domingo, 12 de octubre de 2014

EL TRIUNFO DE SAN RAFAEL


Una de las más interesantes manifestaciones de la devoción cordobesa a su Custodio El Arcángel San Rafael, lo constituyen los monumentos erigidos en su honor en distintas calles o plazas conocidos popularmente con el nombre de “TRIUNFOS”.

El Arcángel de San Rafael, se apareció en 1279 a Fray Simón de Sousa, y le pidió que el obispo don Pascual, hombre devoto y caritativo, coronara la torre de la Catedral con su efigie para que velara por Córdoba. Pero no cabe duda de que fueron las apariciones al venerable Andrés de las Roelas en 1578, con las que el pueblo de Córdoba con su Ayuntamiento a la cabeza, sirvieron para unir el nombre de Córdoba con El Arcángel San Rafael, nombrándolo como su Custodio. Por cierto que en este aspecto aunque el Ayuntamiento y el Obispado coincidían en muchas cosas, en otras como la creación de un patronato casi nunca se pusieron de acuerdo.

A partir de 1651 y con mucha participación del Ayuntamiento de Córdoba, se solicitó de las autoridades eclesiásticas que se considerasen los días 7 de mayo y 24 de octubre como fiestas para el rezo y dedicadas al Arcángel San Rafael. Don José Valdecañas y Herrera, concejal del Ayuntamiento fue una persona que prácticamente, pidió casa por casa, para la Iglesia de San Rafael.  

En la festividad del día 7 de mayo, hasta principios de los 50 del pasado siglo, el Ayuntamiento de Córdoba en pleno, solía acudir a la Iglesia de San Rafael, “Bajo Mazas” como solían decir nuestras madres, para participar en la fiesta. A pesar de todo este ceremonial, esta fiesta fue decayendo, quedando sólo para la feligresía y la Hermandad. La única fiesta solemne que quedó fue la del día 24 de octubre.

Cuando la Congregación para del Culto Divino en Roma aprobara la instauración de una fiesta y el rezo al Custodio de Córdoba, el Ayuntamiento organizó una serie de festejos para celebrarlo. Hubo concursos literarios, de poesía, corridas de toros, juegos de cañas y competiciones de barqueros en el río Guadalquivir, llegándose incluso a hacer salvas de arcabuses y mosquetes, por cierto que en estas competiciones los jóvenes próximos a la Calle Roelas, quisieron tener un protagonismo destacado por haber “sido vecinos” del virtuoso Padre Roelas, que como se sabe nació en esta Calle, en el nº 11.

En 1655, se funda la Hermandad de San Rafael, que será la que trabajará con las autoridades civiles y eclesiásticas de la ciudad por el engrandecimiento del culto al Ángel Custodio. El primer hermano mayor será don Gabriel González del Valle.

Después del Concilio Vaticano II, (1959-1965), la Iglesia reformó su santoral y se unificaron las fiestas de los 3 Arcángeles, San Rafael, San Miguel y San Gabriel, en el día 29 de septiembre.

Esto no sentó bien en la ciudad de Córdoba, y entonces, gracias al interés demostrado por don Antonio García Laguna, capellán de la Iglesia de San Rafael desde 1948- 1995, se le hizo llegar esa queja al obispo Monseñor Fernández Conde, que fue muy diligente en este asunto y consiguió que para la Ciudad de Córdoba, el día 24 de octubre siguiera celebrándose la festividad de San Rafael.

En 1713, y a instancias también del Ayuntamiento, se hacen gestiones para que la Iglesia adquiera lo que fue la casa del padre Roelas, a fin de edificar en ella una capilla o ermita para darle culto. Hubo bastantes dificultades y por fin en 1735, se pudo inaugurar esta iglesia. Los jóvenes de San Lorenzo colaboraron en esta tarea. Todavía por la Calle Roelas, se puede apreciar lo que fue la entrada de esta iglesia e incluso el pequeño campanario.

Cualquiera que se quiera imaginar aquella primitiva Iglesia, solo tiene que visitar la actual sacristía de San Rafael y se hará una idea de aquella primera Iglesia, el pilón negro de la fuente que hay en ella, pertenece a aquella época.

El 23 de febrero de 1796, al quedar la Iglesia pequeña para el culto de los cordobeses, se decide la ampliación de la misma, para lo que hubo que comprar terreno de huertas colindantes. Con un proyecto de Vicente López de la Corredera, se construyó la nueva Iglesia que aportaba soluciones que ya se habían visto en Córdoba, como por ejemplo la cúpula muy parecida a la de Santa Victoria. La obras de la iglesia básica importó 62.450 reales, para una superficie de 395 varas cuadradas. Fue inaugurada en 1806.

En la fachada hay tres esculturas que representan a San Acísclo y Santa Victoria y la de San Rafael en el centro. Las figuras son de piedra  y cada una costó dos mil reales de vellón. Su autor fue Jerónimo Buti, un milanés afincado en Córdoba. (1799).

Tenemos que decir que nuestros padres y antepasados y nosotros mismos, pudimos ver como los vecinos de este barrio, siempre que había una tormenta,  deseaban de todo corazón de que empezara a “tocar el campanillo”. Para algunos, puestos a opinar, aquello era pura “sugestión”,  para otros muchos no, sea lo que fuere, lo cierto y verdad es que cuando “sonaba el campanillo”, todos quedábamos “confortados en la tranquilidad” de que no iba a pasar nada, ya que incluso parecía que las tormentas se desviaban de la vertical de Córdoba.

Otro recuerdo que en parte nos entristece, es que de las primeras personas que aportaron donativos para la obra de la Iglesia, fue don José Medina y Corella, que con 2.000 reales inició la lista. Este sacerdote a la postre sería el fundador del Monte de Piedad de Córdoba (1864). Esta entidad con el tiempo pasó a ser “De barca de salvación para muchos” “ A transatlántico de lujo” para unos pocos y al final se hundió lamentablemente (2010).


San Rafael en la Torre de San Pedro

En la aparición de San Rafael a Fray Simón de Sousa, le pidió que colocara sobre la torre una efigie suya. El obispo Pascual (1274-1293), temeroso de aquella petición hizo colocar una imagen  encima de la torre, si es verdad que se colocó una imagen pequeña, pero no está demostrado que sea de aquella época.

El obispo don Pascual era hombre virtuoso, y de una profunda fe, y una vez ocurriera su muerte,  pidió ser sepultado en un hospital que él fundara entre el río, la Puerta del Puente y el Seminario. Posteriormente se destinó aquello para cementerio de ahogados del río. Esto ocurrió en 1293. 

En la Iglesia de San Pedro, es donde se hallan todos los documentos relativos a las apariciones de San Rafael al padre Andres de las Roelas, así como el testamento de este virtuoso sacerdote. No entendemos como estos documentos o al menos una copia, no se encuentran en los archivos de la parroquia de San Lorenzo, que fue en el barrio en que nació,  vivió y posiblemente su murió.


San Rafael del Puente Romano

El día 29 de septiembre de 1651, por iniciativa del Jesuita P. Juan Bautista Caballero, en acción de gracias por haber terminado una grave epidemia de peste que había atribulado a la ciudad, se colocó sobre el pretil del Puente Romano una estatua de San Rafael labrada en piedra por el escultor cordobés Bernabé Gómez del Río.

Esto alegró mucho a los barqueros del río que con frecuencia se jugaban la vida a diario, en un río, que al no estar regulado por pantanos, causaba muchas veces estragos.

El único acceso rodado al Campo de la Verdad era a través del Puente Romano, que algunos autores árabes llegarón a decir “El puente de Augusto”. En el año 1952, este puente cobra una actividad inusitada, pues por el pasaban todos los “carrillos de varales” con los muebles de los que se mudaban a la Barriada de Fray Albino. No cabe duda de que el Custodio de Córdoba, se tenía que alegrar de que hubiera familias, que por fin iban a tener agua potable, la pila, la cocina y los servicios individuales entre otras comodidades.  Algunos, arrancaban a llorar de emoción cuando recibían la carta de adjudicación de su casa. Yo vi llorar a bastantes personas. Se cundió mucho por San Lorenzo lo de: “Chiquillo, le das un pellizco a la pared y sale el agua”.


Nos tocó ayudar a varias mudanzas, y daba gusto contemplar las Escuelas Rey Heredia, esbeltas, tranquilas y sosegadas, Casa Currito, El surtidor de la gasolina, El mosaico de Nitrato de Chile. Todo era como una nueva aventura al otro lado del río. A la primera casa que llegamos fue al nº 60 de la calle Pío XII, a donde se mudaba una hija de José Ruíz Lozano, bombero que durante los bombardeos de la guerra, retiró una bomba sin explotar de lo alto de la cubierta de la Catedral de Córdoba.

De vuelta, ya más tranquilos nos íbamos comiendo el membrillo que nos habían dado, además de 2 reales. El dinero lo empleamos para ir al Cine Astoria, que echaba la película KIM DE LA INDIA, de Errol Flínn. Por cierto por aquellas fechas coleccionábamos las estampas de Robín de los Bosques, con el mismo protagonista.

Me contaba el viejo el anticuario de libros de la Corredera, de que él presenció algunas de las discusiones que mantuvieron paseando cerca del San Rafael del puente, el obispo Fray Albino y don Antonio Cruz Conde, el tema no era otro que los alcantarillados públicos de la barriada, al parecer el alcalde le decia: “Usted está loco como se va a hacer tanta infraestructura para una barriada de casas de una sola planta”, pero el obispo siguió insistiendo “erre que erre” Naturalmente se hicieron los alcantarillados y el tiempo le dio la razón al obispo, pues ahora está de moda el tipo de construcciones que llaman “casas adosadas”.


San Rafael en la Torre de la Catedral.

Fue realizado el 26 de mayo de 1664,  y colocado encima de la torre de la Catedral. Es obra del escultor Pedro Paz, que también realizó la imagen de San Lorenzo de dicha parroquia.  Pero de esta torre, después de Hernán Ruíz, los que más saben de ella es la familia de los Sorianos, que fueron campaneros durante varias generaciones. El el doble de Cepa, forma parte de sus vidas. Y es que hay que decir que en la vivienda de los campaneros (en la torre), tenían un cuadro en donde se les indicaba, campana que se volteaba, tipo de toque, duración etc. Actualmente este cuadro con caligrafía del siglo XIX-XX, se encuentra en la sacristía de la Catedral.

Con motivo de las obras de restauración realizadas en la torre de la Catedral  en el año 1992, pudimos comprobar que entre la peana y la imagen del San Rafael, superan los 3 metros largos de altura. La visión que desde esa altura se percibe de Córdoba, es para enamorarse aún más de ella. Se puede ver todo el recorrido del río desde la zona de Lope Garcia, y se pueden contemplar las “arenas doradas” que cita Luis de Góngora en su canto a Córdoba, cuya lápida con el poema está en el testero sur de la base en donde se alza el Triunfo de la Catedral.

La torre de la Catedral sufrió claros desperfectos con motivo de una enorme tormenta que descargó sobre Córdoba en el año 1727,  y el posterior terremoto de Lisboa de 1755. En una nota marginal que aparece en el libro de Actas Capitulares de la Catedral del uno de noviembre del citado año, pone lo siguiente: “El terremoto duró el tiempo en que se reza un credo”, con el terremoto hasta el coro recién terminado por Pedro Duque Cornejo, se estremeció, por lo que tuvo que ser posteriormente restaurado. La torre fue restaurada por el francés Baltasar Drevetón.


San Rafael en la Iglesia del Juramento

En 1733, se ejecutó al estatua del San Rafael del altar mayor y fue realizada por Alonso Gómez de Sandoval, sobre un boceto de Antonio del Castillo. Tuvo que ser varias veces retocada pues desde el principio no quedó muy del gusto de la hermandad, incluso pidieron que la imagen se le diera un acabado en dorado. En un principio estuvo en la llamada primitiva ermita y más tarde pasó al altar de la Iglesia principal en 1798.

Otra vez el Ayuntamiento se movió para que las autoridades eclesiásticas adquirieran el terreno anexo a la primitiva Iglesia, a fin de que hubiera una Iglesia más amplia y digna para el Custodio de Córdoba. (1796).

Tradicionalmente y cuando el acto de casarse era una cosa importante, la  Iglesia de San Rafael era el lugar elegido por la “gente bien” de Córdoba para su casamiento. Yo presencié el de don Rafael Lahoz Arderius, que se celebró en 1951, recuerdo que la estera llegaba hasta la mitad de la plaza, a los  monaguillos le dieron una espléndida  propina.


San Rafael en la Plaza de la Compañía

En la antigua Plaza de Queipo de Llano y ante la fachada principal de la Parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos (Compañía), se alza un sencillo y elegante triunfo dedicado a nuestro Custodio que fue erigido en 1736 gracia a las lismonas que se recogieron con este fin por el P. Juan de Santiago, siendo su autor Juan Jiménez, que lo elevó sobre un pedestal obra de Alonso Pérez

En un principio se concibió con un enrejado que cerraba un recinto cuadrado a su alrededor y en cuyas esquinas había cuatro columnas de mármol, de donde salían cuatro artísticos faroles. Con la restauración de la Plaza, quitaron la reja y las columnas y dejaron solamente la columna que sostiene al San Rafael.

Cerca de este triunfo a San Rafael existía un centro farmacéutico que llamaban “Centro Sevillano” en la esquina de la Calles el Reloj-Munda y daba mucho movimiento a la Plaza de chavales con bicicletas de las distintas farmacias de Córdoba. En aquellas épocas las farmacias “tenían lo puesto” y la mayoría de los medicamentos estaban en los centros, e iban y venían en las bicicletas que al aparcarlas en la Plaza, daba aquello sensación de un pequeño garaje.

En la calle Munda, había una taberna muy clásica que se llamaba Casa Pastor,  allí se juntaba a beber vino gente muy castiza y orgullosa de sentirse cordobeses. El vino lo bebían en unos vasos de culo gordo a los que se le llamaba “cubetas”. Más de una vez, algunos grupos de amigos sobre todo en las noches de verano, solían pararse junto al Triunfo de San Rafael y dedicarle un turno de poesía por cabeza. Eso no lo contaba Rafael Quirós Luna, que conoció perfectamente a muchos de estos personajes eternos de esta Córdoba.

En el año 1958 se celebraron unos exámenes de oposición para el Monte de Piedad del Sr. Medina, dichas pruebas tuvieron lugar en una clase de la planta superior del Colegio Cervantes,  el tribunal lo presidía un canónigo arrullado en su manteo al que llamaban don Tobías, y viene aquí bien ese nombre, pues hubo madres de los examinandos que pusieron velas y lamparillas en el Triunfo al San Rafael por la suerte del examen de su hijos. Fueron muchas las que esperaron en la puerta del Colegio. Por aquellos tiempos la central del Monte estaba en la Calle Ambrosio de Morales, enfrente de la casa en donde nació Pepe Villalonga, que fuera entrenador del Madrid y de la Selección nacional. En Córdoba jugó al fútbol en el equipo "Once Rojos".  


El San Rafael en la Antigua Estación

Don Pedro Salazar y Góngora, en el 1743 y siendo obispo de Córdoba, decidió levantar un triunfo a San Rafael en la explanada que quedaba entre el río y la Puerta del Viejo Alcázar de los Reyes Cristianos que, por aquel entonces era Prisión Provincial. Al abrir la Avenida del Corregidor (entre los dos puentes),  se trasladó dicho triunfo a la explanada de la Estación Central de ferrocarriles en 1954.

El Bar Montes y Casa Eduardo, cobijaban a los noctámbulos de Córdoba que saludaban al Arcángel al amanecer. Jorge Negrete cuando llegó a Córdoba en 1948, acompañado de sus "Mariachis" se asombró de ver tantas veces el Custodio de Córdoba. 

Con el cierre de Casa Eduardo, los taxistas de Córdoba perdieron algo como si fuera su segunda casa. La viuda que terminó regentando el negocio era como una madre para todos ellos, todo lo que tenía de bajita, lo tenía de buena y cariñosa. Su Café era insuperable 

Por otra parte el San Rafael de la Estación puso ver como nadie como en aquellos años, 1955-1970, se nos marchaba mucha gente a otras partes de España y al extranjero a buscar trabajo.  Muchos dejaban familia y raíces atrás. Unos volvieron, pero otros se quedaron, porque los hijos habían nacido allí y habían adoptado las costumbres y el idioma. El caso más significativo lo constituyen los hijos nacidos en Cataluña, a los que llaman “charnegos”, y que según las estadísticas se han constituido en un núcleo importante del separatismo.


El San Rafael de Puerta Nueva

En el año 1747, se celebraron unos festejos taurinos organizados por los vecinos del barrio, a fin de construir en el centro de la Plaza una monumental fuente que además del exorno, era totalmente necesaria para esa zona de Córdoba. Se recogió dinero suficiente para la construcción de la fuente y el dinero que sobró se empleó en construir un triunfo a San Rafael, que en un principio se colocó junto a la puerta del Convento del Carmen, más tarde se colocó en el centro de la Plaza y parece mirar a todos los viajeros de la antigua carretera de Madrid. Su autor es obra del cantero  Juan Alcaide.

Este San Rafael fue restaurado por Rafael García Rueda, y en su rostro pudo apreciar los impactos de las balas, que en aquella refriega de junio de  1808, se formó cerca de Puerta Nueva, sobre todo a raiz de que Pedro Moreno, el juez de Paz, vecino de la Calle Ancha de la Magdalena, disparara su mosquete contra el general Dupoon, derribando solamente su caballo. La reacción de los franceses, fue de locura durante 9 días, en donde saquearon, abusaron y destrozaron buena parte de Córdoba.

A lo que se ve, los vecinos de Puerta Nueva, no ganaban para disgustos, pues la fuente que construyeron con el dinero que recogieron del festival taurino organizado en 1747,  les fue quitada al barrio en 1950, y trasladada al Jardín del Alpargate. El disgusto de los hermanos García Rueda, los Blanco, los Herrera, los Flores, los Goméz, los de la Torre, los Gálvez, los Seoane, los Lanti, los Dobao, y muchos vecinos del barrio que protestaron por aquel robo, se hizo latente, pero de nada sirvió.

Después de aquello el Jardín de Puerta Nueva, fue cercado con alambrada de espino como si de una huerta se tratara, y en su interior se sembraron unos espléndidos rosales, que durante mucho tiempo dieron un colorido a la Plaza, con la sola presencia del San Rafael y el eterno transformador de la Sevillana. A finales de los años sesenta el transformador lo cambiaron de ubicación y abrieron los jardines.


El San Rafael del Alcázar Viejo

Estuvo construido en 1753, y presidió desde su columna la Plaza de San Basilio, fue costeado por los hermanos Guiral. Con el tiempo y debido a problemas surgidos en la columna, la imagen se colocó sobre una ménsula en la esquina que forma la Iglesia de San Basilio. El Arcángel es testigo, en los meses de mayo festivos, de la cantidad de gente y turistas que al pasar por delante de su estatua, rezan y piden la protección del Custodio de Córdoba. 

Aquí me recordaba Paco Leiva Campoy, que su amigo don Guillermo Romero Fernández, párroco de San Basilio y hombre de leyes, le decía que en el Archivo de Protocolos Notariales de la Calle Pompeyos, existen multitud de testamentos que comienzan: “En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo y del Glorioso Arcángel señor San Rafael Titular y Custodio de esta ciudad de Córdoba”.


El San Rafael de la Plaza de Aguayos

En el año 1763 fue costeado por la marquesa de Santaella y condesa de Hornachuelos, se erigió en la Plaza de Aguayos en donde tenía su palacio. Allí en el Covento de las francesas, estuvo interna Pepa Montes, que era voluntad de su madre que se corrigiera, pero a lo que se vio de poco le serviría cuando debutó en Córdoba en una Feria de mayo de 1956, con el espectáculo “Más madera” del Teatro Victoria.

A esta Plaza le han hecho un desastre arquitectónico con el bloque que han construido en el rincón de la derecha, horrible, y que ha estropeado parte del encanto de esta Plaza única.

Hay quien afirma que debajo de esta Plaza hay un gran manto de agua corriente y es la que afecta al muro izquierdo de la Iglesia de San Pedro en sus cimientos y que da lugar a que se vea totalmente inclinado si se mira desde la esquina del antiguo Bar Brasero, donde jugaban al parchís, los Flore, Berenguer, el Chapu, Méndez y el “Limpia”, casi todos de la Ribera.


El San Rafael de la Plaza del Potro.

Miguel Verdiguier en 1768 vivía en la Plaza de San Hipólito, y a iniciativa de él se construyó un triunfo que ocupó un rincón de la Plaza, que pasó a llamarse Plaza del Ángel.  Según parece el artista francés estaba muy disconforme con el proyecto del triunfo de San Rafael en la Catedral que le habían encargado, y por eso realizó éste para compensar su disgusto. Completó la obra el maestro de obras Francisco García Terrin.

Este triunfo fue trasladado en el año 1924, a la Plaza de Potro, estableciendo con él una separación entre la plaza y la Travesía de la Ribera. Desde hace un tiempo está sobrecogido de ver al simpático “bañísta de la ventana” que no termina por lanzarse nunca al agua.

Desde entonces a la Plaza de San Hipólito se le llama la Plaza del Angel. Todavía recuerdo , que en esta Plaza y donde está el "Mesón Los Lobos", hubo una Cooperativa Benéfica, que tenía un Economato, y uno de los empleados fue Inocencio Montes, que se casaría con Modesta, la dueña de los conocidos Almacenes Modesta de Córdoba.  

Cerca de la Plaza de San Hipólito, se ubicó por aquellos años 1966, el Bar Restaurante Carmona, que desde Alcolea, había emigrado a Córdoba, primero en Avda. Carlos III, en donde lo primero que se veía al entrar a su Salón era un gran cuadro, con la foto de Manuel Benítez con Franco. También se instalaron en la Calle por donde se entraba al “gallinero” del Gran Teatro. (Menéndez Pidal). Con la llegada de la democracia la foto le traería mala suerte hasta el punto que los “Carmona” desaparecieron.


El San Rafael del Triunfo de la Catedral

Por iniciativa del Cabildo eclesiástico de Córdoba, que así quería hacer patente su devoción al Custodio de Córdoba, se encargó el proyecto del monumento a los arquitectos de Roma, Domingo Esgroijs y Simón Martines, que fue aprobado el día 26 de marzo de 1738 comenzando la excavación de los cimientos. Por razones de tipo económico el proyecto se quedó parado, hasta que el obispo, Martín de Barcia, decidió costear de su dinero y llevar a cabo su ejecución encargando de las obras al artista francés don Migue Verdiguier.

Los trabajos comenzaron en 1765 y se terminaron en abril de 1771,  El obispo Barcia, no pudo ver la obra terminada porque falleció, antes de su terminación, dejando en su testamento el dinero necesario para su terminación. Sería su sucesor el obispo don Baltasar de Yusta el que lo inauguró en diciembre de 1781.

Sobre la reciente disputa en relación con la propiedad del mencionado Triunfo, tenemos que decir que de la mano de Enrique Redel Aguilar (1872-1909), que en su libro “SAN RAFAEL EN CÓRDOBA”,  editado en 1899, Imprenta del “Diario”, C/ Letrados nº 18. págs. 21 5-216. dice lo siguiente:

“1850.-En el 27 de junio compareció en las Casas Consistoriales un vecino de la calle ENMEDIO, llamado Fernando Rodríguez, manifestando que durante cinco años había sido guarda del Triunfo de la Catedral y que por ello recibía un honorario del Sr. Obispo don José Bonel y Orbe; pero que en mayo de 1847 dejaron de abonárselo y, viéndose en estado de necesidad, trató de entregar las llaves del expresado sitio primeramente al mayordomo del Palacio Episcopal, al Provisor después y luego Gobernador de la provincia sin que ninguno de ellos se las admitiese fundados en que  no ejercían dominio sobre el monumento. El Fernando Rodríguez manifestó que, no queriendo abandonar el sitio sin comunicarlo a quien fuese su patrono y, para que no se le hiciesen cargos en lo sucesivo, quería entregar las llaves al Señor Corregidor. Entregó, pues, las llaves y, por disposición del Cabildo municipal, fueron guardadas en su archivo.

El 19 de agosto se vio en Cabildo u  oficio del Prelado exponiendo que aplaudía “El pensamiento de reparar y conservar el recinto del Triunfo”  y que nada tenía que reclamar ni argüir por ello al Ayuntamiento. La Corporación no quedó satisfecha con esto y nombró a los señores don Francisco Portocarrero y don Rafael J. de lara para que viesen el modo de conciliar el patronato.

En otra sesión (en 3 de septiembre) manifestó el señor Portocarrero que había propuesto al Obispo que transmitiese al Ayuntamiento los poderes que tuviera sobre el Triunfo de modo más preciso  y terminante: y que el obispo habíale contestado que no determinaba mejor su donación  porque no tenía acción ni título alguno que justificase la propiedad del sitio y únicamente podía manifestar conformidad. La Corporación acordó entonces que el señor Obispo diese su consentimiento por escrito. Y así se logró.”



El San Rafael del Puente Nuevo

En la confluencia de la Avenida del Corregidor  con la Avenida del Conde de Vallellano y la entrada del puente sobre el río Guadalquivir, se alza el último triunfo de los colocados por la ciudad a su Custodio. El Triunfo es obra de Amadeo Ruíz Olmos. El Custodio de Córdoba, podía contemplar la nueva entrada a Córdoba, por el puente inaugurado el 29 de abril de 1953, y que fue un proyecto de García Gallegos

Es muy frecuente que este puente que ahora llaman de San Rafael, se le confunda con el que Juanita Reina, menciona en su copla dedicada al entierro de Julio Romero de Torres (1950), en donde dice: “Puentecíto, puentecito, puente de San Rafael…../ Nunca podrá ser éste puente ya que fue inaugurado en 1953.

El San Rafael del Puente, está a la entrada a Córdoba desde Sevilla y enseguida enlaza, con la Avenida del Conde de Vallellano, una de las mejores obras que se realizaron en Córdoba (1954), por cierto Juan Antonio Palomino, que fue concejal del Ayuntamiento de Córdoba, con Guzmán Reina, nos dijo: “Las cosas de palacio van despacio", en referencia de que la obra de la Avenida del Conde de Vallellano, se terminó de pagar a principios de los ochenta”.


El San Rafael del “Jardín de los locos”

En 1975, la desaparecida Caja Pronvincial, levantó sobre el solar que dejó el antiguo Hospital Psiquiátrico, unos bloques de viviendas,  completándolos con una zona ajardinada de muy buena estructura. Atrás quedaba la popular “Casa de los Locos”, la Fábrica de Anís Ventolera, la Escuela del Campo, con su Parque de Bomberos al lado. “Matapalos” y Basurte. Ellos fueron quizás los últimos que vieron El Jardín del Santo Cristo, en plena actividad.

Con buen criterio se repuso una imagen de San Rafael, que había en el patio del antiguo Hospital de la Misericordia, según nos comentó Manuel Herrador, que trabajó muchos años allí como practicante. Esta idea fue participada por bastantes vecinos de esos bloques, pero entre ellos quiero recordar a Rafel Ruíz Lucena, una de las personas que mejor supieron amar a su Córdoba, siéndole leal hasta su muerte. Se pateó con su amigo Juan Carrasco Heredia, toda la Sierra, en busca del nacimiento de los arroyos,  para que el poeta, Carrasco, pusiera arte y poesía en su magnifico libro “Los Arroyos de Córdoba”.

Tengo que mencionar aquí a Miguel Escudero Melero, que conocía esta parte de su barrio como la palma de su mano. Él sabía mucho de San Rafael, al que llamaba familiarmente “su amigo”, cuando todos los día sin falta iba a visitarle a la Iglesia del Juramento. Contaba él que por aquellos años de 1956, El popular  “Pepe Olla” lo vió un día entrar a la Iglesia y al verlo le pregunto: “Pepe que haces aquí, -nada le contestó él-,  que vengo a que el Santo me enseñe a leer, pues no quiero que me vuelva a pasar lo que me ha pasado”.  Entonces contó Miguel, que este buen hombre puso un puesto de carne (despojos), y como no sabía leer, le pidió a unos amigos que le hicieran un cartel y él se despreocupó del asunto. Al otro día abrió su puesto y se dispuso a recibir clientes. Pero asombrado de que allí no llegaba nadie, le preguntó a un amigo que era lo que podía pasar. El amigo que quiso ser sincero con él, le dijo: “como va a entrar nadie si te han puesto en el letrero: “Aquí se vende carne de perro muerto”. De verdad que aquello eran cosas que sólo pasaban en el “Jardín de los Locos”.


El San Rafael del Jardín del Alpargate

Con la restauración del nuevo Ayuntamiento a principios de los años 80 del pasado siglo se derribó el antiguo edificio de la Calle Capitulares, y de su portada superior se quitó una estatua del Arcángel San Rafael de cierta antigüedad, y se trasladó al Jardín del Alpargate, a donde en forma de Triunfo da la la salutación a todos aquellos que entran por la Puerta de Plasencia, tan recordada en la historia de Córdoba. Se dice que este San Rafael cuando estaba en el Ayuntamiento estaba orlado con dos farolillos, cuya luz se apreciaba desde ciertos lugares de Córdoba y servía para orientar a los caminantes.

Con este Triunfo se renovó de nuevo la Plaza y la artística fuente que se había traído desde Puerta Nueva, se retranqueo para atrás y en su lugar se colocó el citado Triunfo.

Hablar de San Rafael, en su día del 24 de octubre, es hablar de festividad y de celebración en el campo, con el clásico perol. Esa es una costumbre antigua de la gente de Córdoba, que desde siempre se dio cuenta de lo siguiente:

-Guisar para muchos, siempre es muchísimo más barato, si buscamos el costo medio por cabeza, que si se guisa para pocos.

-Al aire libre, se ensucia infinitamente menos que si uno tiene invitados en casa

-Se puede hacer coincidir y convivir a más familia y amigos que si de cualquier recinto cerrado se tratara.

-Además, los efluvios del vino en el campo, resultaban más sencillos y fáciles de digerir.

-Y por otra parte se hacía ejercicio al andar, subir y bajar cerros, y que unido al aire libre, resultaba un ejercicio de aire puro, muy bueno para el cuerpo.

Estas frase, estuvieron escritas en los reglamentos de la fugaz “Peña la Lira” que se fundó en 1956, en el Hogar Parroquial de San Lorenzo, en el Cerro de la Golondrina, luego los terrenos de dicho Hogar Parroquial, (1974), volvieron a la propiedad de Cajasur, pues no se llegaron a pagar ni los intereses del préstamo que se pidió para comprarlo.


San Rafael en el Hospital de San Juan de Dios.

Sobre la finca de San Pablo que gracias a una donación  (150.000 pesetas) habían adquirido los hermanos, construyeron la Hogar y Clínica de San Rafael que se conoció hasta los años 70.

El nombre San Rafael va unido a muchos centros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, la primera comunidad estuvo formada por:

Padre Guillermo Llop
Padre Juan Grande Antía
Hermano Adrián Touceda
Hermano Crescencio Olivares

El nombre de padre se les daba no por que fueran sacerdotes, sino en razón de edad, pues en esta orden sólo empezaron a tener sacerdotes a principios de los años sesenta.

El cuadro médico de aquella época:


Director Honorario:                     Dr. D. Emilio Luque Morata
Director-Jefe de Medicina:        Dr. D. Antonio Manzanares y Bonilla
Jefe de Cirugía:                               Dr. Francisco Calzadilla León
Jefe de Laboratorio:                     Dr. D. Germán Saldaña Sicilia
Medico Auxiliar:                            Dr. D. Antonio Carreto G. Meneses
Gastropatólogo:                             Dr. D. Juan de Dios Jiménez Fdez.
Otorrinolaringólogo:                    Dr. D. José Navarro Martín
Odontólogo: Dr.                              D. José Casana Diéguez
Urólogo:                                            Dr. D. Rafael Pesquero Muñoz


Un hombre al que también hay que recordar como si como si perteneciera a cualquier cuadro médico es a Rafael López Cansinos, que durante años fue el alma de aquellas Subastas que organizadas en Radio Córdoba, llegaba a todos los hogares cordobeses.

En 1954, estuve en la Hogar y Clínica de San Rafael, desde el 17 de Enero al 23 de Abril, allí pasé un tiempo hospitalizado que me marcó por el cariño que aquellos frailes:

Hermano Gerardo, Hermano Gabriel, Hermano Bernabé, Hermano José, Hermano Domingo Hermano Bonifacio, Hermano Mauricio, Hermano Enrique, Hermano Justo

Todos, incluidos los trabajadores se portaron maravillosamente con los enfermos que estábamos allí acogidos. Sánchez, que luego tendría su barbería al lado del Bar Litri de la Fuesantilla, formaba parte de un equipo de personal de laicos que igualmente nos atendieron con todo el cariño del mundo. Pepe, Miguel, Marcelino, Roque y Baldomero, seran personas que siempre les recordaremos con todo el cariño.

El quirófano estaba al fondo de la galería de la izquierda conforme se entraba. Te bajaban de la primera planta (solo había una), en un ascensor y las camas esperaban cola en la puerta del quirófano. Allí no había familiares, ni salas de espera. Eran operaciones de traumatología, y empleaban el cloroformo con máscarilla. Cuando se abrieron las puertas del quirófano, yo llevaba una estampa de San Rafael que me había dado mi madre el día del ingreso. Nada más entrar el hermano Gabriel, muy complaciente me dijo: “déjame la estampa que te la guarde, aquí tienes un San Rafael que preside el quirófano”.  Aquellas palabras me confortaron y cuando desperté ya estaba en la habitación de operados, en donde por cierto, tenía mi estampa y había un cuadro muy bonito de San Rafael.

Aquella estampa del San Rafael sobre el Puente Romano, que había en el cuarto de operados me impresionó tanto que siempre la tuve grabada en mi mente. Un día afortunadamente me llegué a casa de José Luis Muñoz Baena, compañero de fábrica y excelente pintor, que tenía entre sus cuadros a este San Rafael y le pedí que me pintara uno. Luego me contó que a Rafael Gómez Sánchez, le habría pintado este cuadro infinidad de veces, pues solía regalarlo a sus amigos. El primer domingo de visita de mis familiares después de la operación, se presentaron mis padres y me regalaron una medalla de plata con la imagen de San Rafael, la habían comprado en la sacristía de San Rafael, que estaba al cuidado de Socorro, que con su hábito de penitencia, parecía una piedra más de la Iglesia.

Por cierto que el hermano Bernabé el día 3 de febrero nos despertó de madrugada y estaba cayendo sobre Córdoba una intensa nevada la más grande que yo he visto en mi vida. La Ermita de la Virgen de Lourdes, había quedado totalmente cubierta de nieve.  Y era impresionante ver toda la zona de naranjos cubiertos de nieve. Llegaron voluntarios para sacarnos en las camillas a la terraza para que pudiéramos ver aquel maravilloso espectáculo. El viaducto del Pretorio que en aquellos tiempos era de un solo ancho se veía como un montículo de nieve.


San Rafael en la Calle Candelaria

El altar de la Calle Candelaria esquina con la Calle Lineros, fue realizado por Antonio Monroy, que en 1801, pinta a San Acísclo y Santa Victoria y en el centro de ellos, a San Rafael Custodio de Córdoba. Curiosamente un par de casas más adentro de la Calle, en los años 1950, había una casa en donde se impartía “Religión de los protestantes” a decir de nuestras madres.

Todavía en Córdoba se hablaba de un pastor que hubo en esta Iglesia Evangelista que se llamaba  don Agustín Arenales, además de pastor protestante, era republicano y por ello se exilió a Mejico en el año 1938. Era un hombre de gran oratoria y fomentó la Sociedad de Jóvenes cristianos, que llegó a contar con más de 30 componentes. En la Capilla, como él llamaba a este recinto, acudía mucha gente deseosa de escucharle.


Pero la Calle Candelaría y el Arcángel tuvieron su notoriedad en Córdoba. Tenemos que hablar del equipo del Candelaria, cuando jugaba en los Salesianos   en aquellos campeonatos de verano, organizados por don José María izquierdo, causaba sensación. Además en esa Calle nació Miguel Reina Santos (1946), al que el “DIARIO MARCA” en una entrevista que le hacían al final de los años sesenta, lo citaban como; “EL ÁNGEL DE EL ARCÁNGEL”, por su espectacularidad en aquellas paradas que aún quedan en las retinas de los aficionados cordobeses que íbamos al viejo Arcángel.

Además Miguel Reina, en ese entorno de Lineros, Santiago, era sumamente querido. El San Rafael de las Cinco Calles, es testigo de que el Bar que había en la esquina de la Calle Carlos Rubio, tenía un cuadro de Reina, como un auténtico Arcángel.

Un poco más abajo y ya en Bar los Mochuelos de Santiago, todavía recordamos a Pepin, gran aficionado al Atlético de Madrid e incondicional de Reina, hasta el punto de que una vez que vino el portero por Córdoba y no se pasó para saludarle, de coraje, colocó un par de dias su cuadro boca abajo.


San Rafael en la Plaza de la Fuenseca

La Calle Juan Rufo, se ensancha en una pequeña plazueala encalada donde hay una fuente famosa, La Fuenseca, en esa paradoja tan cordobesa de la sed en el agua, la salud en el cementerio, la verdad en el campo, la caridad en el potro agónico. Fuente tantas veces pintada por Julio Romero de Torres reflejando a hombres que acechan o mujeres que huyen, en cuadros que esconden muchas verdades ocultas de esta plaza.

Córdoba es rica en agua, y allá por el año 1495, mientras que el arquitecto Pedro Lope, se decide a acometer la obra de los pórticos del Patio de los Naranjos, se intentó aprovechar el caudal del venero de la huerta de las Dueñas y pensaron en poner una fuente a nivel de la Calle Alfaros, por donde el fotógrafo Melero, tenía su ático de madera. Pero el caudal no llegaba con facilidad a ese nivel y la fuente casi siempre estaba seca. De ahí el nombre de Fuente-seca.

Entonces cambiaron la ubicación de la Fuente y la pusieron en un plano más inferior, en donde incluso había que bajar algunos escalones. No obstante en el año 1808, poco antes del terrible saqueo de los franceses en Córdoba, (junio 1808), se decide ubicar la fuente en el lugar  actual pero cambiando oportunamente su diseño, dotándola de un pilar con cuatro bondadosos caños. Encima de la decorativa fuente se colocó una pequeña estatua de San Rafael, que se hallaba mal colocada en mitad de la plaza sobre un pilar de mampostería. Para la historia, la fuente ganó estética y el Custodio se podía reflejar en el agua del pilón. Se quitó la sequedad, ahora incluso el agua se sentía  fluir cerca de las primitivas tiendas de lo que fue Pedro Romero.

El cuadro resultó tan atractivo que Julio Romero de Torres lo plasmó para la eternidad. Si el cuadro tuviera memoria, podía recordar las veces que el Custodio se puso colorado cuando los que iban a las casa de citas de Santa Marta, se tapaban un tanto la cara al pasar delante de la fuente. Eran otros tiempos.

También San Rafael recordará las veces que Enrique Redel, Romeros Barros, o Pablo García Baena, Rafael Cantueso, Juan Bernier y Ricardo Molina, le saludaban al pasar y le pedían prestada la “calabaza” de su caña, para beber el vino en la Taberna el Bolillo. Y por si faltaba algo, allí estaban los comestibles y el pan de los Cárdenas Cantueso, por algo era la Calle Imágenes.

San Rafael, en el día a día contemplaba como Antonio el barbero, se consumía en su enfermedad producto del tabaco y de su soledad. Se quejaba con frecuencia el barbero, de que los muchos clientes que entraban en Casa Rafael Bellido, tales como Adalberto López, Rafael Martinez, Felix Sánchez, Juan León, Enrique Olmo, Rafael Pérez, etc. etc. tenían por barbero al simpático “Marchena” de la Puerta del Rincon, que les agradaba por su estilo y parecido con el arenero.

Al cine nos llevó mi madre sobre el año 1953, para ver la película “MORENA CLARA”, fue tanta la gente que acudió a la película, que tuvimos que salir por la puerta falsa (Por la Calle Santa Marta), y salimos enfrente de un negocio que decía: COOPERATIVA DE EBANISTAS”, mi madre nos indicó que siempre se había oído por Córdoba de que allí existía una célula de masonería.

En el libro de Eloy Vaquero, dice: “En 1917, la profesión de nuestros regidores electos, era la siguiente: Don Francisco Azorin Izquierdo, (Arquitecto), don Bernardo Garrido de los Reyes, (Ebanista) , don Mariano Salinas Dieguez (Platero), don Enrique Suárez Aranda (Ebanista), don Pablo Troyano Moraga (Tipógrafo), don Juan Guerra Lozano (Perito), don Manuel Cáceres Urbano (decorador).

El presidente de esta Cooperativa don Bernardo Garrido Reyes, llegó a la alcadía de Córdoba en aquellas elecciones municipales de 1934.


SAN RAFAEL

Ya queda dicho bastante sobre cosas relacionadas con el Arcángel San Rafael pero no podemos dejar atrás a la “Confitería de San Rafael” que supo lanzar a la gran popularidad un pastel como “EL Manolete” que había sido “inventado” por la Confitería Mirita de la Calle Concepción. Y es que la Sucursal de la Confiteria de la Calle Juan Rufo, también formó parte de su historia.

Y también como no recordar a mi entrañable Colegio Salesiano, con aquel patio de los Eucaliptos, en donde nos sentíamos felices. Allí y desde la terraza que rodeaba al patio, y en la zona centro, donde había un magnifico relieve de San Rafael, era cuando en el día de Todos Los Santos, don José Bosio, don Rogelio, don Adolfo, don Rafael Sánchez, y don Jos Mª Campoy, con la ayuda del “cebollita” nos echaban aquellos sacos de castañas, “esturreados”, para que todos disfrutásemos de meterlas en nuestros bolsillos vacíos. Con toda seguridad el San Rafael del patio, de que al parecer fue su autor un antiguo alumno de aquellos primeros tiempos que vivía en la calle Humosa, tenía que sonreír ante la actitud de estos curas que nos hacían felices.  


EL PEROL

Cualquier persona que no sea de Córdoba, o incluso los jóvenes de nuestra ciudad que lean el “maravilloso articulo” de Tico Medina, de los fines de semana, titulado “EL PEROL”, les confundirá por completo, pues una cosa que fue una tradición singular de la gente de Córdoba, lo ha convertido él, en un mal escaparate, trayendo cada semana a una serie de personajes que en muchos casos, ni conocen y ni saben nada de Córdoba. Y menos aún tienen relación alguna con el auténtico “Perol cordobés.”

Con razón dice el periodista Víctor Márquez Reviriego, en (El Día de Córdoba 27/01/2013). “Los periodistas de mi generación somos una  degeneración”. 

Pocas cosas tenemos los cordobeses, pero trayendo a estos periodistas “tipo camaleón” para que cuenten nuestras cosas, peor vamos a quedar para la historia. El día de mañana, nuestros nietos y descendientes, posiblemente quieran saber algo de esa costumbre cordobesa, que consistía en ir un día de campo y  entre amigos y familiares a comerse un perol. Eso,  nada tendrá que ver con lo que más o menos nos dice este periodista, que lo mismo habla de personajes que no han “pegado un palo al agua”, que nos pone a cualquier Belén Esteban que se le ocurra,  o persona por el estilo, o termina por ponernos los dientes largos, relatando la última e idílica noche de bodas de la duquesa de Alba. Por favor Córdoba y sus costumbres merecen un respeto.  





22 comentarios:

Anónimo dijo...

En primer lugar, felicitar al autor por darnos tanto dato histórico de esta Córdoba nuestra, por otra parte tan desgraciada, y además por ser estos datos ciertos, y no como algunas historias, que escritas siempre por el bando vencedor, se prestan a la duda razonable.
En segundo lugar, y aunque no sea este blog el cauce adecuado, los responsables del tráfico deberían saber que el acceso a la Iglesia del Juramento se hace a pie, pero para llegar en general se emplea el automóvil, y por allí cerca no se puede aparcar, por lo que dotar de plazas de aparcamiento aquellos alrededores sería una actuación acertada, aunque los aparcamientos fueran de pago.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Anónimo:


Estoy de acuerdo contigo de que lo que creamos que es la verdad verificada, debe de estar por encima de cualquier bando.

La verdad es que el acceso a la Iglesia del Juramento, se hace muy dificultosa por coche. Lamentablemente no hay zonas que se puedan
habilitar como aparcamientos. Hubo una época (1950-1960), en que
se puso un autobús de la empresa de autobuses de aquella época.

Saludos

ben dijo...

Un trabajo muy bien elaborado.Pero hay dos errores:
El primero,es que la palabra "charnego" no se empleaba para designar a los
hijos de los que provenían de otras regiones de España,sino para los nacidos
de parejas formadas por catalán/catalana con resto de España,era como el equi
valente a "mestizo",pero con cierta carga despectiva.Hoy día no se emplea
nunca en aras de una buena convivencia y porque la sociedad catalana ha evolu
cionado mucho.Mis hijos no son "charnegos",son ciudadanos catalanes hablan y
escriben perfectamente tanto el castellano,idioma maternal,como el catalán.Los
dos idiomas se mezclan de una forma natural en mi casa,idiomas que amamos y
cultivamos.
El segundo error,bajo el punto de vista de un catalán,sea el que fuese su origen
nunca dirá separatista,sino independentista o soberanista,lo sea o no lo sea y todo
el mundo respeta estas ideas.En mi caso no soy independentista,pero en mi familia los
hay que si lo son.Es también un error pensar que los nacidos de padres de otras regiones
son mayoritariamente soberanistas,lo que pasa es que el aumento demográfico de Cataluña
debido a las inmigraciones de los años 60 fue enorme y los nacidos al integrarse plenamente
asumieron las ideas soberanistas,en la misma proporción de los demás ciudadanos y así nos
encontramos de todas las ideas políticas,como en las demás comunidades.
A mi esto me cuesta,cuando trato de explicarlo cuando estoy en Córdoba,que muchos sólo leen y escu
chan periódicos y emisoras muy tendenciosas con el asunto catalán.Pero por encima de todo está la
ley y la democracia.Luego cada uno puede pensar lo que quiera y defender sus creencias así lo que
tenga que pasar pasará sin violencia,que es de lo que se trata.
Saludos

Manuel Estévez dijo...

Amigo Ben:

Si te he molestado en algo te pido perdón. Lo de "charnego" es una expresión que aquí en el Sur se emplea para todos aquellos que han nacido de padres emigrantes a Cataluña.

En el año 1992, tuve necesidad de desplazarme a ABB Metron, en Viladecans (Barcelona) y allí tuve necesidad de asistir a varias reuniones de trabajo, en las que me tenían que me tenían a mi que informar sobre una planta de centros de transformación que se iban a montar en Córdoba y que el responsable iba a ser yo.

En la primera reunión me tuve que salir pues había un señor que empezó a hablar en catalán y yo no me enteraba de nada. Al advertir esto, el director de la fábrica don Roberto Selles Neira,(hombre muy educado)le llamó la atención al que hablaba y éste rectificó. Luego me diría el director: "Lo que son las cosas el que ha hablado así, es Arturo Gómez, responsable de cuadros que es de Granada, e incluso estudio en la Universidad Laboral Córdoba". Sin comentarios.

En razón a esta ocupación tuve que desplazarme algunas veces a Barcelona a la citada fábrica de Viladecans. Allí mi contacto de trabajo era la secretaria del Sr. Sellés, Marta Navarro, excelente profesional y una mujer encantadora, hija de padres granadinos.

Lógicamente cuando estábamos trabajando en cualquier asunto me hablaba en castellano, pero cuando llegaba alguien a su despacho a preguntar algo siempre hablaba en catalán aunque estuviera yo delante en su mesa.
Supongo como es natural que no hablarían nada en contra mía, ya que yo no les entendía nada. Al margen de esta actitud sé porque ella me lo
confirmó que ella no quería saber nada de España.

Quizás haya tenido mala suerte al encontrarme en mi trabajo con estas dos personas,pero esa ha sido mi realidad y si he citado sus nombres sólo ha sido para aclarar las circunstancias.

Saludos




ben dijo...

No me has molestado,Manuel,sólo he querido aclarar puntos,que yo entiendo son confunsos bajo el punto de vista de otras comunidades.Pero la realidad catalana es la que es,se
trata de convivir con los otros pueblos del estado.En mi caso personal cuando salí de
Córdoba,para vivir en Barcelona acepté todos los retos que ello llevaba consigo.Otra cosa
son los hijos,que han nacido y se han criado en el ambiente que les rodeaba.Sólamente añadir que la palabra "charnego",se diga donde se diga,es ofensiva es parecido a decir en
otros sentidos "moro","sudaka","gitano"(en el sentido de querer ofender)...Ahora tú eres
libre de emplearla,pero te recomiendo no se lo digas directamente a ningún catalán nacido
de padres andaluces,porque seguro le ofendes.Tampoco te debe molestar,ni ofender te diga
que no se considera español,es lo que hay en la cuestión de los sentimientos y con los que
reles y amores no hay quien pueda,te lo digo por mis discusiones de sobremesa con hijos,yer
nos y ahora hasta con nietos,cuando sale el tema que en estos momentos es muy a menudo.
Saludos.

Rafael San Martín dijo...

En el primer comentario del Sr BEN, quedaba confuso lo de "charnego", pero lo ha aclarado, es una especie de menosprecio al que se le dice, sea andaluz, hijo de andaluces, o de Zamora, o gallego, o alemán.
El problema es que ese sentimiento siempre ha existido, y lo más lastimoso, es que en un momento histórico en el que la globalización es uno de los factores fundamentales para la convivencia, haya algunos que por intereses espurios intensifiquen esos sentimientos, y lo que es aun peor, que muchos se crean que los que intensifican esos sentimientos lo hacen de buena fe.
Lo esperanzador es que en el mundo globalizado en el que estamos, los que mandan aun no están tan dementes como el que todos los días sale en la viñeta de Peridis que publica El País , periódico global se autotitula él.
El problema es cuando a alguno le dicen charnego, que le conteste al que se lo dice diciéndole hijoputa.

Manuel Estévez dijo...

Estimados comentaristas:


Quien iba a decir que uno de las Margaritas, otro de Santa Marina y otro de San Lorenzo, iban a estar enfrascados, en la puñetera independencia de Cataluña.

Yo, por mi parte le digo a los catalanes que se quieran separar que allá ellos, y que yo le daba la "separación" sin consulta ni nada.

Pero eso no quita que pueda decirle al amigo de las Margaritas, que en "esas sobremesas" que el cita, se vuelve a repetir lo de Arturo y Marta,
que comenté anteriormente.

Pero una cosa tengo clara amigo Ben, que yo nunca renunciaría por nada a mis raíces. Pueden que sean raíces de un ambiente de subsidiados como suelen decir los catalanes, pero peor es robar como ha hecho el señor "Puyolet".

Mi discusión ha terminado.


En cuanto al Sr. Sanmartín, como gran conocedor de la economía y los flujos de dineros que hubo en la época de la dictadura, sabrá él mejor que nadie, que todo el ahorro de las Cajas y Montes de Piedad, iba a parar a los catalanes, que salvo los que gastaba Enrique Llaudet, para ganarle al Madrid, el resto quedaba en infraestructuras e industrias, y esa es la ventaja que tienen con el resto. Ahora quizás lo que tenía que hacer el resto de España, es no comprar ningún producto catalán.

Saludos






clara



ben dijo...

"ay",Deu meu.Me parece que en lugar de aclarar he liado la cosa.Pero no quiero dejar las cosas así.
Particularmente,si hay algo de lo que me sienta en primer lugar orgulloso,no es la de ser español,
ni la de ser ciudadano catalán,sino la mis orígenes,que son las Margaritas,como para ti es San Lo
renzo.Lo más grabado que tiene uno en su ser es donde se crió en sus primeros años.
Manuel gracías a las múltiples inmigraciones hacía Cataluña,la sociedad catalana es múltiple,unos
tienen unas ideas y otros otras,no se puede decir los "catalanes",asociados a ideas independen
tistas.
No es solución,no comprar productos catalanes.Entrar en esa dinámica entre comunidades sería un de
sastre,otra cosa es activar el consumo de proximidad.Una cosa es activar un tipo de consumo y otra
muy distinta ir a la contra,eso nos perjudica a todos.
En fin dejo ya el tema,no sea que en lugar de aclarar genere más odio
Saludos.

Laurentino dijo...

Gran artículo

Una duda. El San Rafael del Alpargate, que comentas viene del Ayuntamiento. ¿es el mismo de los famosos "Ojos del Conde", aquel cuyas lámparas orientaban a la gente cuando estaba más o menos perdida en lo más cerrado de la sierra? creo que el amigo Paco Muños opina que sí, pero no sé si eso está contrastado del todo.

Y en los de los catalanes independentistas (estoy con ben en que no hay que generalizar a todos), a mí en mi caso, y creo que hablo por muchos, no nos ofende que no se sientan españoles. Allá cada cual. Lo que me molesta es que encima nos digan lo de "España nos roba", cuando aquí, por las políticas proteccionistas desde el siglo XIX (si no antes) hemos tenido que ser a la fuerza sus abastecedores de trabajadores y materias primas a precio de saldo (algodón, cobre, cererales, etc.) para que su industria fuese competitiva, en vez de poder venderlo donde quisiéramos para sacarle más rentabilidad.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Laurentino:

Gracias por tu comentario, llevas razón como desde tiempo inmemorial a la región de Cataluña se le benefició de todas las maneras, con mano de obra, materias primas y la biblia en pasta. Todo en detrimento del resto de las regiones de España.

En la guerra de Cuba, la burguesía catalana tenía grandes intereses en la Isla de Cuba, por ello apoyaban la guerra y conminaban al gobierno a que mandara y mandara a más soldados.

En cambio en la guerra de Marruecos que ellos no tenían intereses, no solamente no querían mandar soldados sino que dinamitaron el envío de tropas con la revuelta de la Semana Trágica. (1909).

Los catalanes siempre han sido así, por ello ahora que ellos suministran los medicamentos, las pinturas, los barnices..... y muchas cosas que se les compra en España, que se lo traguen todo y se vayan a la porra sin nada de consulta. Boicot total.

Pero me ratifico lo que dije en un principio. Esta visto que los hijos de los forasteros aclimatados, son los más exigentes en este aspecto.
Y como eso es una realidad que tarde o temprano estallará, lo mejor que hay que hacer, NO COMPRARLE NADA, Les bajará el PIB de forma rotunda y se les bajarán los humos. Entonces querrán volver a España para cobrar la pensión.

Saludos

Anónimo dijo...

Más claro imposible: B0UDxC3CIAEkYZH.jpg

Manuel Estévez dijo...

Amigo Laurentino:


Me consta el amor que le profesas a Córdoba, a tus raíces, como lo demuestras con tus documentados artículos y por eso recuerdo que he
dejado sin contestar a tu pregunta:

"El San Rafael del Alpargate, que comentas viene del Ayuntamiento. ¿es el mismo de los famosos "Ojos del Conde", aquel cuyas lámparas orientaban a la gente cuando estaba más o menos perdida en lo más cerrado de la sierra? creo que el amigo Paco Muños opina que sí, pero no sé si eso está contrastado del todo.."

Amigo Laurentino, que lo diga Paco Muñoz, ya es una buena garantía de credibilidad, yo solamente te puedo decir que mi madre me lo comentaba
de que un vecino suyo, que bajaba de la Finca San Llorente, en donde estaba de pastor, solía ver la luz de esos faroles cuando bajaban por
la Cuesta del Reventón, en compañía de otros compañeros. Eran tiempos
principios de siglo XX, que apenas había luminosidad de alumbrado.

Desde luego, si te subes a lo alto de la Torre de San Lorenzo, podrás ver que el edificio del Ayuntamiento se destaca de forma importante.


Saludos

ben dijo...

Hola Laurentino,como tú dices esa frase es ofensiva.Somos muchísimos que nos
ofendemos,ante ese tipo de frases.Entra dentro del mundo de las barbaridades.
Bueno y ya está,ahora toca disfrutar de los escritos sobre nuestra querida
Córdoba de Manuel y que cada uno piense lo que quiera.
Saludos.

Anónimo dijo...

Una buena y otra mala noticia para los que viven fuera de Cataluña.
http://dolcacatalunya.com/2014/10/20/para-el-resto-de-espana-tenemos-una-buena-y-una-mala-noticia-que-daros/

Manuel Estévez dijo...

Amigo anónimo:


Agradezco tus comentarios, son muy explícitos y claros.

El otro día me decía un economista que en el PIB, está toda la clave,
lo que pueda ser la Cataluña separatista que quieren algunos políticos hay que hacerla viable.

Cataluña exporta al resto de España, casi un 42% de su PIB, y es que son muchos los productos que nacen de Cataluña o tienen su entrada por la misma Cataluña (Barcelona).

-La Casa Seat de Martorell
-La Industria farmacéutica
-Las fábricas de pinturas y barnices
-Las fabricas de tejidos
-Las fábricas de plásticos
-Los equipos de medidas eléctricos
-Las editoriales
-El Cola Cao, El Cava, los Tarradellas, etc.
-La Caixa
-La fruta de sus huertas
-Las Motocicletas
-Perfiles para ventanas y cerrajería

Y muchos sectores más, simplemente con que quedarán reducidos a la menor expresión su consumo en el resto de España, este PIB, bajaría de forma
tal que muchas empresas tendrían que empezar a pedir las "Ayudas" que por desgracia son tan habituales en otros lugares de España.

Probarían lo que es "subsidiarios" y entonces solamente les podía salvar un sistema político de "mano de hierro" que organizara la producción en planes quinquenales y distribuyera la riqueza en forma colectiva y lineal, experiencias de mal recuerdo para otros países.



Saludos.

Anónimo dijo...

Sr. Estevez: le adjunto a su consideración el siguiente artículo de prens aen el que Vd. podrá comprobar lo que l aGeneralitat hace con los no sumisos. Mientras, hay todavía xarnegos y asimilados que piensan que riéndoles las gracias los van a considerar mejor.



LA ESTRELLA DE DAVID, EN CATALUÑA

Es como la que imponían los nazis: Como en aquella Alemania hay que señalar a los no elegidos

http://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/20141021/sevp-estrella-david-cataluna-20141021.html

Rafael San Martín dijo...

Amigo Estévez:
El anónimo que escribe no soy yo, y no estoy de acuerdo con eso que dices del boicot, y lo razono.
Si se hace el boicot, cuando lleguen las Navidades no podré beber los productos de Codorniu, de marcas Non Plus Ultra o Anna, y tendré que beber Moet, lo que significa que por botella me gastaré algo así como veinte euros más, y además la calidad de Codorniu supera a la de Moet, y para comprobarlo solo hay que fijarse en la calidad del corcho, aspecto importante en eso de los vinos.
Eso significará que se producirá un desequilibrio en las importaciones y exportaciones, las empresas catalanas ganarán menos y se tendrán que hacer transferencias desde el gobierno central al autonómico, que tienen el nombre de "fondo no sé qué", y por lo tanto saldré doblemente perjudicado.
En el aspecto del racismo, que cita ese anónimo, con lo de la estrella, etc, cuando he estado viendo el partido del Barcelona , ayer, salieron unas pancartas en inglés que decían " No al Racismo", y aunque estaban escritas en inglés las entendí. Los espectadores, la directiva del Barcelona supongo que también las entendieron, y estaban satisfechos y orondos con las pancartas, y pensé ( creo que es una cosa mala eso de pensar) que eran unos hipócritas, porque cuando nos llaman charnegos, estimo que eso es una forma de racismo, porque el racismo no es solo en referencia a los negros, y no me pasó lo que le ocurrió a aquel, que estando de visita en los Estados Unidos , al ver las diferencias que existían respecto a los negros exclamó: " Ni que fueran gitanos".
El problema generado por el Sr Mas es consecuencia de la falta de autoridad. Cuando el Sr González llegó al gobierno, la derecha se quejaba diciendo lo del rodillo socialista, ahora la derecha tiene la mayoría como la tuvo el Sr González, pues que la aplique y no se queje, ya que si sigue así pronto le aplicarán el rodillo.
Más cosas diré en otro ocasión, de momento, saludos.

Manuel Estévez dijo...

Amigo San Martín:


Perdona por haberte confundido con la persona anónima, pero es igual
ya has contestado y has expresado tu opinión.

Lo que hablas del Cava y respetando tus gustos te diré que yo siempre estuve acostumbrado a la "Cidra el Gaitero" que tenía la misma forma de botella e igual tapón. Pero si se trata de beber Cava, en Extremadura se produce uno muy bueno.

Lo que dices de los políticos llevas razón, da la sensación de que lo único para lo que son aventajados algunos, es para robar como es el caso descubierto ahora con las tarjetas de Caja Madrid.

Tengo entendido que por ahí van a sacar para coleccionar series de estampas con los personajes protagonistas de:

Los Eres de Andalucía
El Caso Bárcenas y satélites
Los Cursos de formación de Andalucía y las facturas falsas.
Los Dineros opacos de los Puyol
Las Tarjetas de Caja Madrid
El Caso Ignacio Urdangarin o como se llame
El Caso de La Rosa y satélites.

Y un sin fin de casos que ya han prescrito, todos protagonizados por hombres que se aprovechan de la voluntad de los votantes. Mientras, hay gente que no tienen ni tarjeta "traslucida" ni "opaca" ya que la sufrida Banca, no se la da porque NO TIENEN NÓMINA.

Todo eso es más importante que cualquier Cava.


Saludos





Rafael San Martín dijo...

Amigo Estévez:
Que digas que el tapón de la sidra "El Gaitero", es igual que el tapón de una botella de Codorniu, es una imprecisión imperdonable.
Saludos, y Viva Córdoba.
Es como si me dices que la uva Pedro Ximenez es igual que la Airen.
Sí, las dos son blancas.
Saludos.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Rafael:


Es que en aquellos tiempos en que mi padre abría la Sidra el Gaitero con aire de Cava, yo sabía que solía hacer un ruido parecido y por eso te he dicho lo del tapón.

El otro día entrevistaban a un andaluz que defendía el Cava catalán porque según él, nos comproban el corcho para los tapones. Tiene gracia el valor de intercambio de las mercancías.


Saludos

Anónimo dijo...

Antes que Vd. cierre esta entrada y publique otra, no me resisto a añadir un comentario sobre los xarnegos y similares, con los que alguno quería tapar sus vergüenzas y complejos, ya que por mucho que lo intente, y al parecer lo ha intentado, jamás los catalanistas secesionista le verán como alguien a su altura.
Porque en los años 70, le llamarían "emigrant"
En los 80, "xarnego"
En los 90, "garrulu"
En los 2000, "colono"
y para el 9N, "te invitamos amablemente a que votes"
¡A ver si aprende!- que no aprenderá. Muchas gracias, Sr. Estévez

Manuel Estévez dijo...

Estimado Anónimo:


Lleva usted razón y la cronología del trato ha ido cambiando según les ha interesado. Los nacionalismos son así y no se pueden remediar. Muy bien
detallada su expresiones y que tomen nota los que tengan duda.


Saludos