El día 13 del mes de
agosto nos llegó la triste noticia de la muerte de José María Gutierrez “El
Guti”, como cariñosamente se le conocía por la parroquia de San Lorenzo y que
fue Hermano Mayor del Calvario de 1980 a 1992. Durante los últimos años le había
tocado cargar con una Cruz de sufrimientos que sólo las personas ejemplares
pueden soportarlo con la resignación cristiana que el lo hizo. José María tenía
62 años, y era un hombre dotado de unas cualidades de humanidad únicas.
Trabajador incansable, gran amigo de sus amigos y un ser tan humano e irrepetible
por muchas cosas.
En una ocasión me relató José
Bojollo Arjona, que Juan MartÍnez Cerrillo gran devoto de Nuestro padre Jesús
del Calvario, con todo lo que él podía saber de Cristos e imágenes, tenía una
devoción especial por este Cristo de San Lorenzo en Córdoba, dicen que cuando
fue a casarse el cura de la
Iglesia del Juramento don Antonio García Laguna, le ofreció
la solemnidad de su altar para su boda, no en balde y por aquella época allí se
casaba toda la gente importante de Córdoba. Pero el joven imaginero cautivado
por el Cristo del Calvario prefirió casarse ante su altar en la Parroquia de San
Lorenzo. Y si su devoción la demostró en los momentos felices de su vida, también
al morirse y cuando aún tenía su plena conciencia le dijo a su familia que
quería ir para el “gran viaje” con la túnica del Calvario.
Hemos reseñado aquí el
amor y la devoción que un imaginero sintió por el Cristo del Calvario, ahora
nos tocaría decir que JOSE MARIA GUTIERREZ CASARES, un hombre bueno, amable,
conciliador y gran trabajador,
entregó buena parte de su vida por su HERMANDAD del CALVARIO, de la que fue su
Hermano Mayor durante doce años y la verdad es que yo he conocido a bastantes y
buenos Hermanos Mayores: Pérez Casas, Parejo, Martinez, De la Cerda , De la Haba , García, Romero, etc.
etc, pero la capacidad de compromiso, la
entrega y el trabajo que observé en José Maria, para mi fue único y
providencial para mi Hermandad.
A su amigo de alma y
compañero en tantas vicisitudes en la Hermandad , Pepe Vivas, le pedí una pequeña
semblanza de José María y el me dijo:
“No te sé decir
exactamente cuando ingresó en la Cofradía. Yo llegué a la hermandad en 1965 o 66
de la mano de mi madrina para acompañar de nazareno a su hijo que
era muy pequeño. Es decir, que tendría 5 o 6 años y yo diez más. Por ese tiempo
ya conocía yo a José María porque estudiábamos en la academia Alcántara en la
calle Alfaros. Yo salí en la procesión un par de años con mi primo y arrastré a
José Mª a que me acompañara. Sería probablemente 1967 o 1968. Desde entonces el
Señor del Calvario ha querido que le acompañáramos para siempre.
En los años 70 ya siendo
veinteañeros, ambos desempeñamos algunos cargos en la junta de Gobierno. Me
acuerdo que yo entre en la Junta
de Gobierno como vice-secretario. (El Secretario y por tanto la persona de la
que yo dependía era José Estévez) José María desempeñó varios cargos desde el
año 72 en que comenzó su mandato como Hermano Mayor Fernando Romero. En estos
años varios amigos se unieron a nosotros: José Manuel Muñoz, Julián Hurtado que
estudiaban con nosotros el bachillerato nocturno en el Instituto Séneca.
En Córdoba ya había en
las cofradías un movimiento joven que se iba imponiendo. (La primera cuadrilla
de hermanos costaleros de los Estudiantes en la Expiración que sacó
Ignacio Torronteras Paz) Y ya las
hermandades tenían necesidad de ser algo DURANTE TODO EL AÑO, y no sólo en la Cuaresma como lo habían
sido antes.
En 1980 se cumplieron los
dos mandatos de Fernando Romero, y fue él el que vio en José María Gutiérrez a
la persona idónea para sucederle al frente de la Hermandad y creo que no
se equivocó. JOSE MARIA era un trabajador incansable y muy conciliador. Así que
se formó aquella Junta de Gobierno de jóvenes no sin el recelo de mucha gente
incluida la propia Agrupación de Cofradías. ¡Ya veremos que hacen estos! Decía
su presidente en el diario CÓRDOBA refiriéndose a la juventud en las
cofradías”.
OPINIÓN SOBRE ÉL
En el mundo cofrade desde
hace años se han ido acumulando una serie de palabras hechas que han dado lugar
a un vocabulario propio de las cofradías, así podemos oír que “Chicotá”,
“Bacalao”, “Madrugá”´, “Levantá”, etc. etc. todo ello pertenece a un mundo evolucionado
y rutinario en la forma de explicar la Semana Santa. Pero por encima de esas
experiencias tenemos la opinión de Pepe Bojollo, setenta y tres años como
sacristán de la parroquia, que para definir a los Hermanos Mayores y por
experiencias vividas empleaba estos tres vocablos:
El Hermano Mayor
“Florero” que sólo estaba para las fotos.
Luego estaba El Hermano
Mayor “Ni fu ni fa” que siempre se
quitaba de en medio escurriendo el bulto.
Y finalmente, estaba el
Hermano Mayor “Trabajador”, esa persona que de forma anónima, trabajaba intensamente
por su hermandad.
Pero en el caso de José
María Gutiérrez Casares, tengo que decir que ahora que está de moda el
bilinguismo con el inglés, hay una palabra que le viene como anillo al dedo;
“ONLY”, esta palabra nos indica que fue un Hermano Mayor único, singular y
providencial, y esto no lo digo yo, esto lo decía D. Valeriano Orden Palomino,
antiguo párroco de San Lorenzo.
Y es que él llegó a esta
Hermandad en un tiempo totalmente necesario para la Historia , fue el hombre
Providencial, que supo sacar del atasco y la atonía a esta Hermandad que era la
seña de identidad de este antiguo y popular Barrio de San Lorenzo.
Efectivamente a su
llegada a la Hermandad ,
ésta no pasaba por sus mejores momentos, pues su situación era poco menos que
precaria. Era muy normal oír a los propios hermanos lamentarse “veremos a ver
si el año que viene sacamos a la
Virgen ”, Todo eran un cúmulo de problemas y dificultades.
Con todos aquellos lamentos
y malos presagios, quiso poner fin de una vez por todas el bueno de José María,
para lo cual como hemos dicho se apoyó fundamentalmente en su amigo del alma
Pepe Vivas, en quien encontró el apoyo preciso que necesitaba para su aventura poco
menos que ilusionante. En ningún momento se creyeron que lo sabían todo, sino
que se rodearon de gente preparada y capaz, para lo que escucharón a muchas
personas que les supieron aconsejar por la senda y el sentido cristiano de cómo
tenía que ser la Semana
Santa.
Toda su ilusión inicial y
sus enormes ganas de trabajar las cuantificaron en reuniones serenas y
conciliadoras que ya tenían lugar en un local que le había cedido la parroquia.
Atrás quedaban las reuniones que celebraban en aquella casa prestada de la Calle Roelas o en casa del
droguero Alfonso. El nuevo local era pequeño y profundo, pero más profunda fue
su voluntad de sacar a flote todos estos proyectos.
El nunca solía asustarse de
los números, solamente le pedía a su Cristo del Calvario, la salud y las fuerzas
suficientes para llevar a cabo cualquier empresa.
Lo primero que propició fue
el tener una cuadrilla de costaleros, cuadrillas, que ya funcionaban en otras
cofradías. Para ello se rodeo de los colaboradores idóneos en todo momento. Y él se exigió el noble reto de que la Hermandad a la que ya amaba
profundamente, recobrara toda la solera que tuvo en la antigüedad. El deseaba una
Hermandad que funcionara durante todo el año y no solamente en la Semana Santa.
Tomando siempre las
decisiones de forma colegiada, pensó en el gran proyecto de hacerle al Cristo,
un trono acorde con su categoría y belleza. En 1985, la Junta Directiva tomó contacto
con un grupo de imagineros, que les fue recomendado por expertos amigos, que en
todo momento les dieron asesoramiento y consejo para consultar maquetas,
diseños y precios. Ese paso, que supo dar nuestra cofradía, significó un hito
en la Agrupación
de Cofradías, pero gran mérito fue tuyo José María.
-En el año 1986, pusiste en la calle el “tarugo” aquel pedazo de madera sin tallar, pero con unas formas
que causaron la sorpresa y admiración al mundo cofrade.
-La parihuela. El canasto sin tallar y los
candelabros sin terminar
Presupuesto: 1.490.000 pesetas.
En el año 1987 se terminaron los candelabros y la
talla del canasto con la crestería:
Presupuesto: 1.650.000 pesetas.
En el año 1988 se estrenaron los respiraderos y
los candelabros chicos:
Presupuesto: 1.380.000 pesetas.
En el año 1989 se compró el local para guardar el
paso que ya no se tuvo que ir para los talleres de escultores.
En el año 1990 comenzó a dorarse por los
candelabros y la cresteria y se compraron las coronillas de los guardabrisas,
el llamador y se doraron.
Presupuesto: 1.265.000 + 75.000 pesetas
En el año 1991 se doró el canasto y cartelas:
Presupuesto: 2.820.000 pesetas
En el año 1992, cuando acaba el tercer mandato de
José María, se terminó el dorado de los respiraderos.
Presupuesto: 2.000.000 pesetas
Importe total del paso 10.682.000 pesetas,
pagadas todas puntualmente. En seis años cumplió su precioso proyecto de trono
para su Cristo del Calvario.
Y para conseguir todos
estos dineros amigo José María, tú y tu equipo llevasteis a cabo el proyecto no
menos importante de la CASETA
DE FERIA en la que todos trabajasteis y mucho, pero tú como
en tantas ocasiones y en eso del trabajo, siempre dabas el primer paso.
Siempre se ha dicho que
detrás de un gran hombre hay una gran mujer y este ha sido el papel de Mari
Carmen Jimenez, en tu vida como cofrade del Calvario. Al poco de ser nombrado
Hermano Mayor, se celebró vuestro matrimonio que os dio dos hijos más para aumentar
la cuenta de cofrades de la
Hermandad. Tu esposa mejor que nadie sabe de tus desvelos y
entrega, ella mejor que nadie ha sabido de tus padecimientos que minaron tu
salud, ella mejor que nadie sabe de la casta de buen cordobés que has sido
siempre, pues después de tus ocupaciones, después de tu hermandad, estaba tu
otra pasión que era el equipo de tu ciudad “EL CÓRDOBA CF”. Y es que has sido
bueno y ejemplar para todo.
SU FUNERAL
En su funeral celebrado
el día 14 a
las siete de la tarde en la
Parroquia de San Lorenzo, ni el agobiante calor ni las ausencias
por vacaciones impidió que la gente que le quería llenara la Iglesia. Su párroco D.
Antonio Gil Moreno, que acostumbra a impartir su catequesis mediante brillantes
y fluidas homilías, se sintió un tanto “entrecortado” al mencionar el nombre de
José María, con toda seguridad, recordaría las de veces que se le ofreció como
voluntario para cualquier trabajo o colaboración a favor de la Parroquia.
Me comentaba el otro día
Pepe Bojollo, sacristán asiduo de San Lorenzo desde 1942, que para él, has sido
uno de los Hermanos Mayores más importantes en la Historia de la Hermandad :
“Mira que yo he conocido esta Hermandad desde
los tiempos de D. Juan de Austria y Carrión, y han pasado por ella muchos y
buenos Hermanos Mayores, pero yo siempre me he asombrado de la entrega y la capacidad
de trabajo de este hombre, que incluso con una pierna recién operada venía
todos los días a la parroquia a dar una vuelta. No me explico cómo al coche no
se le hundía el techo de tantas cosas como le cargaba encima, yo, tengo que
decirlo, a José María lo apreciaba mucho”.
Allá desde el Cielo que tanto se mereció, se alegrará como buen cordobés y cofrade, del "VIA CRUCIS MAGNO POR LA FE" celebrado en su querida Córdoba, en estos días.
Pero no cabe duda de que echará mucho de menos la presencia de su Hermandad el Cristo del Calvario, que en sus estatutos de 1772, (por lo que es una de las más antiguas de Córdoba), tiene en su recorrido, la realización del Via Crucis, que desde muy antiguo lo llevaba a cabo recorriendo los Campos del Marrubial, dando el Señor, incluso la bendición. Quizás tú desde allí que lo ves todo "más claro" lo entiendas, porque aquí nos hemos quedado muchos hermanos sin entenderlo.
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