No fue precisamente que España
ganara la copa de Europa, para el regocijo de todos los aficionados, que
orgullosos de su equipo nacional, aplaudían a rabiar los goles que le endosaban
a los italianos. No fue que la famosa Prima de Riesgo, que es el caballo de
batalla de muchos locutores de televisión, bajara un poco. No, no fue eso, que
huele a superficialidad y quizás parezca o sepa como a noticias de “carroña”
necesaria para que sobreviva el interés de muchos telediarios. No, fue otra cosa
más humana.
SOLIDARIDAD
El día 26 de junio, martes, día
tremendamente caluroso, a las 8 de la tarde tuve la oportunidad de presenciar
el mayor acto de solidaridad entre vecinos que jamás pude imaginar. En la Iglesia de San Lorenzo, se
celebraba la Misa
de 9 días, por uno de los hermanos Salazar, dedicados profesionalmente al
negocio de las Confiterias-Cafeterías. Hasta ahí todo normal, pero no lo que se
podía considerar normal para estos tiempos, de disgregación, de independencia y
particularidad entre los vecinos, el contemplar, allí en el Portalón de la Iglesia , como si se
tratara de un torrente de amistad de toda la vida, ver llegar a los Escudero, a
los Santacruz, a los Tapia, a los Mellado, a los Boti, a los Ayala, a los
Larrea, a los Salazar, a los De la
Coba , a los Maldonado, a los Trujillos, a los Heredias, a los
Ruiz, a los Martínez, a los Ordóñez, a los Castaño, a los Calderón, a los Roldán,
a los Ojeda, a los Diéguez, a los Fernández, etc. etc. Muchos
vecinos, que se saludaban y abrazaban
con auténtica satisfacción.
Allí se reencontraron vecinos de
ese singular barrio que llaman “Las
Costanillas”. Y aunque ya algunos son mayores, no cabe duda de que cuando
fueron jóvenes, la mayoría de ellos, disfrutaron en aquellos bailes que se daban
todos los sábados y los domingos, en la
Casa de “La
Porrera ” y en la
Casa de la “Camiona”. Luego ya a otros, los recuerdos les
vienen por razones de vecindad en aquellas casas de vecinos, que eran
auténticos laboratorios de sana convivencia. La enorme Casa de la Sicilia , la casa de Gordillo
“El Guardia”, la Casa
de los Trujillo y de los Maldonados, (Los Mangui), la casa de los Calderones, o
la Casa de los
Tapias, son lugares que jamás se podrán olvidar.
Muchos ni tan siquiera viven allí
ya, pero no importa. Allí llegaban, aguantando, aquel calor insoportable, gitanos
y payos, payos y gitanos, todos se
saludaban afectuosamente como si de familiares de toda la vida, se trataran.
Mayores y jóvenes, supieron dar un ejemplo de solidaridad, que hasta las mismas
piedras de esta centenaria Iglesia, debieron quedar sorprendidas.
Todo fue como un Oasis de
afectos, de vecindad y buena armonía, en medio de este mundo tan egoista y
despreocupado que por desgracia nos rodea. Por algunos momentos, daba la
impresión que todas las personas de este barrio, eran poco menos que
familiares. Hasta el muerto debió sentirse tremendamente confortado.
Pero también es verdad, que en
estos encuentros, para nada se hablaba de ese “veneno” tan moderno, que se nos da
a diario en todas las televisiones, dándonos muchas veces la sensación de que
los locutores “disfrutan”, diciéndonos, lo mal que está LA
PRIMA DE RIESGO, o LA CAÍDA DE IBEX. Con esa
información tan aireada, lo único que provocan en el en los sencillos ciudadano,
es más sufrimiento y desesperación aún.
Para colmo, hay locutores que
hasta escenifican estos datos. Muchas veces vemos como casi a voces dicen: ¡¡QUE PASA FULANO SIGUE SUBIENDO LA
PRIMA DE RIESGO !! ¡¡Y EL
IBEX SE HUNDE POR FIN !!. Hablan y se comportan como si esa información
fuera una prolongación de un partido de fútbol más.
.
LAS COSTANILLAS
Es un rincón típico de la Córdoba que surgió en la
zona de los arrabales, y que constituyó la base principal de los feligreses de la Parroquia de San Lorenzo.
Según palabras de Pepe Bojollo, (El popular sacristán), actualmente constituye
la “clientela” más fiel y principal de su Iglesia.
En Córdoba, los expertos en
urbanismo, fijan tres épocas importantes en la repoblación de la ciudad., la
más antigua se corresponde con la
Medina o la
Villa , en donde abundaban las casas o solares anteriores al
siglo XIII. En estos replanteos del solar,
se ve el capricho, el interés o las disputas familiares en el reparto
del terreno que había en aquellas épocas. Había casas como se pudo comprobar
incluso al principio de los años 1960, en plena Calle Alfaros, en donde un
balcón que estaba por encima de la puerta principal de la casa, no pertenecía
para nada a la casa. Y es que aquello, era un reparto familiar e interesado que
se hacía de la propiedad a nivel familiar. Cada habitación o zona habitable,
constituía una propiedad en si, a efectos del reparto del terreno o parcela.
Ya en el siglo XIII, en el barrio
de la Ajerquía ,
se ve un reparto del terreno un poco más regular en el plano geométrico, y se
puede ver por ejemplo que la zona más habitada (Agustín Moreno-Coronel
Cascajo-Lucano), tenía una antigüedad importante. Por ello, cuando la Conquista de Córdoba, en
el 29 de junio de 1236, todo este barrio, de las Costanillas, era campo y estaba despoblado y solamente había
huertos y zonas de siembra. Por ello Álvaro Colodro y Benito de Baños, que
fueron dos de los personajes principales
que participaron en la conquista de nuestra ciudad, recorrieron la
muralla de la ciudad, desde la
Puerta del Colodro, (Santa Marina), pasando por toda la Fuensantilla , hasta
llegar a la Puerta
de Martos, que fue por donde entraron los primeros conquistadores. (Calle el
Viento). Este barrio de Santiago si estaba plenamente poblado, sobre todo en la
arteria que antes hemos mencionado.
Posteriormente a la conquista de
Córdoba, se repobló lo que hoy es el Barrio del Alcázar el Viejo (1399), y se
puede apreciar en su configuración catastral, que son solares en su mayoría,
bien repartidos y fundamentalmente con forma rectangular. Este trabajo nos lo
confirmó el arquitecto Lucas de Tena, en un trabajo que publicó junto a Manuel
Nieto.
El simpático barrio de las Costanillas fue poblado y habitado a mediados
del siglo XV, y ese detalle se puede ver en los padrones parroquiales. Además
cuando cualquier casa se echa abajo para reedificarla, se puede observar el
solar de formas bastantes regulares. Además era una zona, que por su abundancia
en agua, daba lugar a que hubiera muchos huertos, sobre todo con orientación hacía la muralla de la Fuensantilla. En
su repoblación se configuraron casas con muchos vecinos, eran casas algunas
tremendamente grandes donde los bienes comunes, patio, pozo, pilas, tendederos
y servicios, eran escasos y compartidos por todos los vecinos, en unos turnos
que la rutina diaria convirtió en naturales. No obstante el uso de estos
servicios, fue producto de no pocas discusiones, que nunca llegaban más allá
del ruido y el espectáculo.
FUE VICTIMA
Este barrio durante muchos años
fue victima de su propia historia negra a todas luces irreal. Aquí abundaba la
buena gente empeñada en sus trabajos y labores diarias, pero bastaba que
hubiera alguna persona como el “Bicho” o el “Mascota”, para que el barrio
gozara de una fama gratuita, acompañada siempre de historias que siempre
pesaron como una loza sobre estas buenas gentes. El lenguaje de “costanillero” o “costanillera”, siempre se empleó de forma despectiva e injuriosa,
pero la realidad es que nada tenían que ver estos comentarios con la realidad
de su buena gente. También se creyó durante mucho tiempo que el famoso asesino
Cintas Verdes (Cinta Belde), era también de las Costanillas, y eso no era
cierto, porque este pobre desgraciado vivió en la vecina Calle Humosa.
FUERON FESTIVOS
Cuando por aquellas fechas años
1950-1955, los legionarios y sus desfiles eran admirados en la Semana Santa , de allí surgió de
forma espontánea un numeroso grupo de chavales que llegaron imitar en sus
desfiles a los legionarios con toda marcialidad. La calle Montero, era casi
siempre el lugar de la gran parada y allí se congregaba mucha gente del barrio
para ver aquellos desfiles que nada tenían que envidiarles al de los
profesionales. Luego aquellos “legionarios”, terminaban su jornada felizmente,
en el Cine Florida, o en el Cine Ordóñez, que junto con el grupo Escolar
Centeno, y la Miga
de la Paloma , eran
los únicos centros culturales que tenía la zona.
Por otra parte una casa y otra
también todas sabían de estraperlo y de utilizar la “clásica” libreta de fin de
mes, para sus compras. Almacenes y pequeñas tiendas que estaban abiertas
prácticamente las 24 horas del día y durante toda la semana. Era de señalar que en la casa del guardia Gordíllo, (esquina Hornillo), iba gente a comprar aceite de estraperlo a uno que era familiar del Cojo Moriana, allí en la puerta de aquella casa, muchas veces nos deleitamos en ver como el Vargas, aquel que con el tiempo se le llamó "Molomny", por su forma de jugar parecida al "Mangas", daba y daba patadas a una pelota de trapo en forma de filigrana.
Cuando en el mes de Septiembre de
los años 1950, Jorge Negrete (su séquito), alquiló la alberca de Cecilia, para
cuatro días de descanso, el entorno del barrio y la propia calle Anqueda, salió
en los periódicos y posiblemente hasta en el Nodo.
AMPARO RECIO LA "MALAGUEÑA"
Aunque nació en Vélez Málaga, ella se sintió de siempre cordobesa, y más de su barrio de las Costanillas, ella se ubicó en la Calle Anqueda, en donde tuvo a sus hijos y compartió vecindad y solidaridad, con todos los vecinos. Era una persona que formaba parte de ese "micromundo" que eran las Costanillas, ella gran aficionada al cante, cantaba las verdiales por Málaga, como pocos, hablaba y se le llenaba la boca del estilo de Juan Breva, del que se sentía orgullosa de admirar. Fue gran vecina, y mejor madre, y para que su casa fuera multi-cultural, tuvo un hijo fraile dominico de San Agustín, Francisco, y otro, gran aficionado al cante, al que los aficionados le llamaban familiarmente "EL GRAJO", que era una autoridad y es en el cante jondo. Testigo de toda esta exquisita familia, fue el singular pintor de Córdoba, Francisco Jiménez García, (El Cojo), que con sus atuendos siempre tocados de capa, supo retener en su retina, a Doña Amparo "La Malagueña", que aunque murió con 103 años, supo llevar sus zapatas de tacón y sus labios pintados hasta poca antes de su muerte. .
LOS LIMITES
Casa Fermín yla Taberna de la Paloma , estaban como
vigilante a la entrada del barrio, en complicidad con la fuente de la Piedra Escrita , Allí en aquella
Plaza, muchos vecinos del barrio y de los alrededores, con sus blusones,
algunos incluso con el brazalete del luto, esperaban a la caída de la tarde que
les cupiera una oportunidad de empleo y contratación en las labores del campo
que allí a diario se trataban. En el plano lúdico tenemos que decir que la
mencionada Taberna la Paloma ,
fue pionera en esto del “bingo” que ya en aquellos tiempos, era cantado por “Curro
el Sopo”. También se dieron allí buenos espectáculos de cante con la
intervención de “El Mangui”, Juanito “Cala”, el elegante “Poli”, y “El
talegoncito”.
AMPARO RECIO LA "MALAGUEÑA"
Aunque nació en Vélez Málaga, ella se sintió de siempre cordobesa, y más de su barrio de las Costanillas, ella se ubicó en la Calle Anqueda, en donde tuvo a sus hijos y compartió vecindad y solidaridad, con todos los vecinos. Era una persona que formaba parte de ese "micromundo" que eran las Costanillas, ella gran aficionada al cante, cantaba las verdiales por Málaga, como pocos, hablaba y se le llenaba la boca del estilo de Juan Breva, del que se sentía orgullosa de admirar. Fue gran vecina, y mejor madre, y para que su casa fuera multi-cultural, tuvo un hijo fraile dominico de San Agustín, Francisco, y otro, gran aficionado al cante, al que los aficionados le llamaban familiarmente "EL GRAJO", que era una autoridad y es en el cante jondo. Testigo de toda esta exquisita familia, fue el singular pintor de Córdoba, Francisco Jiménez García, (El Cojo), que con sus atuendos siempre tocados de capa, supo retener en su retina, a Doña Amparo "La Malagueña", que aunque murió con 103 años, supo llevar sus zapatas de tacón y sus labios pintados hasta poca antes de su muerte. .
LOS LIMITES
Casa Fermín y
Más de una vez en aquellos años
de 1950, pudimos comprobar como el “Melli” con su enorme PATINETA, se lanzaba
desde la cuesta del puente de la
Choza el Cojo, carretera abajo, hasta llegar a la Puerta de Rosales, que era
en donde se acababa en alquitranado de la carretera. Muchos le acompañábamos en
el recorrido con el aro. No había quien le ganara y eran muy frecuentes las
competiciones. Por lo demás era raro que pasara un coche.
En el año 1982, se celebró en el
patio del Colegio de los Salesianos, un festival de cante, de gran categoría en
donde actuaron entre otros, Camarón de la Isla , Lebrijano, Paco de Lucia, Antonio de
Patrocinio, entre otros. Mucha gente de las Costanillas, acudió –no al festival- sino a ver a Camarón.
Efectivamente, cuando este terminó su actuación, fueron muchos seguidores de
él, los que abandonaron el festival. Según nos dijo Antonio de Patrocinio, los
gitanos, solamente iban a escuchar a su ídolo que era Camarón. Es justo decir
que en las Costanillas, tenía el
cantaor de la isla, muchos seguidores.
También en el tema del Carnaval,
allá por los años 1945-1950, las gentes de las Costanillas, de casa en casa y de calle en calle, sin salir de sus
límites, acostumbraban a disfrazarse de todo para sorprender al vecino. También
en la fiesta del Miércoles de Ceniza, las jóvenes y menos jóvenes, tenían que
andar con mucho cuidado pues con frecuencia se le llenaba la cara de polvos.
Finalmente diremos que aunque Costanillas, solamente es la calle que
va desde la Piedra Escrita ,
al Rincón de San Juan de Palomares, a todas las calles que desembocaban en ella,
se le consideraba también territorio de
las Costanillas.
4 comentarios:
La Historia local en muchos casos pasa desapercibida,pero hay quien se ocupa de revitalizarla, y ese es el caso del Sr Estevez.
El cine Florida, La Piedra Escrita, no son solo recuerdos del pasado,son Historia.
Muy bueno el post Manuel, para mi "Las Costanillas" sigue siendo un barrio desconocido.
Amigo Anónimo
E Cine Florida, el Cine Ordoñez, y la famosa casa de los gitanos de la Calle Nieves Viejas, son hechos que existieron y traen muy agradables
recuerdos.
La propia Calle Pozo dos Bocas, en donde estaba la casa de Pepe Alcalá en donde se ajustó las cuentas de la primera Caseta de Feria, que pusieron los "14 pollitos" (1958)
Eso amigo forma parte de Córdoba.
Saludos
Amigo Lucas Jurado
En el Gallo de Mª Cristina, suele entrar Gordíllo, el hijo del guardia Antonio Gordillo.
Nada más que oyéndolo hablar de su barrio, de sus gentes, conoceras, y empezaras a amar LAS COSTANILLAS.
saludos
Publicar un comentario