sábado, 12 de noviembre de 2011

ANTONIO FUENTES PARRAS

El día 9 de Mayo del 2011, murió Antonio Fuentes Parras, un auténtico gigante en el sentir y en el ser hombre de bien. Trabajó en Cenemesa, durante casi cuarenta años, y sus mejores “clientes” fueron las clases pasivas. Fueron cientos y cientos los cálculos de salarios de calificación que tuvo que hacer, y siempre fué claro y honrado con los mayores de la fábrica. Si se hubiera celebrado una hipotética votación entre todo el personal pasivo en el sentido de la calidad humana de este hombre, sin lugar a dudas, Antonio Fuentes, hubiera ganado por mayoría.

Con su educada preparación, su estilo en el vestir,y su cálida sencillez, se ganó en el día a día, la veneración y el respeto de tantos jubilados y beneficiarios pasivos, como hubo en Cenemesa.

Ellos, jubilados, viudas o simplemente beneficiarios, llegaban a su despacho y salían llenos de atenciones, soluciones con amor y comprensión en sus problemas. Así era Antonio Fuentes, y ni las avalanchas políticas que sufrió la fábrica en los años de la transición lo pudieron cambiar. Antonio Fuentes, fue un hombre que siempre se escondió en su eficacia, sus discreción y en el amor por los pasivos de su empresa.

También a él le tocó bregar también con los enfermos y los accidentados. Hombre de pocas palabras pero de muchas convicciones cristianas, le dolían los problemas de todos y a todos intentaba acudir. Hizo gala siempre de un gran sentido de la lealtad y la caballerosidad, por lo que sus jefes, se aprovecharon muchas veces de sus méritos explotándolos en provecho propio.

Muchas veces tuvimos la oportunidad de presenciar como llegaba gente a su despacho, sobre todo jubilados, que le preguntaban de todo. Ellos encontraban en él, un aliado de confianza para sus vidas. Igualmente les ocurría a las viudas, que cuando fallecía el jubilado, acudían a él, a que les tratara como si fuera UN HIJO MÁS.

LA BOLSA DE NAVIDAD

La bolsa de navidad para los jubilados, fue una idea suya, con la que intentó ayudar y estimular a sus jubilados como decía el. Afortunadamente, su idea cuajó, y todos los años a principio de los setenta, a los jubilados y viudas de jubilados, se les llevaba una BOLSA DE NAVIDAD, a sus domicilios. Lo de menos era su contenido, lo demás fue el amor que puso el amigo Fuentes, en que aquello prosperara. Tal fue el eco que tomó aquello, que el propio director de fábrica D. Mateo González Robledo, un director tremendamente social, lo hizo extensible a toda la plantilla de fábrica durante tres o cuatro años. Los sindicatos y los políticos, con sus luchas “reivindicativas”, acabaron con aquel estilo de agradar la NAVIDAD.

LA TERREMOTO

Dolores Vargas La “Terremoto”, actuó en la caseta de fábrica al final de los años sesenta, fue una caseta como todas montada por el Grupo de Empresa, pero como siempre con Antonio Fuentes, a cargo de las contrataciones e instalación de la propia caseta. Bien es verdad que recibió buena ayuda de Francisco Carrasco y Pepín Luna, que a la postre se hizo cargo del Bar, pero todo exigía, cautela en los precios y sentido de la organización. Un hombre tan honrado como Fuentes, tuvo que sufrir mucho en aquel mundo de “pandereta”. Aquella caseta fue un éxito rotundo y una famosa locutora de televisión, que hizo de presentadora, adjudicó el éxito a los de siempre, en una actuación cara al público.

LOLA FLORES

A principio de los años setenta, Antonio Fuentes, era el responsable de llevar a buen puerto, una vez más los proyectos del Grupo de Empresa, a él le encargaron que trajera a Lola Flores, para amenizar unas jornadas de disfrute y diversión. El trabajó mucho en ello, pues llevó personalmente todas las gestiones de contratar a la “Diva”. La actuación de Lola Flores, como colofón de una serie de actuaciones, se celebró en el MARAVILLOSO PATIO PORTICADO, junto al Convento del Carmen.

Allí, Antonio Fuentes, sufrió lo suyo, pues para empezar Lola Flores, se le presentó en un Mini Chops, un tanto estravagante, y además de la mediación de Juan Morales Rojas, montó un "guiri gay" entre bastidores con "El pescailla", (su marido), para no recordar. Mientras, los espectadores, esperaban la ansiada actuación de la "FARAONA". El bueno de Fuentes, tuvo que sufrir “in situ” todo este follón, incluso con amenza de plante. Con casi lágrimas en los ojos, Antonio Fuentes, temió que todo su trabajo se viniera abajo. Al final los buenos oficios de Francisco Carrasco, Pepito Martinez y el poeta Morales Rojas, hicieron posible, aunque con retraso, que aquella mujer actuara. Una vez más Fuentes, a su manera, con paciencia y educada cordura, logró poner sensatez en aquella alocada disputa, logrando por fin que la FARAONA, saliera al escenario. Logicamente la actuación fue todo un éxito. Las palmas y las ovaciones, atronaron en aquel maravilloso patio, pero como siempre el éxito se lo adjudicaron al director y al jefe de personal, pero las lágrimas y el trabajo fueron de Antonio Fuentes.

MEDICINA DE EMPRESA

Hablar de D. Gonzalo Briones y D. Manuel Ruza, es hablar del servicio médico, es hablar de las personas que velaban por la salud y la prevención de los accidentes en fábrica, estos dos grandes profesionales, formaron un gran equipo, con la colaboración de Rafael Rodríguez, Manuel de la Haba y José Arévalo. En ese botiquín tutelado administrativamente por Antonio Fuentes, nos condujo siempre por el camino de la prevención y el buen servicio asistencial. Fuentes, logró que este conjunto de profesionales y su botiquín, fuera como nuestro pequeño ambulatorio, en donde los “enfermos”, pasábamos consulta con un médico sumamente familiar y que no solo nos recetaban, sino que nos aconsejaban y nos brindaban una terapia que nos era reconfortante. Esta medida de proximidad, evitó mucho absentismo para la fábrica, e hizo que la medicina de familia fuera, próxima, amigable y solidaria. En el tema de los accidentes, D. Gonzalo, fue un campeón que hizo de la prevención de accidentes su meta, logrando así una mayor calidad humana de los trabajadores.

Ahora visto todo esto en la distancia, parece fácil, pero tuvo que ser la buena gestión, sapiencia y buena disposición de Antonio Fuentes, la que propició que el equipo médico de aquella fábrica, fuera ejemplar en todos los sentidos. Allí los trabajadores de Cenemesa acudían al medico y salían como si hubieran estado hablando con un amigo, que les aconsejaba, les orientaba y les ofrecía la terapia adecuada a su problema.

LA ESCUELA DE APRENDICES

También en la Escuela de Aprendices, se pudo apreciar la labor de Antonio Fuentes, como coordinador de ella y como profesor. Su refinada educación le hizo tratar a los aprendices como si fueran sus hijos. También organizó en fabrica ingente cantidad de cursos de especialización para el personal. En todo proyecto formación estaba Antonio Fuentes.

WAGON -LITS

Como responsable de contratar los viajes y alojamientos del personal desplazado a los viajes en misión, su relación con la oficina de WAGON-LITS, fueron intensos y reiterativos. Pero su estilo y educación, siempre selló aquella relación con una elegancia intachable. De este comportamiento, lo puede certificar la singular “PILUCA”, que lo recordará siempre como un caballero, en el trato y en todos los sentido.

ENCUADERNACION

En los pocos ratos que le dejaba la fábrica, se dedicaba a lo que era su pasión LA ENCUADERNACION, se puede decir que todos los cuadernillos, revistas monitor, tebeos, etc. que vendía todos los meses el incansable Andrés Galán Castilla, los encuadernaba él, con la ayuda de Rafael Toro y Miguel García. Usaban como taller aquella casa que aún existe en la Ribera, al lado de Carburadores Morga. Esta encuadernación sacaba de quicio a bueno de Rafael Baquero Doctor, pues él quería vender sus libros encuadernados de Editorial Planeta, y la competencia era la competencia.

CORDOBAPEDIA

Es lamentable que CORDOBAPEDIA, al hablar de la fábrica de CENEMESA, mencione solamente a unos directivos y a unos políticos, que a la vista de donde fue a parar la fábrica, bien poco dice a favor de unos y de otros. En cambio, personas como Antonio Fuentes, y el mismo servicio Médico de CENEMESA, que tan importantes y decisivos fueron en todo momento lamentablemente son ignorados por completo.

EL RECIBIMIENTO

Los que tuvieron la suerte de tenerte por compañero, saben de tus cualidades y de tus firmes creencias. Te proclamabas hombre de fe rotunda y esa misma fe era la que te movía, a ser un hombre que te distes a los demás. Por eso estamos seguros de que cuando llegaras a ESE SITIO EN QUE TU TANTO CREISTES, con toda seguridad, acudirán para recibirte, una gran mayoría de TODOS TUS JUBILADOS, y en especial, con toda seguridad saldra tu fiel y leal, Vicente Rojo Fragero, compañero tuyo durante tantos años de trabajo. También aparecerán por allí Rafael Araujo Hidalgo, Manuel Losada Wic, Baldomero Cortés Bodoque, Manuel Flamill, Manuel Ocaña, Ignacio Guisado, Baltasar Trillo, Luis Aguilar "El piruli", acompañado de D. Gonzalo Briones, todos ellos a modo de una comisión de recibimiento, para dartle la bienvenida, al hombre que confundió su honradez con su caballerosidad. Siempre fue tremendamente leal a sus jubilados.

2 comentarios:

José Manuel Fuerte dijo...

Gente que trabajó por la empresa, que se dejó la piel y algo más en seguir manteniendo la actividad y dando beneficios. Alguien a quien recordar y siempre agradecer.

Un saludo.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Jose Manuel

Gracias por tu comentario


Saludos