premio económico para el trabajador que cumpliera una permanencia de 40 años en la empresa, que consistía en el 25%. De su nómina anual.

-Se consiguió que los trabajadores dados de baja médica, recibieran una ayuda adicional, además de cobrar El 100% del sueldo.

La fábrica a petición del Jurado de Empresa, creo un “fondo de enfermedad”, con el que se subvencionaba a aquellos trabajadores que estaban en larga enfermedad. Simultáneamente también se consiguió que le empresa en caso de larga enfermedad, le garantizaba al trabajador el 100%.

-Se dotó un fondo a nivel de Sociedad para anticipos Reintegrables, para ayuda de los trabajadores en situaciones de necesidad. El importe era una anualidad de sueldo a pagar en dos años sin intereses.

A nivel de Sociedad y en función del valor total de la nómina, se fijaba un fondo para anticipos reintegrables. Este anticipo se adjudicaba de mutuo acuerdo entre la empresa y el Jurado, para atender casos de necesidad justificada. El importe suponía una mensualidad a pagar en dos años, sin intereses.

-Se consiguió que el valor de las pagas extras para el personal de taller, pasara de 20 días a 30 días.

El importe de las pagas extras estaba fijado en 20 días. El jurado de empresa consiguió que pasara a 30 días.

-Se logró que el descanso anual (vacaciones) se convirtiera en 30 días naturales..

-El permiso del personal obrero era de 20 días anuales, y el Jurado de Empresa, consiguió los 30 días anuales.

-Se posibilitó la adquisición de electrodomésticos al precio de costo y en pagos aplazados a 48 meses.

Se consiguió de la empresa que financiera una operación de electrodomésticos para todos los trabajadores de fábrica, inclusive para los jubilados. Esta se repitió dos veces

-Se dotó a todos los trabajadores de un Seguro de Vida, en donde la fábrica pagaba el 70% de la prima.

Se obtuvo de la empresa que dotara a todos los trabajadores de un seguro de vida, con la Empresa la Estrella. La empresa pagaba el 70% de la prima, el resto lo pagaba el trabajador. En caso de causar baja por enfermedad, el trabajador recuperaba el seguro integro.

-Se realizó una valoración de puestos de trabajo, para valorar mejor económicamente las tareas concretas, que cada trabajador realizaba.

También se consiguió de la empresa que hiciera un estudio de todos los puestos de trabajo de fábrica, que en general fue favorable para bastantes trabajadores. En la práctica fue una subida de sueldo para muchos profesionales.

-Se dotó el Economato de productos de calidad y precios competitivos, colaborando con la empresa en su gestión.

Se dotó al Economato de una amplitud de productos, calidades y precios, así como se facilitó su entrega en los propios aparcamientos.

-Se sistematizó la entrega de la ropa y prendas de trabajo, estableciéndose las entregas de forma semestral.

-Se logró que cada trabajador, tuviera la tranquilidad de que sus prendas de trabajo se les entregaran de forma sistemática. No hacía falta añadir que todas las prendas eran del tipo “homologadas” perfectamente.

Al margen de estas mejoras evidentes, en el terreno de la Seguridad e Higiene, los trabajadores consiguieron todas las exigencias que recogía la Reglamentación, gracias al Comité de Seguridad e Higiene, Y por si se fallaba en algo, de inmediato actuaba el Inspector de Trabajo.

Con el decreto 55/63, de fecha 17 de enero de 1963, el gobierno estableció el salario mínimo a nivel nacional en 1800 pesetas mensuales o 60 pesetas diarias. Esto supuso los primeros conflictos con los que se enfrentó este Jurado de Empresa.

Como casi todas las reivindicaciones por aquellas épocas, éstas se fraguaron en la “Cortinas” (Sección de Soldadura) de la División de Aparellaje, puesto de trabajo habitual de Blas Pérez Poyato y Rafael Conejo Córdoba, que por aquellos tiempos, eran los líderes indiscutibles de aquel Jurado de Empresa, además de honrados, e “incansables” defensores de los trabajadores.

La interpretación de este decreto y sobre todo su articulo 4º (absorciones), fue el que motivó todos estos conflictos.

La cosa se complicó y se dieron en Aparellaje los primeros paros parciales, teniendo como centro de gravedad las mencionadas “cortinas”. Nada más enterarse de esta situación de paros, se personó en dicha Sección el Jefe de Personal, Sr. Jaén Lacalle, que intentó disuadir a los trabajadores de dicha postura. Al final acordaron una reunión para matizar y explicar la subida.

Serían interminables las actuaciones de este grupo de trabajadores, que sin depender de ningún partido, hicieron siempre gala de una independencia, integridad y capacidad de lucha incansables. Fueron épicas las discusiones incluso en el despacho del Director, donde Rafael Conejo Córdoba, dejó como celebre para el recuerdo aquella frase que un tanto alterado enfatizó: “Sr. Director que las lentejas y el pan valen igual para todos los trabajadores de esta fábrica”.

Para sus logros y aunque las huelgas estaban prohibidas por Ley, este Jurado de Empresa, supo presionar a los directivos de la fábrica, con medidas tan eficaces como “la baja productividad”. Esta medida descomponía más aún a la empresa que las propias huelgas. Pues no tenía a veces criterios objetivos para hacer una evaluación acertada.

Al principio de los setenta estos compañeros en su mayoría abandonaron sus cargos sindicales y ya dieron paso a los sindicatos “democráticos”, los cuales estaban fuertemente vinculados con los partidos políticos.

No obstante algunos de estos compañeros, de vez en cuando solían intervenir en aquellas “Asambleas” que se implantaron en fábrica y que lógicamente estaban “controladas” por el Nuevo Comité. Todavía recordamos muchos la intervención del bueno de Paco López García (+ 08-04-80), que llegado un momento de aquellas asambleas, el se creyó con la libertad de dar su opinión. Pues bien, ese compañero fue poco menos que “masacrado” por la osadía que tuvo de decir lo que pensaba. Fue precisamente el autor de un libro titulado paradójicamente “Susurros de Libertad”, el que se dirigió a él como un poseso llamándole poco más o menos como “Cucaracha y escarabajo”.

Paco López, antiguo Jurado de Empresa y una excelente persona, lloró de impotencia por sentirse injustamente maltratado por este individuo delante de todos los compañeros de fábrica. Algo parecido le pasó pero en menor medida al sindicalista de la UGT y excelente persona Ildefonso López. García-Sotoca. Allí el que osaba expresar su desacuerdo con los que “mandaban”, eran literalmente “vapuleados”. Aquella democracia sindical a pesar de los “susurros de libertad” era así.