lunes, 9 de julio de 2012

¡¡QUE LÁSTIMA SR. PRESIDENTE!!


En ningún momento tengo en mi ánimo insultar a nadie, pero simplemente expreso los conceptos desde mi punto de vista y de acuerdo a la información que todos los españoles manejamos.
           
Después de los años nefastos del Sr. Zapatero, muchos españoles optaron por la opción de D. Mariano Rajoy. Pero, la verdad, es que de las “soluciones” que usted está tomando para resolver la crisis, muchas las hubiera tomado el mismísimo “Barquero de la Ribera”; es muy fácil apretar el cinturón siempre a los mismos.

Al tratar la crisis ustedes los políticos hablan con frecuencia de solidaridad, ¿pero solidaridad de quién, si siempre le toca a los mismos?.

Usted se empeña en buscar MILLONES DE EUROS en las nóminas de los pensionistas. Usted se empeña en recuperar millones de euros en el consumo desordenado de las medicinas. Usted se ha empeñado en recuperar millones de euros EN ECHAR A GENTE QUE ESTÁ TRABAJANDO A LA CALLE. Usted, Sr. Presidente, por lo que se oye, da a entender que, o está loco, o es un cobarde políticamente.

Para empezar, ninguna crisis como la que tenemos se arregla con más PARADOS. Los españoles le han votado a usted para crear empleo y no para echar a la gente a la calle. Lo diga Alemania o quien lo diga.

PREGÚNTELE AL SR. ARIAS CAÑETE

Sería bueno recordarle que, para vergüenza de TODA NUESTRA CLASE POLÍTICA que va a Bruselas sólo a poner la mano, la mayoría de los productos y sectores fuertemente subvencionados y regulados frente a la competencia exterior por la Unión Europea pertenecen a Alemania, Holanda, Francia e Italia. Por ejemplo, mire en los productos agrícolas, a ver qué cultivos tienen más ayudas y están más protegidos, si los del norte o los del sur. Que se lo diga el Sr. Cañete. A nosotros en su día solamente nos subvencionaron el DESMANTELAMIENTO DE NUESTRA PESCA, NUESTRA SIDERURGIA, NUESTRA MINERÍA Y NUESTROS BIENES DE EQUIPO, y después de estos barros, llegaron estos lodos, que nos llegan a todos hasta el cuello.

Usted, Sr. Presidente, tiene que procurar meter en la cárcel a todos los estafadores, que han podrido el sistema financiero español, antes que echar a nadie a la calle.

REDUCIR EL PRESUPUESTO EN NÓMINAS

En vez de despedir a nadie que esté desarrollando su trabajo (otra cosa son los políticos que, por su propia razón de ser, no “trabajan”, y solamente figuran en nóminas por enchufes de los partidos y como asesores), hay que “CUANTIFICAR” el DÉFICIT que supone el pagar las nóminas oficiales. El importe de esa desviación, en vez de SALDARLO A COSTA DE ECHAR A PADRES DE FAMILIA A LA CALLE, se tenía que arreglar SOLIDARIAMENTE.

Para ello, habría que reducirle a los políticos (tantos como hay), el sueldo, en lo que hiciera falta, así como las comodidades, prebendas y ventajas que poseen.

Luego, incluso a la Casa Real, reducirle sus ingresos en relación con el déficit que hay para pagar nóminas.

En tercer lugar a la estructura intocable de todo el sistema jurídico y judicial del estado, que tan grande y complejo es, afectándole del mismo porcentaje de rebaja en sus sueldos y gastos.

En los Ministerios y en las Instituciones reducir al máximo, los puestos de políticos y asesores puestos por los partidos, nunca ningún trabajador. Igual diremos con los sindicatos, cuya estructura es totalmente financiada por el Estado y en muchos casos se representan solamente a ellos mismos. El sindicato debe de ser reducido al ámbito de la empresa, pero no que en la práctica sea como Un Ministerio más, al estilo del Sindicato Vertical, tan denostado históricamente. Igual con las autonombradas organizaciones empresariales, de cuya supuesta capacidad para generar empleo que pregonan aún estamos esperando.

Se trata en definitiva Sr. Presidente de PRORRATEAR EL DÉFICIT ENTRE TODO AQUEL QUE COBRE DE CUALQUIER INSTITUCIÓN DEL ESTADO, y que así no haya despidos. Son momentos para que la solidaridad aflore. Un Gobierno, se lo repito, tiene que crear empleo, no producir parados.

TRATAMIENTO A LOS PARTIDOS Y SINDICATOS

 Es de juzgado de guardia que cualquier ministro o político, sea del partido que sea, después de retirados de su arduo “trabajo”, se dedique a colaborar en la corrupción de determinadas entidades bancarias. Por otra parte, es VERGONZOZA, la cantidad que reciben los partidos políticos para que se dediquen con frecuencia a mentir a los ciudadanos en sus campañas electorales.

Son desproporcionados los honorarios que reciben al año algunos líderes sindicales, cuando no tienen ni siquiera asociados que representar.

EL VOTO “GILIPOLLAS”

En todo esto tiene usted que meter la mano Sr. Presidente, y no en los trabajadores que hay que echar, y en las pensiones como siempre. A usted le tendría que servir el ejemplo de lo que le ha pasado al ínclito Javier Arenas.

En Andalucía, cuando la corrupción, los ERES,  y la mala marcha de la autonomía, le habían puesto en bandeja las elecciones, el ínclito Javier Arenas las perdió olímpicamente por “EL VOTO GILIPOLLAS”. Este fue el nombre que muchos trabajadores de la administración, trabajadores, leales y cumplidores de sus obligaciones, quisieron ver en las palabras de Arenas y su segundo de a bordo (Sr. Sanz), cuando continuamente AMENAZABAN CON BARRERLOS CON LA ESCOBA. Tenga usted en cuenta Sr. Presidente, que se trata de puestos de trabajo, y nadie va a votar a un partido para que lo echen.

Eso es lo que ha pasado en Andalucía, y no lo que se han inventado en otros estudios y justificaciones que se quieran buscar. Ustedes ahora, al de la escoba, le darán un buen cargo en Madrid, y con ello repetirán el caso de Rodolfo Martín Villa, que cogió el coche en los años 1960 cuando mandaba en el SEU, y sin bajarse de coche oficial, ha terminado montado hasta hace bien poco en un coche de Polanco (a esto se llama metamorfosis y flexibilidad “democrática”).

Por favor Sr. Presidente: que este PRORRATEO afecte proporcionalmente desde el mismo Jefe del Estado al último bedel de la Administración.

Los gobiernos están para crear empleo, no para producir parados. A usted le han votado los españoles, no los alemanes.

Como decía el filosofo Zubiri, a una persona se le puede quitar un brazo y sigue siendo persona, pero si le quitas el corazón deja de ser persona. No le quite usted el trabajo a nadie, pues dejará de ser persona.

Atentamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando leo algo alejado de lo llamado "políticamente correcto", me alegro.
Hay quien piensa y deduce.
Si los que piensan son mayoría, enhorabuena.
Lo malo es lo contrario, o sea lo contrario a lo bueno.
Tome medidas, se lo están diciendo, consulte al Sr Wert y al CIS, posiblemente coincidan con las que aquí se dicen. El Sr Wert ya le aconsejó que no hiciera una oposición muy fuerte para ganar las elecciones, pero ahora el enfermo ya sabe su gravedad y la quimioterapia la acepta.
Saludos.

Manuel Estévez dijo...

Estimado amigo anónimo


En esta ocasión lo de menos es la ideología, lo excesivo es lo que huele a político.

Los políticos han pasado de estar casi a escondidas a "vivir" su época dorada y de abuso.

Los abusos y los desequilibrios económicos que tiene este País, radica en la proliferación de esta casta.

En un país hace falta trabajar, no que haya tantos políticos.


Saludos