viernes, 2 de abril de 2010

"El País está en manos de los Peores de la Clase"

La Constitución, la Empresa y los Rechazos

La “competitividad” es, hoy en día, una palabra muy utilizada y algo en lo que piensan constantemente muchas empresas. Si consideramos al Estado como una gran empresa, tenemos que ser exigentes con su eficacia. Pero más que una empresa, debemos considerar a nuestro País, como una gran barco, en el que nadie debe de ir de forma “recreativa” o de “placer”, sino que todos deben tener un cometido de trabajo para dirigirlo al puerto que nos determina nuestra Carta de navegación que se llama CONSTITUCION.

En todas la empresas importantes para lograr su competitividad, tienen necesidad de articular una organización racionalizada en la que se incluye un sistema de Control de la Calidad, que garantice la credibilidad y eficacia de los productos para hacerlos útiles y competitivos.

En estas Empresas importantes se señala el cumplimiento de objetivos de cara a la Calidad. Para ello se hace un seguimiento muy exhaustivo de todo el proceso de fabricación. Para controlar cualquier error, que se detecte bien en el centro de mecanizado, bien en la fresadora, bien en el moldeado, la matriceria, o en el propio diseño. En este objetivo de Calidad todos los centros de fabricación, asumen su responsabilidad en los errores que tanto perjudican el Objetivo de la Calidad. En muchos casos, estos fallos son repercutidos en forma de descuentos económicos, que afectarán a los trabajadores en línea proporcional al coste de la pieza estropeada. Es decir, “que el que la hace la suele pagar”. Afortunadamente, los trabajadores en general cuidan enormemente su eficacia y por tanto su calidad.

En la Gran Empresa pública que es el Estado, el objetivo principal es el Objetivo de Calidad necesaria para cumplir los artículos 39 y 40 de nuestra Constitución:

Artículo 39

Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia.

Artículo 40

Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una política de estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al pleno empleo.

Desgraciadamente la Empresa pública del Estado, no está llevada a buen puerto, ya que no se están consiguiendo los objetivos de “Calidad” que les exige la Constitución en sus artículos 39 y 40. Y, mientras que en las empresas, en donde trabajan los torneros, fresadores, ajustadores, fundidores, soldadores, proyectistas, etc, etc. Si, se hacen responsables de estos errores que afectan a la Calidad., y en muchos casos se les descuenta.

Por todo ello, en esta gran Empresa Pública que es el Estado y que está gobernada desde el Rey a la cabeza, hasta el último concejal de cualquier aldea, tienen que ser “afectados” en esa responsabilidad, por no lograr los objetivos que marca la Constitución en sus artículos 39 y 40.

En las situaciones actuales, da la sensación de que aquí no pasa nada para ningún gobernante. Da igual, si hay un millón de parados, dos, tres o cuatro. Aquí todo el mundo se pone como un trapo, pero desgraciadamente la lista de parados va creciendo día a día.

Bueno sería, que todos estos gobernantes, desde el Rey a la cabeza como hemos dicho, “sufrieran” en sus carnes esta falta de Calidad, y de sus asignaciones o ingresos anuales, se les descontara un PORCENTAJE, por cada CIEN MIL PARADOS, que se den en el país. Con esto se conseguiría que de una vez por todas se dedicaran a “arreglar” los problemas. Estamos seguros de que cuando vean que les afecta al bolsillo, las ideas les “llegaran” a sus cabezas con más facilidad. Incluso los mismos partidos políticos, al recibir menos ingresos para financiarse, quitarían a los “inútiles” de en medio y pondrían a gobernar a los más capaces.

Lo que no es de recibo, es que en este País, haya personas sumidas en la ruina del paro, e instaladas en el miedo y la preocupación continua, mientras la televisión nos muestran como tiran los dineros en programas basura, y para colmo que cuando llegue el verano, seguramente veamos la euforia del yate del Rey, deslizándose por las bonitas aguas del Mediterráneo, como si aquí no estuviera pasando nada. Por todo ello es necesario, articular un baremo justo: A más parados por desgracia, menos ingresos reales para todos los políticos. De paso estos descuentos, servirían para rebajar el déficit del Estado, que también es preocupante.

Por otra parte hay que hacerse eco de las frases recientes de Felipe González, a los medios de información y que vino a decir: “Al frente del País nos están los mejores de la clase”.

No hay comentarios: