Olivo que da
nombre al Caño del Olivo
EL CAÑO DEL OLIVO
Ahora que estamos en época de Adviento, el Olivo, es el árbol que representa la paz y nos recuerda algo
nuestras raíces mediterráneas. También nos recuerda cuando íbamos con los más
aventureros del barrio a coger aceitunas, de aquel entorno del Arroyo de
Pedroches, que salvo raras excepciones, no eran aceitunas de buen lomo.
Recordamos con cariño un Olivo que había debajo del Puente de Hierro que eran
aceitunas colosales.
El tronco del Olivo
es muy retorcido y la corteza de color pardo-girsácea, se fractura al
envejecer, siendo su madera de color amarillo veteado de pardo-rojizo,
apreciadisima por ser de las más duras y utilizada en la fabricación de muebles
de lujo. Muchos de estos muebles se fabrican en Castro del Rio y en Espejo,
maravillosos pueblos de la
Campiña cordobesa.
Es el Olivo planta de crecimiento lento y puede alcanzar
edades considerables, como se les suponen a los ejemplares que hay en el Huerto
de Getsemaní, en la misma entrada de los jardines del Alcázar de los reyes
cristianos, junto a la estatua de el rey Fernando III, los que hay junto a la Arruzafa , o el
protagonista de este comentario que se halla en el patio de los Naranjos de
Córdoba.
El Olivo del Patio de
los Naranjos, no es
evidentemente un Olivo de dos troncos
como los que existen en la zona de la Carraca , en Porcuna (Jaén.)
Ni se parece en
nada al Olivo Sagrado Erecteion, que recuerda al mito de
Atenea.
Tampoco es el Olivo del barrio de San Miguel, de
Agüero (Huesca), que mide más de 6 metros de altura y su peana tiene un
perimetro que supera los 9
metros .
Ni se asemeja al Olivo
Monumental de Fuentebuena, en Chiclana de Segura (Jaén), que algún año dio 700 kg . de aceitunas.
Y como no, tampoco tiene parentesco con el Olivo del Claustro de la Catedral de Oviedo, que
además de sus 9 metros
de altura, la historia popular dice que procede de una estaca del Huerto de
Getsemaní de una antigüedad de más de 700 años.
El Olivo del Patio
de los Naranjos, según el libro de D. Manuel Nieto, La
Catedral de Córdoba
1998. tiene más de 270 años de
antigüedad y aparece ya pintado en un plano de 1741, junto con 95 naranjos, 6
cipreses, 10 palmeras y 1 cinamomo.
Y hoy en día constituye, más que el testimonio de un viejo
Olivo, un recuerdo “arqueológico” de
la grandeza de este singular Patio de
los Naranjos, solamente con su mitad del tronco por la erosión inevitable del
tiempo. Este año el centenario Olivo ha dado unos 60 kg . de hermosas aceitunas.
Quizás, quien más de cerca ha vivido este singular Olivo, ha sido la familia y los antepasados
de Manolo Soriano, que habiendo
nacido en la Torre
de la Catedral ,
formó parte de la “saga de los campaneros”. Ellos, eran los que recolectaban todos los
años las aceitunas de este Olivo. En
los años, cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo XX, éste Olivo tenía el tronco aún completo, aunque ya hueco y se le recogían todos los años, unos 200 Kg . de aceitunas. Fue a
partir de los años 80, cuando el deterioro acumulado, hizo mella en él, perdiendo la mitad del tronco
por seco. Entonces fue cuando el Cabildo apercibido de esta circunstancia, se
apresuró a encomendar “la salvación de
lo que quedaba de Olivo” a la
empresa Santa Marta, y poco a poco, con medio tronco totalmente hueco, ha
logrado sacarlo a flote. En la actualidad incluso hay plantado una estaca que
ha salido a flote perfectamente.
Según los expertos, lo fundamental para la vida de
cualquier Olivo es lo perfilado que
esté su pie, la luz y el agua. En este caso el tipo de suelo que tiene alrededor no
es el más indicado para que se conserve en buena salud su tronco. El tronco (o
lo que queda de él), tiene una descarada inclinación hacía la fuente que
cualquiera se le ocurriría pensar que el olivo quiere beber poco menos que agua
del “Famoso Caño del Olivo”, pero no, el Olivo
lo que busca es la luz y el agua y es el efecto Fototropía, el que hace que
quiera buscar el sol y su reflejo de la galería norte.
Este Olivo fue
testigo excepcional de muchas cosas que pasaron en torno a la Mezquita-Catedral.
Posiblemente porque ha “oído” las conversaciones de los
muchos arquitectos y entendidos que a lo
largo de su vida la han visitado.
VISITANTES ILUSTRES
Nos contaban un día D.
Manuel Ocaña Jiménez, en una Visita que hicimos a la Mezquita-Catedral ,
(cuando él nos recreaba con su saber en el Grupo de Enpresa Cenemesa), que no había
dirigente ni politico importante del mundo árabe que no hubiera visitado la Mezquita-Catedral
de Córdoba, él personalmente había acompañado a bastantes Jefes de Estado. Recordaba que en una ocasión vino un
presidente alemán, que después de haber visitado las cosas más importantes de Córdoba, se le antojó saborear un menú de “OLLA PODRIDA”, (con el que
fue obsequiado en el singular Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso. Dicha típica comida fue preparada
por el famoso Chico Medina y servida con el estilo y la elegancia que siempre tuvo Pedro
Montes Polo. El Caballo Rojo, fue el encargado de la restauración.)
Después de la
comida quiso visitar la
Mezquita y preguntó por la posible edad del Olivo y las antiquísimas columnas que
hay en la Puerta
de las Palmas. Aparte de los árabes y
otros jefes de Gobierno, también hubo personalidades de la cultura e
intelectuales de todo el mundo que visitaron nuestra Mezquita. Y como no,
nuestros Jefes de Estado y monarcas, fueron visitantes de nuestro singular monumento. A
todos sin lugar a dudas el Olivo del
Patio de los Naranjos, les pudo contemplar en su tiempo y circunstancias.
El mismo Manolo Ocaña,
recordó que en el mismo Corán de los árabes, está escrito: “Dios es la Luz
de los cielos y de la tierra….se enciende la Luz gracias a un árbol bendito, el Olivo”.
También el Olivo,
presenció varios encierros de trabajadores en la década de los setenta,
recordamos uno concretamente de los trabajadores de LUIS ARANDA MARTOS, que después de unos años de apogeo, cayó
irremisiblemente como un aviso de lo que se nos venía encima. Estos encerrados
tuvieron la visita de Ignacio Gallego,
diputado del PCE, por Córdoba, que bebió agua en la Fuente del Cinamomo, seguramente
para aclarar la garganta después de la proclama de apoyo que le echó a los
trabajadores allí encerrados. Esto lo contaba Francisco Luque Obispo, en
compañía del “Vinagre” en Casa de Ramón en la Calle del Avellano, en presencia de Manolo
Zurito, Pepe Pons, Juan Cebrián, Antonio Pérez Trujillo y el taxista
“Carrataca”.
Pero no hace falta que tuvieran que venir de fuera para
dar resonancia a la visita, por eso vamos a mirar para adentro y veremos que:
JAÉN MORENTE
El Olivo del Patio
de los Naranjos,
con toda seguridad observó la comitiva del Bautizo de D. Antonio Jaén Morente. (político
republicano). Efectivamente y con toda seguridad el día 6 de febrero de 1879, Antonio
Jaén Morente, fue Bautizado en la Parroquia del Sagrario y
que por razones de obra en la fachada de la Iglesia , hubieron de entrar por el Patio de los
Naranjos. Los padrinos de este niño que había nacido tres días antes, con toda
seguridad atravesaron el Patio de los Naranjos, desde su casa en la Calle Judíos , pasando
por "El Postigo de la Leche", hasta llegar a la puerta de El Sagrario por la Mezquita. Allí el
párroco D. Antonio Daroca, le puso los nombres de Antonio, Rafael, Blas, Jaén
Morente.
Pero es que este político republicano fue “reincidente” en
el buen sentido, y parece que le debió de agradar “el paseo” por el Patio de los Naranjos, pues El día 30 de Julio de 1903, D. Antonio Jaén Morente, volvía a pasar junto al Olivo, para contraer matrimonio con
Carmen Domingo Sánchis y el cura que los casó fue D. Francisco Montero Pozo,
párroco de la Parroquia
del Sagrario. Igual hasta se pudo echar alguna fotografía junto a la fuente y
el Olivo, o la del Cinamomo.
Hablando de Jaén Morente, nunca mejor aplicada la
expresión de “hijo prodigo” si hubiera
querido volver definitivamente a Córdoba, cuando después de haberse marchado,
volvió en 1954. Pero ante la pregunta que le hizo Rafael Castejón, en el sentido de porque no se quedaba
definitivamente en Córdoba, el pudo decir más o menos: “Las circunstancias y lo
que desgraciadamente pasó no ha sido aclarado suficientemente a las
generaciones que no vieron nuestra guerra y no me encontraría libre y cómodo”.
EL HIJO PRODIGO
En el Patio de los
Naranjos y muy cerca del Olivo,
allá por el verano de 1946, se celebró la representación de un AUTO
SACRAMENTAL, que el poeta Ricardo Molina Tenor, había escrito en 1945, dedicado
al Obispo Fray Albino.
En la Hoja
del Lunes de Córdoba, podemos leer la crónica de dicho evento, que coincidió
con la fecha en que se celebraba la “Verbena a la Virgen de los Faroles”.
"HOJA
DEL LUNES DE CÓRDOBA, 19 de Agosto 1946."
En el Patio de los Naranjos
El
maravilloso espectáculo constituyó un resonante éxito para el poeta Ricardo
Molina y los intérpretes de la obra.
Junto a los muros cálidos de la Catedral cordobesa, en
ese escenario único del Patio de los
Naranjos, entre el verdor oscilante de las palmeras iluminadas por la luna
de agosto, asistimos la noche del sábado, a la exaltación de un gran poeta
Ricardo Molina, que en su auto sacramental del Hijo Pródigo, alcanza esa
difícil altura donde la poesía triunfa definitivamente.
El público selecto, que tan largamente aplaudió la obra,
demuestra que todavía nuestro pueblo puede alcanzar y entender las más sutiles
verdades teológicas y puede vibrar conla misma fe y el mismo escalofrío que
inundaba el corazón de los espectadores del siglo XVII.
El escenario por donde
las simbólicas figuras se movieron, como en un divino sueño idealizado, ha sido
obra de ese espíritu finamente artístico que se llama Juan Bernier y que ha
plasmado de forma decorativa toda la poesía de la obra. Bernier se lleva, después
del autor, los más cálidos aplausos.
Como actrices actuaron
Meli Medina, Encarnita
Ramiro, Enriqueta Velasco, Lolín Medina y Gloria Rodriguez.
Como actores actuaron:
Octavio Díaz Pinés,
Juan Morales Rojas, José Priego, Salcedo Hierro, Miguel Maldonado, Manuel
Aumente, Manuel Hidalgo y Rafael Roca (cantante muy aplaudido).
Escenario:
Levantado en la Puerta del Perdón de la Catedral (por dentro)
Escenografía:
Juan Bernier
Música:
De J. S. Bach. Wagner,
Beethoven y Berioz, que sirve de fondo a los más emocionantes momentos de la
obra, han sido seleccionadas y adaptadas por Ramón Medina.
Comentario:
Se puede observar que
en dicha obra participaron un grupo de poetas, músicos e intelectuales de la Córdoba de aquellos
tiempos.
Este acto se celebró
con motivo de la verbena dela Virgen de los Faroles que por aquellos tiempos se
celebraba con mucho esplendor. (17/08/1946). Por cierto que el cuadro de la Virgen de los Faroles, fue
pintado en 1928, por Julio Romero de Torres, por encargo del Ayuntamiento, que
quiso reponer el que se había quemado por el fuego. En la documentación escrita
aparece que una mujer mejicana le sirvió de modelo para el rostro.
No compartía esta
opinión José Martínez Castro, (El cuñado de Antonio Toledo), que en una
conversación que le escuchamos en la
Caseta de Feria de Cenemesa, (1973), después de la actuación
de Dolores Vargas la “Terremoto” decía en la barra del bar, en compañía de Pepin
Luna, Antonio Fuentes y Francisco Carrasco Heredia: “Mi padre y muchos de la Peña el Cucharón, sostienen
que la mujer que sirvió de modelo al pintor fue “Rafalita” vecina nuestra de la Calle Cidros.” Una mujer bellisima, a la que apodaban
“Juanita Reina”.
SAN RAFAEL VUELVE A PATIO DE LOS NARANJOS
La imagen del
Arcángel de Córdoba, volvió al Patio de los Naranjos a reencontrarse con unos
cultos en la
Mezquita-Catedral de Córdoba, fueron muchos los cordobeses
que llenaron el Patio de los Naranjos, tanto para ver la entrada como la salida
del Custodio de la Mezquita. Allí
junto el Olivo, se pasaron algunos cofrades del Prendimiento, de la Borriquita , del Caído, de
las Angustias, del Cristo de Gracia, etc. etc. pudiéramos decir que allí
celebraron una especie de “Cabildo general” en temas de Córdoba, por lo que
toda su conversación apenas tuvo desperdicio..
Recordaron en
comentarios, que parece ser que en 1939, mayo, estuvieron en la Catedral, unas dos semanas, la imagen de San Rafael, junto a las Reliquias
de los Santos Mártires y Nuestra Sra. de la Fuensanta. El
Olivo, daba la sensación que escuchaba y guardaba prudente silencio. De pronto
un cofrade del Caído, muy cercano a Manolo Acá, comentó algo sobre la apertura
de la segunda PUERTA DEL PILAR, para que entraran los pasos de Semana
Santa:
“Es necesario dijo, que las
Hermandades puedan entrar con facilidad en la Catedral ”, ante esta
afirmación el Olivo, guardó prudente silencio y puso en boca de otro tertuliano
lo que a él le hubiera gustado decir: “Tenemos
que hablar claro a la hora de decir ABRIR la puerta del Pilar, es más correcto
decir REABRIR, la puerta del Pilar, que ya de antiguo, estuvo abierta para que
entrarán los pasos de Semana Santa”.
Eso sí, dijo
otro, ahora de lo que se trata es de quitar la Celosía que tapa el arco, colocarla en un sitio digno (recaen sobre ella derechos de autor de D. Rafael
Lahoz), y habilitar una puerta que haga juego con el entorno.
Y es que estos
cuatro arcos de poniente del Muro Norte, fueron “tapados” con unas bellas celosías de módulos ensambladas en madera de caoba, diseño de D. Rafael Lahoz
Arderiús, y que fueron construidas en el taller de la Maderera Industrial ,
en la Calle Doña
Berenguela. Este trabajo se desarrolló
entre 1972 y 1974.
Otro tertuliano,
que había hecho una tesis sobre las obras de fábrica de la Catedral , miró al Olivo,
y dijo: “Por unas razones u otras este Muro Norte, de la Mezquita , siempre ha sido
noticia. Ya en 1463, y a consecuencia de los “empujes” que de sur a norte,
sufría todo el edificio, se vino abajo el mencionado Muro Norte, y hubo que
restaurarlo. En aquella época estaba de Obispo D. Gonzalo de Illescas, un
obispo que pertenecía a la orden de los Jerónimos de tanta actualidad por
aquellas épocas en Córdoba.
Un amigo de
Antonio Castelló, relató que el artista Antonio Bernal, había presentado una magnifica
maqueta, representando a San Juan de Ávila, en su actitud de “Maestro de la Iglesia ” para decorar su
capilla en la Mezquita-Catedral.
Algunos comentaron que el tal artista Bernal, además de buen
escultor, también se recreaba por las cruces de Mayo “bailando las sevillanas”,
con el estilo propio de un artista.
También habló
Laguna, del agua del “Caño del Olivo” y le recordó un guía que había por allí
cerca, que para agua, la que inundó el
Patio de los Naranjos el miércoles 12/10/2005, que cayeron sobre Córdoba cerca
de 90 litros
por metro cuadrado. Fue sobre las 3 de la tarde cuando el “Patio de los
Naranjos”, se convirtió en una auténtica piscina de 0.40 centímetros de altura. Parece ser que la precipitación sorprendió a los registros de
desagüe “taponados”, por la ojarasca ya que eso no se recuerda que hubiera
ocurrido nunca.
EL TOQUE “DOBLE DE CEPA”
El Olivo de la catedral también debió oír
muchos de los llamados toques de “Doble de cepa” que se daban con la segunda
campana de la Torre
de la Catedral.
En tiempos de Pedro I,
apodado el Cruel, se desarrolló en Córdoba la conocida batalla del Campo de la Verdad, en España había una
lucha entre dos hermanos de padre, Don Pedro el sucesor de Alfonso XI y don
Enrique de Trastamara, un hijo bastardo del rey, que ya había sido legitimado
como rey en Burgos. Córdoba, cansada tanto del mal gobierno como de la crueldad
de Don Pedro, y de los asesinatos que había realizado a la nobleza cordobesa,
se posiciona claramente de parte de Don Enrique. Ahí fue en donde empezó
pudiéramos decir la nobleza de Córdoba.
La Batalla del Campo de la Verdad tuvo lugar en la
extensión que ocupa ese simpático barrio de Córdoba, a la bajada del Puente,
incluso el Castillo de la Calahorra, llegó a ser tomado por partidarios del rey
D. Pedro. En aquella batalla las mujeres instaban a sus maridos que combatieran de forma tenaz a sus sitiadores que en gran número y fuerzas aventajaban a los
cordobeses.
D. Alonso Fernández de Córdoba, fue el encargado de
aglutinar a las fuerzas para defender la ciudad incluso contó con los piconeros
de San Lorenzo, como muestra de que la mayoría de la gente popular estaba
involucrada en aquella defensa de la ciudad. D. Alonso, no era bien visto por
los Sres. De Córdoba, por lo que se dudaba de su lealtad, fue ante su señora
madre que le había preguntado en torno a su lealtad, cuando el le dijo: “MADRE,
AL CAMPO VAMOS A LUCHAR Y ALLÍ SE VERA LA VERDAD ”. Parece ser que
estas palabras se las pronunció a su madre muy cerca de la que es hoy la puerta
llamada “EL POSTIGO DE LA LECHE ”.
Durante el fragor de la batalla las cuatro campanas
mayores de la Catedral
estuvieron tocando rogativa y durante varios días y noches, estuvieron doblando
por los que tan gloriosamente habían muerto en aquella feroz batalla. Entonces
fue cuando el Obispo y el Cabildo de la Catedral , ofreció que a modo de recuerdo y
reconocimiento, la segunda campana, denominada de Cepa, doblaría en lo sucesivo cada vez que un familiar directo de
alguno de aquellos combatientes, muriera en recuerdo a la entrega y decisión
que tuvieron al encarar aquella batalla. En un principio estos derechos
afectaban solamente a los descendientes varones, pero en Diciembre de 1504, se
modificó este beneficio haciéndolo extensivo a las hembras.
Uno de los últimos personajes de Córdoba que gozó de ese privilegio
fue Fernando
Fernández de Córdova y Martel, había nacido el 24 de abril de 1898 y vivió en
un lugar tan cordobés como la casa de Góngora, en la Calle Cabezas y que
fue hermano mayor de la
Hermandad de los Dolores hasta 1987.
El toque de “DOBLE
DE CEPA”, oficialmente en ningún documento se ha visto suprimido. Bien por
ignorancia de los “beneficiados”, o por omisión de los que lo tenían que
realizar, la verdad es que en la actualidad no se lleva a cabo. Teníamos que
remontarnos a finales de los sesenta (Siglo XX), para dejar de escucharlo.
Ahora de forma esporádica surge alguna familia con ese antiguo derecho que lo
pide y se lleva a cabo.
Mereció “EL DOBLE DE
CEPA”
Antonio Herrera Aranda, fue a la primera persona a la que
yo escuché mencionar esa calle de “Doble
de Cepa”, que estaba muy próxima a la Calle Espíritu
Santo, (su calle). En el Campo de la Verdad. Fue un día en el Barrio de Cañero, en el
Bar de la “Peña de la Galga ”,
en donde solía ir con su hermano Manolo, (muy buena persona y gran jugador de
dominó). Antonio Herrera, había nacido en Pueblo Nuevo, y vino de joven aquí a
Córdoba. Uno de sus primeros trabajos que realizó fue la de “recadero” en la
tienda del Tulipán Negro, en donde coincidió con la bellísima Manola Gómez
Gutierrez, de la que él llegó a decir que con 17 años, era un tipo de mujer
singular por su belleza y tipo.
A la sombra de D. Manuel Jaén La Calle , entró a trabajar en
CENEMESA, en donde pronto promocionó por su enorme capacidad para el trabajo.
Por aquellos años principio de los años 1950, se asentó en el puesto de segundo
de a bordo de aquel incipiente Departamento de Personal que comandaba D. Manuel
Jaén Lacalle. Allí en aquella oficina se encontraban Agustín Bravo, Rafael
Araujo, Vicente Rojo, Antonio Fuentes, Francisco Moreno, como personas
iniciales de aquel servicio. Luego de forma esporádica llegó Angel Roldán, más
tarde Juan Arjona, Alfonso Jiménez,
Miguel García, Rafael de Toro, etc. etc.
(Eran tiempos en que los chavales de los Salesianos,
íbamos a pedir para el Domund al Patio de los Naranjos y la Mezquita , allí estaban
los Arias, los Priego, los Jeremías, los Montoro, y algunos más. Era una época,
en que el alumbrado interior era muy escaso y sólo teníamos acceso a la parte
de Almanzor.)
Con toda seguridad no le sonó “EL DOBLE DE CEPA”, el día de su muerte acaecida en el
29/11/2007. Antonio Herrera, lo único
que consiguió después de tantos años trabajando y muchas veces para los demás,
fue el poder disfrutar de una pequeña casa de campo de la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir, que después de mucho luchas
consiguió en arrendamiento anual para poder disfrutar de un par de Olivos y poder sembrar sus ajos y habas que se lo
cuidaba el simpático “Jaramago” jardinero de CENEMESA.
ESTUVO ENTRE
NOSOTROS
Angelo Roncalli, el que luego sería nombrado Papa Juan
XXIII, el Papa del Concilio Vaticano II, pasó por el Patio de los Naranjos, y posiblemente le llamó la atención la
grandeza de la Fuente
de Santa María, con sus caños de agua y el
Olivo, como árbol de la Esperanza. Él, que venía de los paises áridos del
Norte de Africa (Africa francesa), de despedirse de las comunidades cristianas,
ante su despedida como Nuncio del Vaticano en Paris, quiso al pasar por
Córdoba, visitar su Mezquita-Catedral, aquello fue en Abril de 1950, y hay
quien dice que el coche se le averió nada más pisar Córdoba.
El futuro Papa,
había oido de uno de sus acompañante el Jesuita padre Tellechea Idigoras, de que en Córdoba, había una Taberna que ponía
como nadie “La japuta en adobo”, y
eso era en clara referencia a Casa de
Pepe el de la Judería. Allí con la poca discreción que pudo mantener, le
reservaron un cuarto para que pudiera saborear este exquisito manjar de pescado
que por aquellos tiempos ya tenía fama casi mundial. Hoy, en dicha sala, los
actuales dueños del restaurante, tienen todos los motivos y recuerdos de
aquella visita. También en el interior de la Mezquita-Catedral ,
existe una placa que recuerda dicha visita. En un principio, sólo existía la
placa que fue realizada por los hermanos García Rueda, pero poco
antes de morirse los tres hermanos ((2004), añadieron a dicha placa un bajo relieve con la cabeza del Cardenal Angelo Roncalli. Quien conocía bien todo el asunto de este
viaje, era el singular compañero de CENEMESA, Rafael Araujo Hidalgo, alma y
mantenedor de la Peña
los Almanzores, en “Casa de Pepe el
Rubio”, el bar ubicado en la
Casa en donde nació Antonio
Jaén Morente.
La “saga” de los
Araujo, los hermanos Rivas Gómez, los Bravo Casana y el Barbero Camargo, estaban “umbilicados”
con la Puerta
de Almodóvar y conocían todas las historias importantes que recreaban su
singular barrio, y por esta razón tuvieron
que oír muchas veces el toque del “DOBLE
DE CEPA”. Igualmente les pasaría a
la “Taberna Casa Manolin”, en la
esquina de la Calle Tejón
y Marín, en donde solían parar los plateros que a diario iban al “dorador” Antonio Luque, de la Calle Fernández Ruano. También cerca de allí, en aquella Plaza del
Indiano, vivía otro personaje singular de esta Córdoba de nuestros amores. Blás
Pérez Poyato, que nos aseguraba que había escuchado muchas veces el famoso
toque del “DOBLE DE CEPA”.
La “Aceitunera”,
fue una colombiana que cantó en el año 1982, Antonio de Patrocinio, (el
compadre de Paco Losada “El Madriles”).
Fue en un gran festival flamenco organizado por la Peña
Flamenca del Campo
de la Verdad
y celebrado en el patio verde del Colegio Salesianos. Allí actúo de FORMA
SUBLIME, el colosal Camarón de la
Isla y luego le acompañaron otros grandes artistas. La ACEITUNERA ,
es una colombiana en la que Antonio de Patrocinio, recrea el amor que sentía
por una mujer, decorado con el fruto
del Olivo, en el ambiente de su Barrio del Campo de la
Verdad.
Aún recuerdo que comentándole dicho festival a Manolo
Flamil Cañete, este me opinó sobre el cante de Camarón: “Los demás cantaores ponen en escena su arte y su maestría, pero
Camarón cada vez que canta, es como el torrente de un río nuevo que va abriendo
surcos inéditos e inesperados”.
8 comentarios:
Del olivo a la campana.
Me ha hecho recordar un disco de Fosforito, que se titula : " A mi tierra,Córdoba", en el que canta unas alegrías de Córdoba en las que la letra dice: Córdoba mora y antes romana, presume ahora de su campana.
Puede ser que se refiera a esa segunda campana.
Saludos cordiales.
Estimado Anónimo.
El Cante de Fosforito, A mi Córdoba
no son unas alegrías. Son una Soleá
"No preguntes por saber que el
tiempo te lo dirá
Que no hay cosa más bonita
que saber sin preguntar".
Esa amigo Rafael es una trayectoria
que representa muy bien al pueblo
cordobés.
La Soleá de Córdoba, es el "Cante hablao" y con discreción.
Juanero el "Feo" y "Media oreja"
fueron de los más puros en este tipo de cante.
Actualmente además de Fosforito, esta Lavado, que lo dice muy bien.
Que bien tiene que sonar una buena guitarra en el silencio del Patio de los Naranjos.
Saludos
Escribes cosas históricas muy interesantes, y no sé que acogida tendrán.
Pero eso no deben de preocuparte, porque Cervantes escribió mucho y tal vez bién , y para que se lo publicaran tenía que acudir al patrocinio de algún duque o algo parecido.
Pasaba muchas necesidades, así que si estimas que tus relatos no son bién acogidos no te preocupes, porque la vida es así.
Saludos cordiales.
Amigo Rafael
Simplemente conque tu lo leas, ya merece la pena escribirlo.
Es la forma que tengo de "pagar la peseta de matricula".
Que debía, desde que en el curso 1950-51, ingresé por primera vez en las Escuelas de Hermanos López Dieguez, de Córdoba, de recuerdo feliz.
El director, sin lugar a dudas un gran hombre, al ver que mi madre llevaba lo justo, "atrasó" el pago para otra fecha.
Saludos
Amigo Manolo: He visto que has citado la caseta de Cenemesa del año 73 y que actuó La Terremoto. Apelo a tu buenísima memoria para que comentes algo de los actos festivos que, por aquellos años, la Westing organizó.
Uno de ellos fue en la Plaza de Capuchinos, en donde se montó un tablao y actuaron(que yo recuerde),
Matilde Coral, Merche Esmeralda, Pansequito y algunos más. Lo presentó Morales Rojas, y eso debió ser por el 72/73.
Luego se celebró otro acto en
un edificio histórico por Puerta Nueva y actuaron Lola Flores y Pajares. También en el Conservatorio hubo otra actuación interviniendo un famoso bailarín cordobés (era Luis de Córdoba?)y algunas alumnas aventajadas de la danza.
Sé que se celebraron esos tres eventos, pero ya no recuerdo si fue todo en el mismo año 72/73 o bien en años distintos. Debió ser, pienso yo, con motivo del pase de Cenemesa a Westingouse. Sin embargo, sí recuerdo que el Departamento de Personal y sobre todo Paco Moreno contrataron todo
esto con el apoderado de artistas
Pulpón, que residía en Sevilla, y que aquello supuso "una pasta" para la Westing.
También se celebró otro acto en el Palacio del Cine, pero ya no recuerdo qué se representó allí.
A ver si tú nos aportas algo más.
Saludos
Amigo Alfonso:
No te puedo ayudar mucho pues yo no participaba con frecuencia de los eventos del Grupo de Empresa, si recuerdo éste de la Terremoto, pues
yo tenía buena amistad con Pepin Luna que se quedó con el Bar. Esta
actuación de la Terremoto, la presentó con toda solemnidad una presentadora famosa y rubia de televisión española.
Luego también recuerdo la famosa actuación de Lola Flores, en el patio porticado de Puerta Nueva (hoy pertenece a la Facultad de Derecho) y estaba yo recién llegado a personal y oí las lamentos de Fuentes, en el espectáculo que esta mujer dio antes de actuar y que a Morales Rojas, le costó la misma vida convencerla.
Casi todos los actos que mencionas debieron producirse antes del 72/73
y yo participaba poco en estas actividades.
Saludos
La presentadora a la que te refieres fue Marisol Gonzalez, una que estuvo casada o pareja con Fernando Gayo (no Federico) y a la que se le reservó desde Personal habitación en el Palace.
Lo que yo no recuerdo es el incidente que Fuentes menciona entre
Lola Flores y Morales Rojas.
Yo recuerdo que Lola, al final del espectáculo dió las gracias y como no sabía pronunciar el nombre en inglés dijo leyendo el letrero de fondo: Gracias, Ues-tin-go-u-se.
Amigo Alfonso:
Al parecer la "faraona" había estado de fiesta con unos amigos en incluso había estado jugando a las cartas en el Mercantil, por lo que se debió presentar al "incómoda". Fue mucho lo que le insistió Morales Rojas, en el sentido de que por favor saliera al escenario, cosa que ella no quería hacer. Al final todo se arregló y aquello fue una buena velada. Estos datos me los ha confirmado Francisco Carrasco Heredia, que es de los pocos miembros de aquella directiva del Grupo, que aún vive.
Saludos
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